Capitulo 15

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Aynari

Despierto temprano, ya había amanecido pero los chicos seguían dormidos.

Me siento frente al Mauri con los pies en el agua. Lo que paso en la noche vino a mi mente. Que vergüenza, estos niños de hoy en día no tienen respeto por los mayores.

-Idiotas.- Dije pasando una mano por mi cara.

De un momento siento un pinchazo en mi brazo derecho, justo en la herida. Miro y la venda esta negra, se había empapado de mi sangre.
Entonces recordé que yo tenia que ir a cambiarlas todos los dias, pero no lo he hecho.

-Aynari.- Neteyam habla llamando mi atención.

-Si?- Me paro.

-Que te pasó? - Tomo mi brazo mirándolo de cerca.

-Ah eso, es solo un rasguño. Pero tengo que ir a cambiar la venda. Ayer lo olvide.- Pase una mano por mi nuca.

- Tienes que ser mas cuidadosa.- Suspiró.
- Te acompaño a donde sea que tengas que ir para checar eso.- Señalo mi brazo.

-No es necesario.- El separó los labios para decir algo, pero no lo deje.
- Aunque esta bien, acompáñame.- Pensé en lo parecido que podría ser con su madre, ella podía ser testaruda en algunos momentos.

De tal palo a tal astilla dicen. Lo'ak también era igual a sus padres, especialmente a Jake.

-Bien.- Dijo esperando a que lo guiara.

Empecé a caminar hasta llegar al Mauri que había venido anteriormente con Aonung.
Y hablando de roma, él estaba ahí.

-Pensé que volverías cuando se te estuviera cayendo el brazo.- Dijo con burla Aonung. Pero su semblante se puso serio cuando vió a Neteyam detrás de mi.

-Lo había olvidado.- Pasé una mano por mi nuca.

- No es raro viniendo de ti.- Tomó unas cosas y señalo un cojín para que me sentara.

Me senté y le hice señas a Neteyam para que también se sentara y no quedara modo tieso ahí parado. Este hizo caso poniéndose a mi lado

-Primero la herida de bala.- Se colocó como la ultima vez, apresó mi muslo entre los suyos y tomo mi brazo de la misma manera.
Mientras quitaba la venda pude ver el arañazo que le había hecho.

Apreté mi puño cuando Aonung coloco ungüento, seguía ardiendo un poco. Miré a Neteyam y este estaba tenso mirando directamente a mis muslos y los de Aonung.

Le hice una seña estirando mi mano y el miro a mis ojos mientras estiraba la suya. Tome su antebrazo apretandolo cuando me ardió.

-Auch.- Se quejó.

-Ni te quejes, a él lo arañé la vez pasada.- Señale a Aonung.
- Ademas, es el precio por ser mi acompañante.- Le guiñé un ojo y él bufo, pero no quitó el brazo.

Aonung rió bajo, se levanto y coloco detrás de mi para tratar la herida de salida. Neteyam frunció el ceño con confusión.

-La bala atravesó mi brazo.- Comenté y Neteyam asintió.

- Que te pasó en el otro?- Miró mi brazo derecho.

-Pues las personas del cielo pusieron un rastreador en mi; así que tuve que cortarme el brazo para destruirlo.- Suspire sintiendo ardor.

-Debió de ser profundo para que empape así la venda.- Me miro con pena.

- Si, lo es.- Apreté nuevamente su brazo.

-Ya esta llorona, solo queda poner una venda limpia.- Se paro para colocarse en frente de mi, ya tenia la venda en sus manos.

-Llorona?- Preguntó neteyam.

- Al skxawng le gusta decirme así solo por que me quejo ante el ardor.- Rodé los ojos.

Neteyam dio una risa nasal.

- Ya esta. Ahora hay que verificar las suturas. Así que tendrás que correrte de su lado.- Aonung lo miro desafiante.

-Puedes cambiarte para el otro lado.- Dije rápidamente al ver la expresión en su rostro, no se veía contento con el tono que estaba usando Aonung.

Neteyam se paso sin decir nada y se volvió a sentar esta vez a mi izquierda.

Mientras quitaba la venda sucia de mi brazo sonrió con victoria.
Neteyam rodó los ojos ante su actitud.

-Mmm.- Exclamó mirando la herida.

-Que?- Lo mire con el ceño fruncido. No quería que tuviera que volver a suturar.

-Tranquila miedosa, no te voy a cambiar las suturas. Solo tengo que ajustarlas, al parecer la venda y el agua hizo que se movieran.

-Va a doler menos? - Pregunté. Él solo asintió y se paro.

-Te dolió mucho la primera vez?.- Pregunto Neteyam susurrando para que solo yo escuchara.

-Si.- También susurre.
¿Por que? La verdad ni idea.

Esta vez Aonung se colocó a mi costado y no al frente como la ultima vez. Agradecía por que Neteyam tenia una cara de pocos amigos en esos momentos.
¿Tan mal le cae?

Sentí como el hilo se deslizaba en mi piel. Dolía, pero era preferible esto a que me quitara el hilo y volviera a poner otro.

Sentí la mano de Neteyam tomar la mía dándome un poco de consuelo; cuando sentí dolor nuevamente apreté su mano.

-Listo.- Alejo las manos de mi y se las limpio con un pedazo de tela que tenia a su lado.

-Ya esta?- Paso rápido el momento.

-Si, esta vez no lo voy a vendar, creo que estará más segura así.- Ten cuidado cuando duermas, podrías volver a soltar los puntos.- Yo asentí

-Muchas gracias.- Neteyam y yo nos paramos. Me di cuenta de que teníamos las manos juntas aún y me solté.

-Trata de no olvidarte de volver mañana. Sino no mejoraran.- Dijo refriéndose a mis heridas.

- Si mamá.- Salí corriendo tomando a Neteyam del brazo mientras escuchaba los bonitos insultos de Aonung.

-Ya estamos lo suficientemente lejos.- Neteyam me tomo del brazo intentando pararme, a lo que choqué con su pecho por la velocidad.
Su cuerpo era firme, muy de mi tipo.

-Lo siento.- Me separé riendo agitada.

- Esta bien.- Sonrió.
- Él estaba molesto.- Rió siendo contagiado por mi.

-Si, lo estaba.- Tomé aire tratando de estabilizar mi respiración al igual que él.

-Debería ir a alimentar a Acka antes de que sea el momento de nadar.- Comencé a caminar.

-Voy contigo. Aneb debe estar con ella.- Me alcanzo y sonreí.

- El que llegue ultimo tendrá que imitar a un Ikran.- Empecé a correr.

-Oye eso es trampa!- Corrió detrás de mi intentando agarrar mi cola.

-Quizá!- Sonreí corriendo lo mas rápido que pude, él me estaba alcanzando.



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