ONE SHOTS //Avatar

Rotxo

Pedido hecho para Azz-ni , espero te guste 💙✨

La mañana era bellísima, me sentía como un niño pequeño otra vez, me sentía tan cálido y acogedor. No específicamente por el clima, nunca he sentido que en la playa en plena mañana haya calor, me sentía calido por los brazos de mi novio, Rotxo; rodearme y pegandome a su cuerpo.

Se veía sereno durmiendo, tan lindo, tan tierno. Es como un bebé, su cabello crespo todo revoltoso, sus parpados tan tranquilos, sus mejillas y esos labios tan atractivos, tenía un poco la boca abierta y veía sus colmillos.

Me quedé despierto mientras le acariciaba su mejilla esperando a que despertara. Un nuevo pasatiempo era verle despertar, somnoliento abriendo sus ojitos, uno por uno sus ojos para mí eran verdaderamente cautivadores.

Lo primero que hice fue robarle un beso en los labios.

—¡Ay! —. Solto una risa y me atrajo con más fuerza —. Quiero otro —. Pidio estirando sus labios y yo sin protestar le di uno más lento y lleno de amor.

Si me hubieran dicho que un día amanecería con alguien a mi lado me hubiera reído, pero aquí estoy gracias a Neteyam y Lo'ak. Los odio, pero les quiero tanto por empujar a Rotxo encima mío para que por fin tuviera el impulso de besarme y confesar sus sentimientos hacia mi.

—Hoy día tengo que hacer unas cosas—. Le di un último beso en la frente y me sente, pero en respuesta, me jalo a su lado.

—No quiero que te vayas—. Bufó y coloco su cabeza entre el hueco de mi cuello.

—Yaa, si no estaré todo el día ocupado, si me retrasas tardaré más y quiero estar harto tiempo contigo—. Le mire y él me miro. Tenía los ojitos de perrito lastimado y yo arqueé una ceja.

—Bueno, pero me la pagarás más tarde. Yo tengo que hacer unas cosas con Aonung y los demás, nos vemos después. Te quiero —. Me dió un besito para levantarse y salir de la choza. Enseguida entro, Tsireya.

—¿Qué pasa, Otoru? ¿Por qué no estás listo? La marea ha traído muchas cosas lindas ¡Ven!—. Su tono de voz sonaba tan alegre que casi me lo contagia, me tomo de mis brazos para levantarme.

Tome mi bolso, papeles y lápiz, se los había pedido prestado a Jake y me entrego muchos así que los tome y sali corriendo con Tsireya.

Era cierto, la marea había traído cosas preciosas: muchas conchas de distintas formas y tamaños y piedras preciosas, sin tardar tome unas cuantas y después de tener las que quería me senté a escribirle una carta a Rotxo.

No sabía cómo empezar. “Querido” “Chico sexy” “Hombre de mis sueños” al final me decidí por bombita linda y empecé a escribir. Hoy día era un día especial al menos para mi, hoy día quería entregarme a él.

Quiero que nos unamos, lamentablemente había una opresión que invade mi pecho, una agonia enorme porque no sé si él querrá lo mismo.

Levanté mi vista del cuaderno y vi como Tsireya creaba unas pulseras y más allá del agua estaban los sully junto con Aonung y Rotxo.

—¡Otoru! Oye ¿estás bien?

—Si, solo que ya sabes estoy nervioso no sé si él querrá.

—Oye, oye el querrá, lo se, los veo a ambos, son tan melosos sus miradas los delatan. Cálmate porque con tanto estrés no podrás escribirle una carta bonita.

—¿Sera demasiado tonto hacer esto? —. Me dió un golpe en la cabeza—. ¡Ya! ¡Entendí tu punto! Ay Tsireya...Debe ser tan fácil entre tú y Lo'ak un chico y una chica.
—Otoru si piensas que no podrás hacer feliz a Rotxo por ser un chico o ser feliz por aquello, estás incorrecto. Es lo mismo solo que es chico y chico nada cambia, sigue el amor, tal vez no puedan tener crias, pero siempre existen segundas opciones.