Capitulo 30

946 106 5
                                    

Aynari

Corrí demasiado y la herida me ardía un poco. Aunque no pienso volver a que vea la revise hoy.

La isla no era muy grande, pero si lo suficiente como para perderse en ella.
Habíamos explorado bastante el océano pero no tierra firme.

 Estaba entre palmeras y arena, también había rocas grandes que no me dejaban ver a lo lejos.

-Donde demonios estoy..- Me había concentrado tanto en correr que antes ni me di cuenta de lo perdida que estaba.

Cansada me siento en la arena y doy un largo suspiro. Luego de unos minutos me pare y analicé el lugar. 

Una idea vino a mi mente y giré, quizás podía recordar algún camino de regreso.
Empecé a caminar por donde se supone que vine, pero seguía perdida. Todo se veía igual.

De un momento a otro empiezo a escuchar un quejido que viene del agua. Camino hacia la orilla y puedo ver aun ilu en la arena. 

Eso es raro, ellos no descansan en la arena. 

Me acerco a este, lo recorro con la mirada y me doy cuenta de que tiene lastimada una aleta. Despacio me acerco para no alterarle y trato de inspeccionar la herida, cuando fui a levantar su aleta, ya que la herida seguía por debajo, el ilu se queja. 

-Lo lamento amigo, no se como ayudarte...- Lo miro con pena y lo acaricio. Este se acerca a mi y termino abrasándolo.

Cierro los ojos y a pesar de la situación sentí paz por un momento. 

Pero algo inesperado pasó. 

Un dolor insoportable en mi hombro se instaló. Oí como si algo se quebrara y el dolor se triplico, ahora también sentía ardor en la espalda.

Ante el intenso dolor di un grito. Es como si me hubiera golpeado contra algo en este preciso momento. 

Me separo bruscamente del ilu y toco mi espalda. Cuando miro mi mano vi mi sangre en ella.
Eso era imposible.
Yo no me había lastimado...

Miro al ilu y este estaba feliz, ya no estaba herido. Este hace unos sonidos y se va nadando tranquilamente.

Estoy confundida. ¿Que acaba de pasar? Esto es imposible.

El dolor era grande pero aun así creo poder soportarlo si intento llegar. Lentamente me paro, por reflejo muerdo mi labio inferior tratando de ahogar un grito pero me fue imposible, el brazo se había balanceado y eso había dolido demasiado.

No tengo el control de mi brazo, así que con la mano izquierda lo tomo tratando de mantenerlo firme sin que me doliera tanto.

Retengo quejidos de dolor mientras camino sin rumbo tratando de enconar a los marui.

Luego de unos pocos minutos escucho a alguien gritar mi nombre.

- Aynari! - Miro hacia arriba ya que de ahí venia y veo a dos Ikranes decender delante de mi.

-Gracias gran madre...- Susurro para mi agradeciendo que me habían encontrado.

-Estas bien?- Los hermanos sully hablan a la vez mientras se acercan rápidamente a mi.

- Realmente me gustaría decir que si.- Les muestro mi espalda.

Los dos me miran con preocupación.

-Que pasó?- Neteyam intenta tomar mi brazo, supongo que para ver mejor la herida, ya que esta iba de mi espalda hasta mis costillas por debajo del brazo; pero yo lo esquivo y doy un paso atrás.

-No me toques el brazo. Creo que se me ha descolocado el hombro.-  Al decir esto veo como su preocupación aumenta.

-Tenemos que llevarte ya. Esto esta un poco lejos de los Marui, así que tendrás que ir en Aneb o kilvan.- Señala los ikranes

-Río?- Miro a Lo'ak y asiente afirmando que ese era el significado del nombre de su ikran.

-Marui?- Lo'ak miro a neteyam

-Así se llama donde vivimos.- Contesto su duda

- En cual vas?.- Neteyam pregunta con inquietud. 

-El mas rápido.- Cuando dije eso Lo'ak sonrió y su hermano al verlo rodó los ojos.

-Vamos.- Dijo tomándome de la cintura delicadamente para intentar que no me doliera nada y me ayudó a subir en su Ikran. 

Se colocó detrás de mi y estableció el vinculo mientras pasaba los brazos por los costados de mi cintura, así comenzando a volar lo mas rápido posible.

Neteyam hizo lo mismo siguiéndonos.

Ya en el aire podía visualizar los Marui. Era cierto que de donde estaba era un poco lejos para llegar.

-Por que saliste saliendo así?- Lo miré por encima del hombro y el tenia la mirada fija en el camino.

Sus trenzas se movían descontrolada mente por el viento al igual que las mías; al parecer no las lleva atadas.

Sus trenzas se movían descontrolada mente por el viento al igual que las mías; al parecer no las lleva atadas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sol hace que sus ojos brillen en un dorado cálido, le favorece mucho. Se ve demasiado bien en este momento.

-Esta bien si no quieres contestar eso, pero al menos dime como te hiciste eso.- Ahora su mirada estaba posada en mi. 

Trague saliva antes de contestar.

-Yo... bueno, no me gusta las discusiones. Ademas eso me hizo pensar en...- Recordé como me sentí cuando estábamos siendo perseguidos por el animal marino hace poco.
- No importa, el punto es que no quería discutir sobre eso.- Lo'ak asiente volviendo la vista al frente.

- Bien. Y que pasó con tu hombro.- Yo seguía admirándole sin ninguna vergüenza.
No me iba a privar de eso, seria una verdadera pena.

- Realmente no lo se, es confuso.- Volví a mirar al frente, ya estábamos por llegar.

- Bueno... ya hemos llegado.- El ikran aterriza en la arena haciendo volar un poco de esta.

Neteyam rápidamente hace lo mismo y se baja para ayudarme. Él me toma de un costado y Lo'ak del otro. Obviamente cualquier movimiento duele, pero no me iba a quejar.

- Que pasó?- Aonung salió de la choza al ver que habíamos llegado en Ikran. Prácticamente de que vinimos aquí no los habíamos utilizado por obvias razones.

-Ella esta herida y uno de sus hombros se disloco.- Neteyam habla rápidamente.

- Bien, entren. Yo voy a buscar a mamá.- Aonung empieza a caminar rápido saliendo de nuestra vista.

-Neteyam!- Se escuchó la voz de Jake a unos metros, parecía enojado.

-Que paso?- Neytiri hablo mirando preocupada a sus hijos.

Kiri y tuk iban detrás de sus padres con cierta preocupación en sus rostros.

Supongo que quieren una explicación sobre los Ikranes, ya que están prohibidos.

Avatar // RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora