Neteyam

1.5K 90 3
                                    

No podía dejar de admirar las estrellas, su brillo me cautivaba cada vez que me detenía a observarlas. Era el único lugar donde me sentía segura y dónde probablemente me sentía yo.

Un día querre volar y ver más allá del cielo, conocer a las demás cosas o criaturas que nos rodean al rededor y enseñarle a los más pequeños historias alucinantes que los deje impactados.

-Matku, despierta no te quedes dormida te traje la cena, otra vez.
-No tengo hambre-. Respondí dándole la espalda.

-Debes comer, mira que no has comido en días y me enteré que te vas a ir, necesitas energía-. Se sento a mi lado, dejando la comida a mi costado.- ¿Por qué?

-Quiero conocer y enseñarle historias a los niños de otras tribus. Tal vez vivir en otra. De verdad que no quiero comer-. Cerre los ojos, no quería escuchar. Hace días me había empezado a sentir mal con mi cuerpo, por qué era distinto al de las otras na'vis; soy gordita, tenia más de todo, con curvas, pero no me gustaba. Muchos se burlaban de mi cuerpo por ser diferente, aunque solo me guardo eso para mí, nadie más lo sabe.

-¿Sabes? No me iré de aquí, hasta que te comas eso. Es tu comida favorita.

Me coloque un tapado largo que yo misma confeccióne con hojas, plumas y unas cuantas ramas y me senté a su lado, lo tenía más cerca que cualquier otra chica de la aldea.
Me voltee para verlo. No podía negarme a su carita de gatito perdido. Él siempre ha sido mi debilidad, a pesar de que le guste alguien más.

-Comere un poco. Dame ese plato-. Le pedí y me la paso mostrando una sonrisa en su rostro, cautivadora comí siempre, su colita comenzó a moverse.

-¿A dónde planeas ir primero?
-Al clan Metkayina, hay muchos niños y las criaturas del mar dicen que su alucinantes.
-¿Cuando te irías y cuánto tiempo?
-En unos días, aproximadamente y...no lo sé, tal vez para siempre o un largo tiempo.
-Wow...no sé cómo podré sobrevivir sin ti-. Ja, sobrevivir, no vivir sin mi. Baje mis orejas apenadas. Se me quitó el hambre-. Quisiera mañana que nos veamos quiero darte unas cosas para tu viaje.

-Claro. Nos encontramos en el puente en la noche.

Deje la comida de lado y me levante rápido. Me fui de ahí sin mirar atrás ¿Por qué razón voltear? Si ya nunca más lo volveré a ver.

A la noche siguiente nos juntamos en el mismo sitio. Lo que él no sabía es que esa misma noche partiría.

-¡Hola, Neteyam! Linda noche ¿No lo crees? -. Me arregle, me puse bonita para la ocasión, me sentí bien conmigo. Se acercó sonriendo de oreja a oreja y me ofreció un canasto.
-Son hierbas, vendas, comida y unos cuantos regalos por parte de, Tuk. Ah y mi madre te envía esto-. Me entrego un arco, se notaba que había tardado tiempo en hacerlo estaba detallado a mano y pintando con suma delicadeza.

-Muchas gracias y dile a los demás gracias de mi parte igual. Lo extrañaré, mucho. Sobretodo a ti...-. eso último lo susurré para mí, aunque no estoy segura si me escucho. Quería seguir hablando, hablar hasta el amanecer, escuchar un cumplido.

-Bueno, me tengo que ir-. Me quedé perpleja en mis sitió, era su mejor amiga, me iba a ir, pero se va como si nada.-Una linda chica me está esperando. ¡Suerte cuidate! -. Sin otra cosa que hacer se colgó de las lianas llendo a su lugar citado.
Llore, grite, rompí lo que traía puesto y me coloque mi tapado. Me sentía botada, nunca podría escucharle al menos un te quiero, él no veía nada en mi.

...

Habían pasado unos cuantos años desde que me marche del bosque. Los Metkayina al principio no querían incluirme, pero de a poco yo me fui adaptando y ellos a mi, logré ganarme la confianza de todos, sobretodo de, Rotxo el mejor amigo de Anoung. Al principio empezó ayudándome con los niños, a los paseos y a recrear actividades y luego fue acercándose para enlazar nuestras manos.
Un chico muy carismático. Fue con él que di mi primer beso, aún no nos hemos unido ante Eiwa, pero porque aún queremos tiempo.

Un día enseñándole a los niños sobre los ikranes sonó la alarma, tuve que calmar a todos los niños junto a Rotxo antes de salir.
En ese momento me quedé estupefacta no podía creer lo que mis ojos veían, era, Neteyam junto a su familia, pero no le veía acompañado de alguien.

Tome la mano de, Rotxo y me acerque a ellos, aunque no me gustará recordar el pasado con, Neteyam tengo bonitos recuerdos con su familia.
Llegué hasta donde ellos y los saludé.

-Los veo, sully...-Me respondieron el saludo. Neitiri sonrió al verme, era una mujer valerosa que siempre estuvo ahí para mí, ella sabía de mis antiguos sentimientos hacia su pequeño, pero lamentablemente no podía mandar el corazón de su hijo.

-¿Los conoces? -Pregunto Rotxo en un susurro cerca de mi oreja, causandome escalofríos por mi cuerpo, mientras estos estaban siendo inspeccionados por Ronal.

-¿Te acuerdas del chico que te conté antes, lindo? -Le pregunté en un susurro. Asíntio con la cabeza y note que miro a Neteyam, cuando los dos toparon sus miradas, ví que hubo fuego en las miradas de ambos.

Luego dirigí yo mi mirada a Neteyam, se le veia más fuerte, más imponente y con el tiempo todavía más guapo, que cuando éramos jóvenes.

...

Estaba enseñándoles un baile, Metkayina a los niños que insistieron tanto en aprenderlo y yo no pude negarme a sus pucheros tan adorables, asi nos hice faldas y otros accesorios. Querían presentarlo al pueblo y durante un receso que los pequeños iban al agua, fui interrumpida por una voz grave.

-Hola, Matku. Te ves preciosa como siempre lo has sido-. Ahora me daba cumplidos, antes me pedía que le ayudará a dárselos a alguien más.

-Hola, Neteyam-. Mi tono de voz fue áspero y cortante. Vacile antes de voltear a verle- Estoy ocupada ¿Qué no ves?

-Si te veo, pero ¿sabes? Necesito que me mires y me escuches.

-¿Necesitas un consejo de amor? Ya te he escuchado lo suficiente. Pronto volverán mis niños, largo-. Sin una pizca de vergüenza, se sentó a mi lado y tomo mis manos y me obligo a mirarlo.

-Lo'ak los está distrayendo. Tenemos tiempo-. Soltó mis manos y yo me Cruze de brazos, arqueando una ceja, esperando lo que sea que tenga que decirme.- Fui una persona desatenta cuando te fuiste, ni siquiera me despedí bien. Y por suerte del destino estamos aquí los dos...Quiero que sepas, que cuando te fuiste no me di cuenta de lo mucho que me hacías falta para vivir. Eres como el agua y como el aire, te necesito, te adoro y te respeto.
Nunca me había dado cuenta que me atraes, eres atractiva en muchos ámbitos, no solo físicamente.
Mi madre y padre me guiaron en el camino para saber quién realmente me gustaba y todo apuntaba a ti, Matku...tú eres mi vida.- Ví cómo se acercó rápidamente con los labios extendidos a besar los mios labios, pero yo di vuelta la cara sintiendo esos labios, que tanto desee besar alguna vez en el pasado, en mi mejilla.
Sentí las lágrimas brotar de mis ojos.

-Neteyam ¿Por qué ahora? Estoy con, Rotxo y lo amo y que tú llegues después de AÑOS -. le reclamé recalcando el años.- No es justo para mí, te ame muchísimo, demasido, pero yo ya te solte y estoy feliz con alguien que amo. desde el principio no me vio como segunda opción cuando fui a otro clan a enseñar.

Agachó la cabeza avergonzado, escuché como sollozaba, note sus orejas decaídas y como las lágrimas caían al suelo. Lo abrace, aunque ya no nunca reviva el amor que le tuve en un tiempo, nunca dejare de apreciarlo.

-Llegue demasiado tarde. Me lo dijo mi madre y mi padre, pero nada perdía con intentarlo.

-Neteyam...-. Lo abrace con muchas más fuerza.- En otra vida yo aún sigo amándote. Te veo, pero yo ya soy feliz con un chico espectacular a mi lado. Te pido que te vayas de aquí ahora, por favor.

-Seguiremos hablando ¿No?

-Como amigos, por supuesto-. Forzó una sonrisa, me partió el alma. Nunca he visto que haya forzado una, pero no podía aceptar que entrará nuevamente en mi corazón.
Limpie mis lágrimas y me arregle el cabello, de pronto sentí unos brazos grandes y fuertes acurrucarme hacia su pecho, se sentía calido y suave.

-¿Estás bien? Escuché todo, perdón...casi me meto cuando intento besarte, pero ví que manejaste la situación-. Dijo mientras solto una risita risueña, con su mano empezó a acariciar mi vientre abultado.

-Te veo, Rotxo y estoy segura que nuestra criatura también.
-Las veo-. Me brindo un beso lleno de amor y dulzura en los labios, hasta que escuchamos un:
Iugh! Proveniente de todos los niños y los dos nos reímos de las reacciones de estos para continuar con la clase de baile.

ONE SHOTS //AvatarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora