2. Como su mejor amigo

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Tenía casi trece años cuando lo supe, que me enamoré de él

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Tenía casi trece años cuando lo supe, que me enamoré de él. Era el chico más atractivo y hermoso del colegio y, además, el mejor de la clase. No fijarse en él, era imposible. Me resultó inevitable y todavía peor, cuando compartíamos las mismas clases.

Mi madre lo sabía y lo aprobaba, ella me daba ánimos, siempre me pedía que le contara sobre lo que me pasaba con él. Me decía que un día deberíamos salir juntos y así podríamos entablar una relación; pero había un detalle, a él no le gustaba yo, porque siempre quiso salir, solo con Joss Way-ar, el futuro doctor, alto, moreno, hermoso y millonario amigo suyo y que, además, era su tutor. Oh y un detalle importantísimo, era mucho mayor y experimentado que yo.

Y eso, me desarmó completamente. Bajó mis esperanzas de inmediato, llevándome finalmente a darme por vencido cuando cumplimos quince años y comenzó a hablar de que quería ser doctor y que sería pupilo de Joss, que trabajarían juntos, que ansiaba terminar el colegio e ir a la universidad y en fin... tenía una vida planeada junto a él.

Parecía muy enamorado y yo no quería entrometerme, aparte, claro, Joss se hizo amigo mío también. En realidad, era un chico muy agradable, además de guapo e inteligente, pero no tanto como Tay, para mi él era único.

Y aunque Tay solo me viera como un amigo más, yo siempre estaría dispuesto a estar con él, no me importaba que nunca me viera con los ojos con los que veía a Joss. Así que solo me quedaba alejar cualquier pensamiento romántico y permanecer junto a él, como su mejor amigo, mientras trataba de superar mi enamoramiento. Pero superar mi enamoramiento por Tay sería un poco difícil, porque siempre estábamos juntos, en clase, en el receso e incluso haciendo los trabajos de equipo, en el club, en las reuniones sociales, en todo momento y lugar siempre estuvimos los dos.

Con el tiempo decidí centrar toda mi atención en otra cosa o mejor dicho en alguien y realmente no es que estuviese enamorado, por Dios ¡no! pero algo en mí, sentía atracción, no por su físico sino por su cerebro. Sí, ella era muy inteligente además de hermosa, y para variar, mayor.

Mild estudiaba psicología, en la misma universidad que Joss, también eran muy amigos, desde la infancia, y hacían las prácticas en el mismo hospital. Cuando no estaba con Tay, que eran muy pocas veces, iba a verla y pasaba horas platicando con ella, me gustaba mucho que me contara acerca de los casos que atendía y así se me pasaba el tiempo y evitaba pensar en él. Pero finalmente, eso solo resultó por un tiempo, porque cuando la abuela de Tay murió, y él se quedó solo con su hermano mayor comenzamos a vivir juntos.

Mis padres viajaban todo el tiempo y aunque cuando era niño, los acompañé a todos sus viajes, había crecido, y mi padre decidió que era tiempo de vivir solo, de quedarme en un lugar cerca de la escuela. Claro, nunca me dejarían realmente solo, era obvio que necesitaba supervisión, así que de eso se encargaría mi tía. Ella iba a graduarse pronto en ciencias políticas, así que vivía con ella y Tay.

Tay no tenían más familia que su hermano Gun, ellos se habían quedado solos en el mundo y aunque lo lógico hubiera sido que vivieran juntos, mi amigo, decía que era mejor que no, pues deseaba sentirse independiente... pero vivía conmigo, teníamos una sirvienta que nos atendía a los tres, así que muy independientes no éramos.

Mi tía, era amiga de Joss y de Mild, así que supongo que fue más por eso que Tay quiso quedarse conmigo, y, a decir verdad, yo estaba encantado de que lo hiciera.

Viviendo juntos, compartimos momentos que inevitablemente solo hacían crecer, más y más, en mi corazón, el amor.

Tay era muy reservado en lo referente a temas personales, pero yo lo conocía muy bien y sabía cuándo algo le molestaba, así que cuando lo noté extraño, supe que tenía que decirme algo importante, claro que en ese momento no tenía idea de lo que sería.

Mi amigo tenía su vida decidida, pero a veces las cosas no salen como pensamos.

De un momento a otro, todo cambió.

La vida lo sorprendió. Nos sorprendió a los dos.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Nuestro Reencuentro (Libro #3.5) - HP4.3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora