cuarenta y cinco

1.8K 62 0
                                    

ISAAC'S POV

— ¡Ven aquí, pequeña traviesa! — grité al ya no saber que hacer, estaba persiguiendo a Sarah desde hace al menos 10 minutos, y simplemente no podía alcanzarla.

— ¡No quiero! — me enseñó la lengua desde el otro lado de la sala.

— ¿Vas a empezar de berrinchuda, cariño? — me quedé parado donde estaba, colocando mis manos en mi cadera, para poder respirar un poco, me había agitado enserio, ni el ejercicio me ponía así.

— Tal vez — se sentó en el sofá, subiendo sus pies en la pequeña mesa de centro, sonriendo mientras lo hacía.

— Sarah, entrégame ese celular ahora mismo — estire mi mano hacia ella, tenia que hacerlo por si misma, venir hasta mi y dármelo — Y ya no estoy jugando — no estaba enojado, tenía que fingir que lo estaba para que Sarah me hiciera caso.

— Ya te lo dije papi — se levantó — Tienes que venir tú, y quitármelo — camino hasta estar justo delante mío — Vamos, no es difícil, solo tienes que meter la mano a mi camiseta y listo — miraba hacia arriba, gracias a mi altura, pero sinceramente, no sabía lo que Sarah estaba planeando.

— Nena, si sigues haciendo esto se nos hará tarde, y perderemos nuestra reservación — desde hace ya algunas semanas tenía planeado esto, llevar a Sarah a comer a un lindo restaurante, el cual siempre está demasiado concurrido, y por lo tanto, se debe de hacer una reservación mucho tiempo antes, y al fin había llegado mi turno.

— ¿Reservación? ¿De qué? — ya había jodido la sorpresa.

— Si, una reservación de... ¡cosquillas! — la tome desprevenida por su cintura, y la arroje hacía el sofá, colocando mis piernas a cada lado de su cadera, impidiendo que se levantara, para así poder comenzar con mis ataques de cosquillas.

— ¡No! ¡Daddy! ¡Basta! — podía notar sus lágrimas salir, no aguantaba las ganas de reírse — ¡Okey, okey! ¡Te lo doy! ¡Pero detente! — así lo hice, todo estaba saliendo como lo tenía planeado.

— Lo estoy esperando, bebé — metió la mano dentro de su camiseta y sacó el celular ¡al fin!

— Tómalo, daddy — se mordió el labio mientras me observaba, sospechoso.

— De acuerdo, eso haré — dije confiado y tranquilamente moví mi mano hacía su pecho.

— ¡Mentira! — y lo volvió a meter dentro de su camiseta, comenzó a reírse a carcajadas después de eso, ya comenzaba a desesperarme, pero tranquilo Isaac, respira, inhala, exhala, inhala, ex...

— ¡¿Sabes que?! ¡Haré lo que tanto esperas, preciosa! — con una mano, tomé las de ella y las puse sobre su cabeza, mientras la otra iba a escabullirse dentro de su camiseta, pero no pude, ya que al intentar hacerlo, Sarah lanzó una mordida hacia mi mano, una muy fuerte mordida, instantáneamente la solté y acaricié donde me había mordido — ¡Auch! — realmente no se lo que esta pasando con Sarah en estos momentos, acaso es una clase de ¿etapa de la adolescencia? O tal vez solo quiere molestarme — ¿De verdad me mordiste, princesa? Si sabes que yo también puedo morder ¿verdad? — aún estando debajo mío, a mi total disposición, Sarah quería salirse con la suya, pero no la iba a dejar, mi paciencia podría colapsar en cualquier momento — Eres una pequeña salvaje — no pude evitar reír.

— Miaw — volvió a enseñarme la lengua, pero esta vez lo hizo de una forma tierna.

— Amor, los gatitos no son salvajes — me agache para poder besar su cabeza.

— Yo soy una gatita salvaje, así que miaw — nunca podría ganarle a Sarah una conversación de estas, su terquedad supera la mía.

— De acuerdo, "gatita salvaje" — hablé en tono burlón, ella se cruzó de brazos y arrugó sus cejas, cosa que la delata cuando finge estar enojada — Ahora, devuélveme ese celular, hablo enserio con lo del horario, dijiste que tú madre te dio hasta las 5, y con todas las cosas que planeé se hará tarde de verdad — me levante de ella, para después quedarme de pie, Sarah pareció pensar las cosas, ambos perdíamos al seguir malgastando el tiempo.

♡  C A S T Í G A M E  D A D D Y ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora