HP.4.3 Cartas para Gun #3.5
A veces el amor pierde el rumbo, pero cuando es verdadero, siempre encuentra el camino.
🍒 Contenido sexual explícito.
🍒 Lenguaje no apropiado.
🍒 Si eres sensible y/o de mente cerrada, por favor evita continuar.
🍒 Bo...
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—¿Qué estabas haciendo? ¿Por qué tardaste tanto?
Tay vuelve a preguntarme por enésima vez desde que llegué a la cafetería cerca a nuestra casa.
—Nada... ¿Por qué insistes en preguntarme?
Tay se inclina sobre la mesa, consumiendo todo el espacio posible entre los dos y sus pupilas se centran en las mías. Lucho contra la necesidad de echarme hacia atrás o de plano salir corriendo, pero no hago nada, en cambio me quedo estático.
—Cuando mientes te pones todo rojo. —me dice y siento su aliento golpear en mi rostro, porque está demasiado cerca—. En realidad, creo que te pones rojo incluso cuando respiras. Pareces un niñito, todo tierno y apachurrable. Sabes que eso me gusta mucho, ¿no?
Abro la boca para hablar, pero la vuelvo a cerrar, porque no se me ocurre nada para decir y siento que mi cara se pone aún más roja y por supuesto, él vuelve a reírse mientras se levanta y coloca, su silla junto a la mía.
—Deberíamos pedir la cuenta. —digo finalmente, casi tartamudeando.
—Buena idea. —Dice él y llama al mozo que nos atendió antes— ¿Tienes planes o puedo raptarte? —me dice en tono un tanto cómico— ¿Vamos por unas bebidas?
—Vivimos juntos Tay. Y no, no podemos ir unas bebidas, somos menores de edad. —le respondo, mientras paga la cuenta.
—Anda... —Se levanta y extiende la mano, para ayudarme a levantar— Vamos —me da un toque y me pasa la mano por el hombro, obligándome a caminar junto a él una vez que el mozo nos entrega el cambio—. Tengo un plan.
—¿Qué tipo de plan? —lo miro de soslayo— Tay dime que es lo que necesitas decirme, te conozco tanto como tú a mí y sé que hay algo que está dando vueltas en tu cabecita y te tiene ansioso.
—Vamos. Compláceme —hace un tierno puchero— me lo debes por haberme mentido, sé muy bien que otra vez fuiste al hospital y te sentaste toda la tarde a esperar a Mild, mientras que yo tuve que quedarme solo en casa esperando que llegaras.
—Tay...
—Okey, okey, tienes razón. Necesitamos hablar.
Y así fue como todo empezó a cambiar.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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