Nota: comienzan los capítulos finales
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Al cruzar el marco del zaguán...
Tras dar ese primer paso sobre el pavimento de la calle, Wonyoung caminó como si fuera uno de sus días normales camino a la escuela: con la frente en alto, reluciente, aniñada y soñadora como toda una joven con muchos sueños y metas por delante, yendo hacia un día escolar más; como si nada hubiera pasado
Yujin ahora era invisible para ella y para todos los que estuvieran caminando por las mismas calles. Además de Wonyoung, ahora toda aquella persona que la conoció también se habrá olvidado de ella. Muy a su pesar, así debió ser desde el principio.
Por otra parte, las fotos que alguna vez pudiera haber tomado Wonyoung de su imagen, ahora Yujin las llevaba consigo, incluyendo las de sus excompañeros de instituto y aquellas con sus amigos de Stray Kids, Eunbi y Leeseo tomadas con el móvil. Ellos también la olvidaron. Bueno, quizá no del todo porque todo el mundo creerá que sólo conocieron a una chica nueva de intercambio que no tuvo nada que ver, sentimentalmente hablando, con Wonyoung.
Yujin siguió a la castaña a la parada de autobús. Se sentaron en lugares separados. Wonyoung sacó sus auriculares y puso su playlist favorita.
—Tienes tanta suerte de no saber nada, Wonnie —decía el querubín, comparando sus situaciones, de modo que es favorecedor para la otra el hecho de no compartir ese dolor de tener que dejar ir a una persona.
Yujin ya estaba lista con su carcaj y arco en la espalda. Durante el camino se dedicó a revisar el expediente Jang-M21-0804 donde había agregado ya casi todo lo que sabía sobre ella. Al final del documento, encontraría el plan escrito a computadora, al cual le estaría dando una última revisada para procurar no olvidar ningún paso importante de su proceso.
En una parada a la mitad del camino, se subió un chico, el querubín lo conocía muy bien pues ya lo había visitado durante la madrugada desde hace un par de noches atrás cuando Wonyoung estaba durmiendo. A Yujin le había costado muchísimo encontrar al joven, él vivía en otra provincia, pero ella hizo todo lo posible para que el joven fuera transferido a su escuela y cambiara de ciudad. No había mejor candidato en toda la metropolis que ese muchacho el cual, curiosamente, era muy similar a ella. (Imagen arriba).
El asiento junto a Wonyoung estaba disponible, justo como estaba planeado. El chico inclinó la cabeza con respeto para tomar el lugar. Wonyoung asintió de la misma manera con una sonrisa amable. Yujin estaba en serios conflictos internos mientras sostenía un par de flechas bien acomodadas en su arco listas para lanzar. Cerró, los ojos, dejó salir un largo suspiro y disparó las flechas hacia esos dos.
De pronto, fue como si dentro del chico hubieran encendido un interruptor cuando lo vio girarse hacia la castaña.
—Hola, veo que también te diriges a la misma escuela —señala el escudo en su suéter.
—Oh, sí, así parece —Wonyoung sonríe amable.
—Yo soy nuevo en esta gran ciudad y no sé dónde bajar, me siento algo tonto realmente, pero ¿crees que podrías ayudarme con esto? A llegar a la escuela, quiero decir.
—No es ningún problema, los dos bajaremos juntos
—Muchas gracias —responde él lo más gentil que pudo.
—¿Y desde dónde es que vienes? —pregunta Wonyoung.
—Vengo de un pueblo en las costas de Hongseong. Vivo con mis abuelos, o vivía, porque en cuanto pueda los traeré a vivir conmigo. Aunque realmente no creo que quieran dejar su casa. Son bastante testarudos —el chico sonrió, dejando ver unos hoyuelos que causarían un cosquilleo en el estómago de la castaña.
—Por cierto, mi nombre es Jang Won Young —estira la mano para estrecharla con él.
—Cierto, a todo esto, olvidé presentarme. Yo me llamo Hwang Ye Jun —realiza el apretón de manos.
—Yejun. Me gusta como suena tu nombre —opina Wonyoung, al sentir que le era familiar y fácil de asimilar. Algo en su interior le decía que tenía que hablar más con aquel joven que acababa de conocer.
Unos cuantos segundos después, ella le indicaría al chico que debían prepararse para bajar. A una calle del camino siguieron hablando de diferentes cosas para conocer mejor el instituto. Yujin podía decir que las cosas estaban yendo mucho mejor de lo que podía decir, es por ello que tenía que apresurarse a utilizar su flecha definitiva, pero para entonces, elegiría esperar a que terminaran las clases luego de que e conocieran mejor.
El querubín se quedó parada allí en la entrada viendo cómo muchos estudiantes corrían hacia las instalaciones porque ya se les había hecho muy tarde. De entre todos ellos, vio pasar a Leeseo a toda velocidad. Sonrió al ver lo despistada que podía llegar a ser esa niña, siempre llegaba tarde.
Mientras tanto, desde la distancia, Yujin se dedicó a escuchar los corazones palpitantes de Wonyoung y Yejun, los cuales conservaban un buen ritmo bien sincronizado, como el que alguna vez pudo haber tenido con su Wonnie al inicio de lo que antes tuvieron. Pasadas unas horas, nuevamente miró su reloj: hora del almuerzo; hora de lanzar otras flechas temporales.
Se metió en la cafetería y vio a Wonyoung junto con el chico nuevo en la misma mesa que Hyunseo y Eunbi. No sabía si agradecer o entristecerse de que nadie pensara en ella. Tuvo que dejar pasar ese sentimiento de lado porque ya no servía de nada, se dispuso a lanzar aquellas flechas. Luego de hacerlo, esta vez se marchó de inmediato para no ver sus interacciones o resultados, pues ya podía suponer los patrones. De cualquier forma, no tenía que estar vigilándolos en todo momento, pues conocía a Wonyoung y conocía Yejun gracias a su expediente; un chico muy gentil y con muy buena educación, aunque a la antigua, gracias a que fue criado por sus abuelos. No había duda de que trataría a Wonnie con el respeto que se merece.
Yujin se había asegurado de que las buenas acciones hechas a beneficio de Wonyoung permanecieran aun cuando ella ya no estuviese presente, pues luego de mucho sufrir, merecía llevar e iniciar de nuevo sin que tuviera esa clase de problemas.
Horas después, el timbre sonó...
El final de otro día escolar terminó. A la salida, Wonyoung venía platicando al lado de Yejun. De pronto, en su caminata, sin querer, Wonyoung atravesaría el cuerpo invisible de Yujin, causándole escalofríos sin que la mayor se diera cuenta, pues el querubín sólo la miraba alejarse a lado del muchacho del cual seguramente no se había separado ni un solo momento.
Yujin volvió a tomar el arco de su espalda y una flecha de su carcaj, la flecha definitiva. Hizo que esta se dividiera en dos al tiempo que les apuntaba con ellas.
Un par de lágrimas salieron de sus ojos.
—Adiós, Wonnie. Ha sido maravilloso ser amada por ti, y un honor amarte —soltó la flecha.
El trayecto de la flecha definitiva, dividida en dos se sintió eterna, como cuando transcurren en cámara lenta. Yujin esperó a que esta diera en los cuerpos de sus objetivos. De pronto, lo siguiente que vio fue que Yejun tomaba la mano de Wonyoung para caminar juntos por la acera hasta la parada del autobús. Lo que sucediera después de eso ya dependería únicamente de ellos dos, pues ya había cumplido con su labor a la manera antigua; obligándolos a amarse el uno al otro.
En un tronar de dedos volvió a la habitación de la castaña para recoger sus cosas antes de que esta llegase.
—Estarás bien, Wonnie —decía mientras palpaba las bellas hojas de una hermosa planta que había dejado para ella en la ventana de su alcoba. Después se transportó al techo de la casa de las Jang, donde había llegado la primera vez, donde todo comenzó y donde ahora todo iba a terminar. Chasqueó los dedos una última ocasión. Esta vez su cuerpo empezó a desvanecerse poco a poco con la ayuda del viento. Ahora volvería a su lugar de origen para siempre.
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02.02.23
Hola, además de este les traigo otros dos capítulitos más :3
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Cupido Enamorado (Annyeongz)
FanficEl mejor querubín de cupido es enviado a la tierra para cumplir con la misión que ninguno de sus hermanos ha podido lograr. Yujin no se dará por vencida. [Inspirado y un poco basado en Love Dive concept] [TERMINADO] Nuevo Fanfic. ⚠️Se a...