⚠️ THINKING OF YOU ⚠️ - [NAMGI] +18

3. PROFESOR ⚡

Min YoonGi y Kim NamJoon, estaban jugando al gato y al ratón, pero, a decir verdad, ya ninguno sabía muy bien cuál era su rol, porque las insinuaciones, las miradas y los comentarios cargados de doble sentido iban y venían de uno y del otro.

NamJoon pensó como un ingenuo que YoonGi dejaría de ser tan seductor y de enviarle señales que lo confundían, pero YoonGi no sabía muy bien el por qué seguía molestándolo. Y NamJoon no se iba a quedar atrás, las clases solo los fines de semana, estaban cargadas de caricias torpes a sus manos al estudiar algún tema, de sus dedos acariciando su cabello dorado cuando hacía algo bien y muchos sonrojos de parte de YoonGi.

El cual se estaba convirtiendo en un omega muy descardo, el rubio posaba una de sus manos sobre su pierna y se pegaba mucho a su cuerpo en cada explicación. Sus ojos brillaban por largos segundos mientras se analizaban antes de apartarse, y el ambiente no podía estar más cargado de deseo y desesperación.

Durante el resto de la semana, YoonGi fluía a un ritmo más acelerado que los demás del curso y por ello, se dedicaba a observarlo con esa sonrisa burlona en su rostro, o mordiendo su labio inferior. Cuando NamJoon pasaba por su puesto, le decía cosas como: "Te ves bien hoy, profesor" y eso era suficiente para que NamJoon sintiera todo el resto de la clase que iba a explotar.

Los fines de semana dejaron de ser suficientes para estudiar y la mitad del tiempo tontear, por lo que, comenzaron a tomar los jueves y los viernes como un refuerzo a sus acercamientos.

En esos instantes, YoonGi repasaba los verbos en todos los tiempos, repitiéndolos hasta la saciedad mientras los escribía en su cuaderno, una y otra vez. NamJoon a su lado, detallaba cada uno de sus movimientos, asegurándose de que estuviera haciendo las cosas correctamente, más el hecho de invadir su espacio personal se notaba que le desconcentraba y le ponía muy nervioso, lo cual era muy divertido para el alfa.

—Esto está mal, y este también está mal... —le informó señalando cada una de las palabras, causando que YoonGi le dedicara una mirada venenosa que amplió su sonrisa socarrona—. Estás fracasando como mi alumno.

—Quizás es tu culpa, quizás eres un pésimo profesor —espetó con el ceño fruncido.

—No lo creo.

—Si tan solo dejaras de llenar todo a tu alrededor, de tu aroma sería más fácil para mí...

—Es mi apartamento, es lógico que huela a mí —le recordó, y YoonGi bufó fastidiado.

—Pues, huele fatal.

—Hoy estas de muy mal humor.

—Hay mucho espacio en estas cuatro paredes y, te me pegas como chicle, es lógico que me ponga así...

—¿Así como? —le pinchó NamJoon levantando sus cejas de manera sugestiva, y YoonGi se sonrojó hasta la punta de sus orejas, porque había usado las palabras incorrectas, que ahora NamJoon usaba en su contra—. ¿Te pongo tan caliente?

YoonGi abrió sus ojos como platos, a medida que NamJoon se acercaba de manera peligrosa. Sentados como estaban en el duro suelo, junto a la mesa ratona en la que estudiaban, YoonGi sentía que el espacio era tan reducido que todo el aroma de NamJoon embriagaba sus sentidos. Su esencia le estaba llamando, su lobo lo estaba sometiendo con sus feromonas.

—No hagas eso.

—¿Qué cosa? —repitió con ese tono inocente, que no le quedaba para nada—. Te estás volviendo muy débil. Seguro, estas muy mojado en este momento, y lo único que deseas es...

YoonGi gruñó porque tantos días en aquella tortura era imposible de resistir. Y el hecho de que JungKook se hubiera ido de vacaciones a Japón con Momo, dejándolo solo en su apartamento, no le ayudaba en absoluto. Aunque habría estado festejando como su mejor amiga y su pareja, de no ser porque se atrasó en los cursos durante el semestre. Por lo que, si hubiera sido un poco más inteligente, quizás no estaría atrapado en esa situación.