cuarenta y seis

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ISAAC'S POV

El día que Sarah se quedó dormida, yo tuve que despertar 20 minutos antes de la hora que su madre le había condicionado, aunque hubiera preferido que se quedara el resto del día conmigo, no había posibilidad de que eso sucediera.

Se despertó de un muy buen humor, diferente al que tenía al inicio, así que se apresuró a cambiarse y desmaquillarse, todo lo hizo de buen modo, cosa que me dejó bastante sorprendido ya que pensé que se iba a enfadar por haberla despertado de su agradable siesta, pero gracias a dios no fue así, acomodó un poco su revuelto cabello y tomó su pequeña mochila, para que al final se despidiese de mi dándome muchos besitos, que no dude en aprovechar y hacer que duren un poco más.

Para mi, esta era una de las peores partes de vernos, el tener que despedirnos y volvernos a ver dentro de una semana, y podían ser hasta más si ella estaba con sus estudios y yo con mi trabajo, se me hacía muy difícil el estar demasiado tiempo sin ella, hay veces en las que me desespero y hago cosas que no son buenas.

Esta era otra semana más desde aquel día, otra semana que tuve que aguantar sin poder verla, por suerte hubieron algunos mensajes, pero solo eso, y es entendible, ya que ella tiene sus cosas y yo las mías, aunque, también sé que no puedo estar pegado a ella 24/7, tal vez eso podría llegar a hostigarla o algo, pero en fin, aún así se me sigue complicando tener que dejarla de ver por mucho tiempo.

Pero por suerte, hoy me pidió que la recogiese al instituto, ya era viernes, así que había probabilidad de que se quedara conmigo este fin de semana, y poder disfrutarlo un poquito más que el anterior, si es que no vuelve a ponerse caprichosa, claro, y hablando de eso, un día después del pequeño castigo, me dio la respuesta a todos sus cambios de humor que tuvo, en una llamada a altas horas de la madrugada, por el motivo de que había comenzado su período.

F L A S H B A C K

Eran aproximadamente las 4 de la madrugada o quizá hasta más tarde, cuando mi celular empezó a sonar, algo bastante extraño, ¿quién me llamaría a estas horas? Como suelo despertarme fácilmente, no hubo excepción con el fuerte sonido que provino del móvil, así que todavía algo adormilado conteste sin mirar el nombre que estaba en la pantalla.

— Diga — bostece al finalizar la palabra.

— ¿Daddy? — la quebradiza voz de Sarah me hizo abrir los ojos por completo.

— ¡¿Sarah?! — me levante rápidamente de la cama — ¿Sucede algo cariño? — no recibí respuesta durante unos largos segundos, tan solo se escuchaban sollozos a través de la línea — ¿Preciosa, estas bien? ¿Qué sucede? — comencé a caminar por toda la habitación — Sarah respóndeme — una inmensa desesperación me inundó, era raro que me llamara a estas horas, solo situaciones malas rondaban por mi cabeza — Amor me estas preocupando, ¿estás en casa? ¿estas en problemas? Ahora mismo bajaré al apartamento — me puse los primeros zapatos que encontré, ya estaba a punto de llegar a la puerta, pero su voz me detuvo.

— Si, estoy e-en casa — su entrecortada respiración no la dejaba hablar, pero esas  palabras me tranquilizaron por completo, me senté en la oscuridad de la sala, específicamente en el sofá, ahí pude volver a respirar con normalidad.

— ¿Estás bien, princesa? ¿Necesitas algo? — seguía sin entender del todo.

— ¿Me quieres? — preguntó de repente, sorprendiéndome bastante ¿por qué mi pequeña se cuestionaría este tipo de cosas? Si sabe cual es la respuesta.

— ¿Por qué lo preguntas, cariño? ¿Acaso dudas de mi amor? — arrugué mis cejas al hablar.

— ¿Me quieres? ¿De verdad me quieres? — volvió a preguntar, pero esta vez su voz tembló aún más.

♡  C A S T Í G A M E  D A D D Y ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora