Alianza

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Capítulo 32

Gahyeon

—La espada fue oculta en esa cripta desde hace miles de años y al igual que tú, escuchamos que fue puesta ahí por un dios. Era nuestro último recurso para usar contra Madre —les explicó el Gaju al llevarlas al lugar donde la guardaban—. Pido perdón por usar a tu humano amigo, pero no tenía de otra.

—Eso no ayuda —dijo Gahyeon molesta—, ¿podemos verla?

El boogoy no parecía muy convencido, pero le ordenó a su ayudante a que trajera aquella arma legendaria, él obedeció no tan contento y mostró una espada guardada en una funda negra. Mirarla en persona era más fascinante que su historia.

—Se dice que solo podías sacarla con un objeto sagrado y sangre mortal. ¿Qué fue lo otro que usaron? —Quiso saber la joven.

Y la respuesta a su pregunta fue su propio collar que alguna vez llegó a portar. El atrapasueños colgaba de la mano del ente.

—Un regalo que me dieron del cementerio en Suwon-down. Ten, ya no lo necesitamos. —Se lo arrojó a la guardiana y ella lo atrapó.

Su collar ya no brillaba ni estaba en buenas condiciones, se lamentó ya que era bastante especial y ahora ya no funcionaba como antes. Sintió una mano apretar su hombro y volteó hacia Jiu que la consolaba con la mirada.

—Así que puede matar a una Diosa —afirmó su líder—, a simple vista parece una espada normal.

—Vean esto y luego comentan.

Al principio, el boogoy mayor parecía indeciso, pero al final agarró la espada y la sacó de su vaina. La hoja relucía a la luz del sol, un cristal dorado adornaba el anillo junto con los detalles platinos; Gahyeon agrandó sus ojos al contemplar el arma, antes de preguntar algo, el Gaju blandió la espada cortando el aire, guio la hoja hasta el tronco de un árbol cercano y atacó su corteza dejando marcas profundas, solo que cuando se separó algo curioso pasó: El árbol no parecía afectado de ninguna parte.

—¿Qué mierda..? —soltó Sua estupefacta—. No tiene ni un solo rasguño.

—Una espada que no corta —vaciló Jiu.

—En efecto, es una espada inútil para combatir... solo puedes usarla para su verdadero propósito. —Asintió el ente recuperando su postura relajada—. Fue hecha para matar a un dios.

—Tú la puedes usar —señaló la arquera—, no lo entiendo.

—Porque aún no prestas atención a los detalles. —Soltó la espada que cayó pesada al suelo y mostró sus manos y brazos—. Mira, guardiana.

De sus extremidades se podía notar quemaduras que hacían su piel caerse. Los boogoys parecían hechos de sombras pero en realidad eran seres que tenían un cuerpo sólido. Las quemaduras se extendían a lo largo de sus brazos y parecía que era doloroso.

—Si abusamos nos puede llevar a la muerte segura —mencionó sombrío—, por eso sería complicado poder usarla.

—¿Y nosotras podríamos? Fue hecha por un ser supremo —comentó Siyeon cautelosa.

—Hay que intentarlo. —Gahyeon quiso tomarla, pero fue apartada con velocidad.

—No tan rápido —advirtió el otro boogoy—, no confío en ustedes.

—Iba a probar si podía usarla, no vamos a hacer nada. —Gahyeon apretó los puños aplacando su enojo.

—Ni siquiera ha cerrado el trato, hasta que no lo hagas no podrá tener la espada —concluyó él hacia su señor.

Como un Deja Vu ||Dreamcatcher ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora