♡ C A S T Í G A M E D A D D Y ♡

veintinueve

SARAH'S POV ):

Necesitaba ayuda, necesitaba desahogarme, así que llame a Karla.

L L A M A D A 📞

— Hola Sarita — contestó al tercer timbre.

— Te necesito — dije muy triste.

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien? — de un momento a otro se preocupó.

— ¿Puedes venir a casa? —

— Le avisaré a mamá y voy para allá — y colgó.

Pasaron al menos unos 20 minutos, Karla ya estaba en la puerta, fui a abrirle y en cuanto abrí se lanzo a abrazarme.

— ¿Te pasó algo? ¿Estás bien? — le seguí el abrazo, después deje que entrara.

— ¿Quieres algo de comer? — abrí la nevera.

— Sarah contéstame — fue hacia dónde yo estaba — ¿Por qué mierda tienes como diez litros de helado aquí? — fue ahí donde me lancé a abrazarla y comencé a llorar — Sarah dime que tienes — acaricio mi espalda.

— Lo ví con otra chica — dije entre sollozos.

— ¿A quién? ¿A Isaac? — sonó confundida, asentí y lloré más fuerte — ¿Estás segura? — me separe del abrazo.

— Era él — limpie mis ojos.

— ¿Cómo que lo viste con alguien más? Sarah tienes que explicarme — tomé otro bote de helado y fuimos a mi habitación para hablar mejor, porque mamá podría llegar y no quiero que me vea así.

Ambas nos sentamos en medio de la cama.

— Dime qué pasó — abrí el bote y empecé a comer.

— Cuando fuiste por tu hermana, yo quería despejarme así que fui al parque y mientras caminaba oí a una chica llamando a alguien daddy — me miraba atentamente — Y fui a ver quien era, la chica se veía linda, después vi a un sujeto de espaldas, cuando me acerqué... me di cuenta de que era Isaac — empecé a llorar, otra vez.

— ¿Él te vio? — se acercó a mi.

— S-si pero en cuanto lo hizo yo empecé a correr — me abrazo y volvió a acariciar mi espalda, lloraba en su hombro.

— Tranquila Sarah — se separó de mi — Oye — limpio mis lágrimas con su dedo — Él es un completo idiota por hacerte esto, no te merece — puso sus manos en mis hombros — Y tú no tienes porque llorar por un hombre, Isaac puede irse al infierno — me sonrió — Vamos dilo —

— ¿Qué? — limpie mi rostro con mis mangas.

— Que Isaac se valla al infierno, dilo — lo pensé durante unos segundos.

— Isaac puede irse al infierno — susurré.

— Más fuerte, vamos — la imagen de Isaac con la otra chica regreso a mi mente y todas esas emociones volvían a mi.

— ¡Isaac puede irse al infierno! — grité con todas mis fuerzas.

— Esa es mi Sarah — y me volvió a abrazar.

— Gracias —

— No tienes porque agradecerme, es mi deber subirte el ánimo — se separó — Sabes que, te voy a recompensar —

— ¿Recompensar? —

— Si, pero tienes que esperar — tocó mi nariz, recibió un mensaje — Diablos, tengo que irme, mi hermana otra vez — me sonrió — Prométeme que no vas a llorar por Isaac — estiró su dedo meñique.