⩩ El Ultimo Pétalo ˖ 𝗟𝕌𝐂𝘒𝕀𝐓𝗬 𓄹

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" Nunca supe lo que querías... Pero si estaba segura de lo que yo quería. Te quería a ti, conmigo, solo eso..."

— FRIDA KAHLO

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— ¿Que?... —.

— Qué me gustas cabron — Ya solto con un poco de fastidio en su voz, por ser la tercera vez que se lo hacía repetir.

Hubo un silencio incómodo, pero después se escucho la gran carcajada soltada por el mayor, Dejando a un Quackity muy confundido, ¿por qué demonios se estaba riendo? Que Acaso lo veía como un puto payaso?, inconscientemente dió un paso muy sutil hacía atrás.

— Ay, que buena broma... — Dijo ya recomponiendose después de la risa, y limpiar unas lágrimas de sus ojos debido a esta también — ¿Quien te dió la idea? ¿Fue Juan? De seguro que fue él, ese hijo de un hiena. Ay Alex, tu no me gustas— Dijo en un tono divertido y le guiño el ojo tratando de seguir su "Broma", pensando que Juan y los amigos del mas bajo estaban por ahí espiando, Palmeó el hombro del menor, que no tenía ninguna expresión de diversión y se fue.

¿Que mierda? De verdad lo había tomado como un payaso, y quiso correr hacía el y gritarle a la cara que era verdad, que no tenía derecho a tomar su declaración como una broma y que por su culpa se había sentido miserable muchas veces en estos últimos años... Pero en la mente de él más joven solo resonaban las palabras que el castaño había dicho "Ay Alex, tu no me gustas" que aunque obviamente lo dijo sin pensarlo, tenían gran verdad.

Una tos repentina lo invadió, habría llamado la atención de varios estudiantes, pero por suerte en el pasillo en el que se encontraba estaba desolado, debido a que ya habían empezado las clases.

Se empezó a sentir asfixiado, llevando su mano a su pecho, y tosiendo lo mas fuerte que podía tratando de expulsar aquello que obstruye su sistema respiratorio, salió corriendo al baño, y se dejo caer en el suelo de este ¿Que era esto? Palmeaba su pecho con mas fuerza, estaba desesperado, hasta que salió... Sus ojos estaban nublados por las lagrimas que habían salido debido a la tos, se limpió y pudo ver los pétalos, y entonces se dió de cuenta de todo... En estas últimas semanas/meses no se había sentido enfermo por sobreesforzarse o algo como eso... Era por esto.

Se recosto en la pared, inclinando su cabeza hacía atrás mirando al techo, e inconscientemente empezó a reír, a su risa le hacía falta gracia, de verdad era un tonto, así que ahí fue donde empezo esta mierda, o bueno, en realidad todo empezó cuando conoció a Luzu... Ahora que le quedaba ¿Morirse? Que lío.

Ya que si no saben, un rechazo directo es el punto sin retorno de Hanahaki, a no ser que la persona sienta amor puro por el afectado, no un amor por lástima, uno de verdad... Y a estas alturas ya lo veía imposible. Todo esto ya lo sabía Quackity... En el momento que salió la noticia de aquella enfermedad, investigó lo que pudo ya que aunque no quisiera tenía temor de que el pudiera ser afectado, y vaya razón tuvo... ¿Hay cura? Si la hay, pero mas que cura, es una maldición, el infectado se tendrá que someter a una cirugía, en la cual sacarán toda esa mierda de su interior, y así eliminar todo desde raíz, pero para todo hay consecuencias, como la tercera ley de Newton, Acción y reacción, en el proceso la víctima perdería cualquier posibilidad de amar y de sentir, se volvería un puto robot sin emociones, Alex no quería ello, no quería vivir esa vida, así que allí, tirado sobre el frio suelo de aquel baño tomo la decisión de no hacer nada, haría el acto más "romántico" que se cuentan en historias o poemas, "morir por amor", irónico, ya que el siempre vió esto como una gran tontería... Pero eso ya no importaba, se negaba a someterse a la supuesta "cura", que mas qué cura, era una muerte en vida, o así lo veía él.

Alex trato de esconderlo lo mas que pudo, cada vez que podía corría al baño cuando un ataqué de tos amenazaba con venir, haciendo pensar a los demás que tal vez estaba enfermo, lo cual Quackity negaba rotundamente.

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Caminando por los pasillos de la U, yendo a su casillero acompañado de su grupo de amigos, mientras reían a carcajadas porque seguramente alguno había contado un mal chiste o hizo una broma, todo esto llamando la atención de varios estudiantes al rededor, que veía a un muy buen grupo de amigos divirtiéndose después de una día difícil y estresante de exámenes.

Quackity se dió de vuelta debido a que escucho el bullicio de unas personas, alrededor de algo o alguien, se acerco a mirar (#chismoso) por simple curiosidad. Se trataba de una chica, retorciéndose no tan bruscamente en el suelo, llorando de agonía, y tosiendo lo mas que podía, vomitaba sangre sin parar y entre esto petalos negros... Petalos que ya parecían estar marchitos, la joven parecía ahogarse, su piel se tornaba de un color anormal, mientras a su lado lo que al parecer era su amiga gritaba por ayuda para la chica que yacía en el suelo ¿Pero que podían hacer unos estudiantes universitarios frente a esto? Quackity quedo congelado, reflejándose a sí mismo en la chica, viéndose en ese estado en el futuro, y que tonto era al pensar que no le daba miedo morir, le aterraba la idea.

Sus piernas empezaron a temblar, sintió que toseria, así que se escabulló como pudo, poniendo su máximo esfuerzo en no caerse en el camino mientras corría hacía los baños, al llegar se encerró en una de las cabinas, vomitando mientras respiraba con dificultad... Sus ganas de llorar aumentaron al ver pequeñas manchas de sangre en el agua, tiñendo toda esta de un color rojizo... Quiso gritar, y llorar como un niño pequeño cuando le quitan su paleta, patalear porque nada le salía bien, pero en su lugar tapo su boca con mucha fuerza, ahogando el sollozó al escuchar como entraban personas en el baño.

...

De verdad estaba agotado, constantemente en el día se sentía mal, se sentía enfermó, y el dolor en su pecho no ayudaba, parecía nunca terminar. Abrió la puerta de su apartamento, entrando y dejar sus cosas en el suelo. Se sobresalta al sentir que era abrazado por detrás, alejándose rápidamente, y calmarse al ver de quién se trataba.

Rie un poco, y le muestra una sonrisa cariñosa— Lo siento, no quería asustarte cariño —.

— ¿Que chingados te dije sobre entrar a mi casa sin avisarme? — Soltó enojado, levantando la voz sin darse cuenta, y con una expresión de pocos amigos.

Su sonrisa se desvaneció al instante por el tono que el menor había utilizado — Que cojones... Lo siento, no sabía que estarías sensible, no tienes por qué hablarme de esa manera — su forma de hablar se volvió sería.

— ¿Sensible? — Solto una risa sin gracia, mirando hacía otro lugar — De verdad no tienes idea de nada... Quiero que te vayas — Lo primero lo susurro hablando mas para si mismo que para su novio, y por fin lo miró al agregar lo último.

— Entonces dime que te pasa, lamento no poder leer tu mente, pero no tienes que tratarme de esa manera, solo vine porque quería tratar de animarte — Suavizo su tono, regalándole una mirada triste mientras trataba de acercarse, y su expresión reflejo pura decepción al ver que el menor daba un paso hacía atrás — ¿De verdad va a ser así? —.

— Quiero que te vayas Rubén — soltó con dureza.

— Pero dime la razón, te he dado espacio los últimos días, pero no creo poder esperarte más, dime ya que cojones que te pasa! — Sin querer levantó su tono hacía el chico pelinegro, su paciencia se estaba acabando.

— Que te vayas Rubén! la puta madre... Que parte de dejarme solo no enti- — Su voz se cortó quedándose sin aire, y golpeando su pecho bruscamente.

Cayo al suelo, haciendo que el castaño corriera a su lado, palmeando su pecho.

...

No.
No se arrepiento de nada de nada, nada...

¿Y tú lo harías?

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