⚠️ THINKING OF YOU ⚠️ - [NAMGI] +18

5. OMEGA 💦

YoonGi lloró un buen rato, y solo logró tranquilizarse cuando NamJoon le entregó un pocillo con una infusión de canela y miel, junto con unos supresores que estaban en su armario y que alguna vez pertenecieron a Momo. El más bajo poco a poco fue serenándose, hasta sintiéndose letárgico, por lo que, NamJoon le permitió acostarse en su cama, y el pálido no opuso ninguna resistencia, porque allí entre las sábanas, dónde el olor de NamJoon se hacía más intenso, su cuerpo lograba sentir placer y paz.

El alfa tuvo que darle su espacio, porque no parecía que YoonGi estuviera del todo de acuerdo de que él lo tomara para calmar sus ansias y bajar su sufrimiento. Por lo que, NamJoon se mantuvo en la sala tendido en el sofá, tratando inútilmente de distraer su mente jugando en el celular, y curioseando en las redes sociales, más la esencia de YoonGi tan penetrante por todo el apartamento lo estaba comenzando a estimular demasiado.

Su omega le urgía por un encuentro sexual, sus feromonas le suplicaban que lo hiciera suyo, pero NamJoon sabía que el rubio no estaba precisamente en una situación consciente, sin embargo, su olor lentamente, fue remplazado por sus quejidos y sus chillidos de desesperación desde su habitación. Ese fue su límite, NamJoon tocó la puerta varias veces, esperando una respuesta afirmativa para seguir al interior, pero tuvo que quedarse allí un largo rato hasta que YoonGi fue quien le abrió.

La intensidad de su celo en el ambiente lo abofeteó, todo su cuarto era un revoltijo de YoonGi, dolor, excitación y mucho deseo, eso fue suficiente para hacerlo endurecer, pero ver a YoonGi desnudo, más pálido de lo usual, con su rostro sonrojado y su respiración agitada lo que terminó por encenderlo. Su alfa rasguñaba en su pecho por ese muchacho, y él tuvo que poner resistencia, tratando de ser un caballero, un ser racional.

—¿Quieres más supresores? —preguntó rompiendo con el silencio sepulcral.

—No... —masculló con seriedad, antes de dar un paso en su dirección, quedando solo a unos cuantos centímetros. Sus ojos no se apartaban, y sus respiraciones se fusionaban de manera exquisita—. Solo necesito que me tomes, NamJoon...

YoonGi dominado por su lado animal, se restregó de manera traviesa contra su cuerpo, olisqueó su cuello, donde su aroma brotaba para su placer, y dejando un camino de besos subió hasta su oreja mordiendo su lóbulo de una manera muy sensual. NamJoon posó sus manos en su fina cintura dispuesto a apartarlo, pero YoonGi interpretó ese contacto como que lo quería también, y se lanzó a rodear su cuello con sus brazos, para acto seguido plantarle un casto beso en los labios.

—Profesor Kim, fóllame... —susurró, profundizando muy paulatinamente la manera en que sus labios se reconocían.

NamJoon no supo que decir al respecto, más que analizar las posibilidades.

YoonGi no se veía muy bien que dijéramos, y la manera en que mordía su boca para que le siguiera el ritmo era demasiado salvaje, el más bajo al notar el mutismo del moreno, se alejó unos pasos para tomar una de sus manos y meneando su trasero bajo la mirada deseosa de NamJoon, lo condujo hasta la cama.

El moreno tragó saliva nervioso, porque YoonGi dedicando una mirada felina cargada de lujuria se acomodó sobre las sabanas, con sus piernas abiertas, permitiendo ver lo mojado que estaba su entrada, y lo erecto que se encontraba su pene. Su boca se hizo agua con aquella imagen, y sintió la necesidad bestial de perderse en su escena, en su interior meter su lengua, y no lo pensó dos veces, antes de que sus fantasías se hicieran realidad.

Repartió sonoros besos en las piernas de YoonGi, subiendo lentamente, mordiendo un poco y chupando, el rubio arqueo su espalda y llevó su cabeza hacia atrás porque era todo un deleite como lo estaba acariciando. NamJoon chupó su mimbro un buen rato, sintiendo su pre semen algo amargo, pero le encantó, le gustó como lentamente sus venas en su boca palpitaban por más. Lamió sus testículos, y YoonGi gimió cuando oso pasear su lengua por toda su entrada bastante lubricada, y poco a poco lo penetró con ella. Su anillo anal se contrajo, y toda su mente se nublo. YoonGi tiró de sus cabellos, impulsándolo a continuar con sus acciones de manera más acelerada, y sintiendo como tocaba con prisa las estrellas, lo obligó a alejarse para juntar sus labios, probando la fusión de sus sabores.