17. Juntos

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Hace un año, apenas me gradué de la universidad, tomé mis maletas y me mudé a Madrid, Tay había estado muy saturado con las clases en la universidad y la construcción del hospital —como yo con mi internado— y durante un año completo, casi fue impo...

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Hace un año, apenas me gradué de la universidad, tomé mis maletas y me mudé a Madrid, Tay había estado muy saturado con las clases en la universidad y la construcción del hospital —como yo con mi internado— y durante un año completo, casi fue imposible vernos. Ninguno de los dos podía viajar, así que cuando llegué a Madrid, lo único que hacíamos era permanecer juntos.

Un día que Tay estaba realizando trámites para el funcionamiento del nuevo hospital, pasamos por el Registro Civil y sin dudarlo registramos nuestro matrimonio y desde eso ya son seis meses; aunque pasamos unos días en París y Venecia, a manera de luna de miel, no habíamos realizado una ceremonia y obviamente mis padres estaban muy molestos conmigo y Off por no haberles contado acerca de la decisión que tomé de casarme con Tay, pero ya habían pasado poco más de dos años, desde que me lo propuso y entre nuestras clases y el hecho de estar tan lejos —en otro país— el uno del otro, lo único que queríamos era ya ser uno solo.

Justo en este momento, mientras observo a través de la ventana de mi habitación, a todas las personas que amo, reuniéndose, para celebrar con nosotros, no puedo evitar recordar que gracias a lo que pasó en aquel tiempo, es que hoy podemos estar todos juntos, reunidos, una vez más...

«A pesar de haber pasado la noche entre los brazos de Tay, aún me parecía increíble, el hecho de que estuviera conmigo, de que hubiéramos hecho el amor en el auto y en cada rincón del departamento, recordando el tiempo que vivimos juntos.

—No has dejado de suspirar osito.

—Es que... Tay...

—¿Qué sucede cariño?

—Ahora creo sinceramente que cuando dos personas están destinadas, no importa el tiempo ni los amantes que pasen por su vida, en algún momento, el momento preciso, estarán juntas, para no volver a separarse... jamás.

—Pues yo pienso lo mismo, osito y ¿sabes? Tú, además de ser mi destino, eres el complemento perfecto para mi vida que nunca reconocí que estaba incompleta desde el día que me marché de tu lado.

Después de todo lo vivido con Off y Gun, aprendí que un amor tan grande no puede simplemente acabar. Un amor sincero, lucha y sobrevive, a pesar del tiempo, a pesar de los obstáculos, a pesar de los miedos y amenazas que se puedan presentar.

—Tay, quiero estar contigo para siempre, quiero despertar junto a ti cada día de mi vida, quiero ser quien te dé el primer beso al despertar después de haber dormido pegado a tu pecho y rodeado por tus brazos, justo como ahora. Porque nunca se sabe que podría pasar en el futuro, pero eso no quiere decir que tengamos que dejar de vivir el presente, y hacerlo de la mejor manera, amándonos... ¿No?

Después que Tay me sorprendiera de la manera más inesperadamente hermosa, presentándose en Phanadul, luego de habernos dicho adiós de manera definitiva, unas cuantas horas atrás. La felicidad que me embargaba estaba a nada de hacer explotar mi corazón.

—Tienes razón, Osito, yo quiero amarte cada noche, quiero hacerte sonreír, quiero que seas feliz y te quedes para siempre junto a mí, entonces... sé que no es el momento ni la manera más romántica y quizá pienses que es demasiado apresurado de decir, pero... quieres... no inmediatamente, pero... ¿quieres casarte conmigo?

—Sí, sí, sí mil veces sí... es lo que más deseo.

Ese fue el día más feliz de mi vida, parecía un sueño, mi sueño más preciado.»

Al final mis padres comprendieron, pero a cambio insistieron en que debíamos celebrar la ceremonia de nuestra unión, aquí junto a ellos y mi pequeña hermana. Sé que hubiera sido más factible que ellos viajaran, pero... se los debíamos y de paso, todos aprovechamos para estar con nuestras familias, llamémosle un tiempo de vacaciones y además siempre es bueno volver a tus raíces. Así que los once, abordamos un avión.

Y aquí estamos.

Llevamos un mes en Phanadul. Sky y Chimon, se conocieron cuando Gun y Off se casaron y durante este mes juntos, se han vuelto muy unidos. Convivir con Sky hace mucho bien a Chimon, aunque la pequeña Nirin no la pasa muy bien. Chimon es demasiado celoso y acaparador, pero Sky —como buena tía que es— siempre está ingeniándoselas para incluir a la pequeña en sus juegos.

» No he querido decírselo a Tay, pero los últimos días, no me he sentido muy bien. Así que, disfrutar de cada momento, todos juntos, me llena de alegría y es lo que quiero hacer. No necesitamos más que a nuestros seres queridos para ser felices, así que planeo seguir atesorando cada minuto que nos quede en Phanadul.

Observar, como todas las personas que amo, están riendo y disfrutando de la compañía del otro, me hace dichoso y no puedo evitar volver a perderme en mis recuerdos...

«El día en que celebramos el matrimonio de Off y Gun, Mild atrapó el ramo y prometió que cuando se casara, lo haría en el mismo jardín, el de la mansión. Poco tiempo después, mientras todos, esperábamos para celebrar la consumación de su historia de amor, mi hermano y su familia caminaban hacia el jardín envueltos en una especie de burbuja que solo irradiaba alegría, justo como ahora. Y adoro verlo tan feliz. Aunque al inicio tuve mis dudas, finalmente el amor triunfó y nos dio una gran lección.

Chimon luce precioso con su traje, nuevamente es el niño de las argollas, como aquella vez. Mild y Joss lucen muy guapos, como Tay y yo cuando fuimos sus padrinos.

Después de que Tay comprendiera que no podía luchar contra sus sentimientos y terminó aceptando que me amaba y que en realidad siempre había estado enamorado de mí y vino a buscarme, me contó que él y Joss, ya habían llegado a un acuerdo, cuando fueron testigos de una conversación entre Mild y yo, en la que dejamos más que claro cuáles eran nuestros sentimientos para con ellos. Pero que en ese momento no se sintió capaz de hacer frente a todo lo que estaba sintiendo y cuando Joss le declaró su amor a Mild —irrumpiendo en su consultorio mientras ella estaba atendiendo un paciente... todo debido a sus celos, porque Mild me invitó a acompañarla a un congreso— empezó a sentir el deseo de luchar, pero ¿de qué valdría? si de todas maneras yo iba a volver a Phanadul. Así que siguió guardándose sus sentimientos.

Agradezco al cielo porque cambiara de opinión, de lo contrario hoy no estaríamos en este lugar... o quizá si, después de todo, lo del ramo de la novia no es cualquier cosa, mucho menos cuando el que arrojó Mild, fue a dar directamente en mis manos.»

—Luces hermoso —me susurra de pronto Tay, sacándome de mis pensamientos.

—¡¿Oh, cariño?! —exclamo por la sorpresa y él sonríe.

—No me alcanzará la vida, para agradecer a Dios el que me haya hecho conocerte y que además me ames tanto como yo a ti.

—Soy inmensamente feliz a tu lado Tay.

Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y nos fundimos en un dulcebeso que no hace más que fortalecer el inmenso amor que sentimos el uno por elotro, un beso que se siente cálido, un beso que está cargado de sentimientoshermosos que por siempre nos mantendrán unidos. Un beso que nos recuerda que,aunque no estuvimos juntos cuando más jóvenes, ahora lo estamos y juntoscaminaremos hacia la felicidad.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Nuestro Reencuentro (Libro #3.5) - HP4.3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora