ONE SHOTS //Avatar

Tsireya

Estábamos paseando arriba de los ilus, Luki y yo. Íbamos muy rápido, mientras nos mirabas divertidas, soltando carcajadas y los ilus haciendo piruetas y jugando entre los dos.
Con ella el tiempo se hacía corto y cada vez más divertido e íntimo entre nosotras.
Nos sorprendió que la alarma de intrusos sonara, hace años que no sonaba. Di media vuelta lo más rápido para llegar a la orilla.

Finalmente en la orilla al salir del agua le pregunté a Luki.

—¿Serán guerreros? ¿ Presientes una amenaza?—Preguntaba Tsireya con preocupación en su voz.

—No presiento que sean una amenaza, todo esta bien. Yo te protegeré. —Respondió con confianza y una mirada dulce. Yo le dedique una sonrisa. Es tan amable conmigo, un ángel en persona.

Cuando nos acercamos a los demás, me arregle el cabello y heche una ojeada a los desconocidos y al segundo, conectando miradas con uno de ellos y era muy lindo, desvió la mirada avergonzado y su hermano lo codeo. Luki me codeo el brazo también, yo solo solte una risa.

—¿Te gusta el chiquitín?

—Vamos, no son feos, el grandón es guapísimo ¿Te consigo una cita?  —le pregunté en un susurro mientras reíamos de manera disimulada.

—Mi pequeña no puede tener novio, aún es muy bebé. —Respondió Rotxo por ella, brindandole un beso en la cien. Cómo buen hermano sobreprotector.

—Ay hermano. Ya tengo puesto el ojo. — «¿Quién será?» esa pregunta se repitió mucho en mi cabeza.

Hubo mucha desaprobación de por medio por ambos clanes y miradas de odio, pero al final se decidió que los, Omatikaya se hospedaran aquí por unas semanas.

Mi padre nos ofreció a mi y Anoung, para que les ayudemos y enseñemos nuestras costumbres.
Le pedí a Luki que nos acompañase, no puedo estar lejos de ella, me siento muy sola, ella me proporciona vitalidad y alegría.

Al día siguiente en la mañana, los estábamos esperando en la costa mientras jugábamos en el agua con Luki a tirarnos agua y correr de los chicos. La vista era preciosa ese día y no hablo del mar.

Los Sully llegaron y Luki los observaba en silencio, pero a uno en particular que se le acercó muy alegre, que se llamaba Neteyam.
Mi corazón dió un vuelco, quería que me mirase a mi ¿Por qué? Es un poco egoísta lo que pienso. Capaz que ambos se gustan.

Entre bromas y risas, nos dirigimos al mar y les enseñamos a los chicos a nadar. No entendían nuestras señas y eso era un poco complicado, pero con el pasar del tiempo, aprenderán. Yo le enseñe a Lo'ak un chico con un encanto terco, torpe e insolente, pero fue muy atento y amable conmigo.

No pude evitar fijarme en la dirección de los demás grupos, por sobretodo el de Luki y Neteyam, se les veía contentos juntos y juguetones en el agua. Forman una adorable pareja. Que envidia no poder ser yo...
Sentía mi pecho contraído. Quería ser él. ¿Qué será? ¿Celos? Ni idea, un pensamiento pasajero. Al final solo es mi mejor amiga. Que gran engaño me tendía mi mismo corazón.

Durante el atardecer me había sentido peor, mi corazón se estrujó cómo papel, mi estómago me dolía y mi mente me gritaba que lo tirará al agua.
Los Sully no aguantaban mucho la respiración bajo el agua, entraban y salían, así que fuimos a una parte de la playa y les tuvimos que enseñar el funcionamiento correcto de la respiración.

—Lo'ak, respira —Coloque mi mano en su pecho, bajando lentamente hasta su estómago. —Lo'ak tu respiración va muy rápida.

—Perdón. —Respondío mirando a otro lado nervioso por el tacto de las manos de Tsireya.