Game Over [Changlix]

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Usualmente pensar que alguien le diría tiempo atrás que después de cuatro años se volvería a encontrar con la persona que le rompió el corazón y volvería a enamorarse de él, lo haría reír, porque es cierto que no le creería.

¿Esperaba volver a enamorarse de él? Jamás, ni esperaba volver a encontrárselo. Tampoco que lo vería tan distinto y que esa necesidad de ayudarlo surgiera en él. Verlo salir de aquel pozo fue como apreciar a un ave sanar sus alas, enseñarle a volar de nuevo.

¿Él volvió a volar a costo de que tú te apagaras? No, simplemente hay personas que no toleran la felicidad de otros. Pero ¿te arrepientes de ayudarlo? ¿amarlo? Tampoco, porque hacerlo te hace feliz, aunque la respuesta de si eres correspondido es incierta.

Por ello tú crees en el amor, porque va más allá de correspondencia, es algo tan transgiversado en la actualidad que pocas personas logran apreciarlo. Encontrar lo bello en cosas y acciones sencillas, pero significativas; a ti no te importaba que Changbin no mostrara signos de corresponderte, te hacia feliz verlo sonreír cuando hablaba contigo o halagaba los brownies que preparabas para él.

Tú fuiste y eres feliz con aquellos detalles pequeños que llenan de amor tu lastimado corazón. Podrías asegurar que tu vida podría ser material para una novela, ya habías pasado el punto más alto de la montaña rusa; sin embargo, no sabías que la escritora tendría más sorpresas para ti, más lágrimas, atardeceres triste y noches donde la luna no te pareció bonita. ¿Era necesario tanto dolor? Aquello solo terminó por romperte ¿cierto?

Pero como en toda historia volverías a levantarte y tratar de buscar tu felicidad, ¿Dejaste de creer en el amor después de todo? No, terminaste creyendo aún más en él al ver cada mañana en tu buzo una nota junto a un dulce.

¡Hola Sol!

¿Ya te dije lo hermoso que eres aun sin necesidad de brillar?

No te rindas Lixxie, eres maravilloso.

Cambio y fuera.

PSDT: Jeongin despertó y te manda saludos.

Aquellas notas, como olvidarlas, fueron el soporte que necesitabas para no creer que habías perdido todo, los días pasaban y poco a poco empezabas a perder el miedo, dos meses después permitiste que Jisung viniera a visitarte y cogiste el móvil eliminando cualquier red social, dejando solo la mensajería. ¿Deberías escribirle?

—Sabes, alguien me dijo una vez: Nunca lograras nada si no empiezas ahora.

—Tengo miedo, Hannie ¿Si solo lo hace por lastima? —cuestiona mirando la cajita llena de notas al costado de su cama.

—¡No seas tan pesimista!

—¡Ni tú tan optimista! —reprocha Felix haciendo un puchero.

—Okey, sentí que ya vivimos esto —exclama Jisung frunciendo el ceño dudoso—. Bueno, no hay prisa, él te está dando tu espacio. Pero apuesto por los gatos de Minho que Changbin siente lo mismo que tú.

—Ya dejemos eso y dame un abrazo ¿sí? —pide con un puchero el rubio extendiendo los brazos como un gato.

—Lo que tu pidas, bebé —responde Jisung animoso corriendo a abrazarlo.

Su vida no había cambio, él sí. Aun así, seguiría amando cada oportunidad que tenía para apreciar el amor.

◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇

¿Alguna vez hicieron algo de lo que luego se arrepintieron? ¿Se avergonzaron al recordarlo?

Felix, sí. Mentiría si dijera que no estaba avergonzado cuando realmente se moría por ello, escondió su rostro en la almohada mientras pataleaba soltando un gritito. ¿Motivo? Había coqueteado descaradamente con Changbin por mensaje y este no se inmuto, más bien le siguió la corriente ¿era aquello un sueño? Que alguien de una vez le dé una patada para despertar.