La vez que follaron en su consulta no fue la primera, ni mucho menos. Al día siguiente, lo hicieron de nuevo. Al otro, más de lo mismo. Llevaban así semanas.
Hannibal revivía una segunda juventud junto al joven que tanto le deseaba, y Anthony estaba pletórico. Había deseado al doctor nada más verle. Nada le importaba que estuviera casado, ¿por qué debería? Hasta el propio Hannibal era indiferente.- Ven a una fiesta conmigo, mañana por la noche.
Los dos hombres están sentados desnudos en uno de los sillones, Anthony a horcajadas de Hannibal.
- ¿Vas a presentarme en sociedad, doctor?
- Estoy casado. No podría aunque quisiese.
- ¿Querrías?
Hannibal calla. ¿Querría? La duda es molesta, una puñalada en su corazón que se plantea por un momento dejarlo todo y empezar de cero con Anthony.
¿Amo a este hombre? ¿Todavía amo a Will?Anthony besa el cuello de Hannibal, siempre deseoso de él. Es casi tan joven como Will, una chispa que hace que Hannibal se prenda como una brillante hoguera. La p~lla del mayor vuelve a endurecerse, hoy ya van tres veces. Parece que la meta de Anthony es agotarlo en cada encuentro.
Su amante se levanta un poco, sentándose ahora sobre el miembro de Hannibal, y empieza a moverse rítimicamente buscando de nuevo el orgasmo compartido.- Te deseo dentro de mí siempre, Hannibal.
Sus movimientos son más rápidos, esta vez no durará mucho.
- No...puede....ser...Anthony. Will...
- Que le den a Will.
Al pronunciar esa frase Hannibal coge su cintura y lo bombea bruscamente contra su pene. El paraíso en el que no cree debe de estar lleno de esto, piensa.
¿Cuánto tiempo podré aguantar así? Esta doble vida, peligrosa y excitante, que impulsa sus días y da color a su hace meses vida gris con Will.
- Corréte...para mí.
Dos bruscas embestidas más y Hannibal cumple su deseo. Le tiemblan las piernas, sus rodillas, la vista se le nubla justo para escuchar el jadeo de Anthony llegando también al éxtasis, mientras su propia semilla golpea el vientre de Hannibal.
Deja caer su cabeza en la clavícula del psiquiatra y vuelve a besarle el cuello.- Tienes que irte. Tengo que volver a casa.
Una casa donde Will lo espera, seguramente preguntándose dónde está. A estas horas se sientan juntos delante de la chimenea y hablan sobre su día. Pero Will nada le ha dicho, ¿acaso le da igual? Hannibal lo desconoce, con su esposo muchas situaciones son de total incertidumbre.
- Quédate conmigo. Deja a tu esposo. Divórciate y ven conmigo.
- Yo...
¿Divorciarse? Durante un fugaz momento hasta lo asume, ¿qué otra cosa podría hacer?
- Yo no soy como Will. Conmigo no tendrás esa sensación de vacío, Hannibal.
- ¿Qué sabes tú? Nada.
- Sé lo que veo. Cómo te iluminas cuando entro por esa puerta de ahí. Cómo me sonríes, alegrándote de verdad.
Hannibal no puede negarlo, pero tampoco quiere decir nada en voz alta.
- ¿Vendrás conmigo a la fiesta?
- Por supuesto. ¿Y....?
- A Will no le gusta ese tipo de eventos, se desubica con tanta gente. Siempre voy solo.
- ¿Y si alguien se lo cuenta?
- Allí nadie me conoce, va a ser la primera vez que vaya con esa gente. Por favor, ven.
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Corazones Rotos (COMPLETA)
FanfictionHannibal lleva una vida gris con su esposo Will. La insistencia de Anthony tiene sus frutos, haciendo que Hannibal vuelva a sentirse deseado. Una aventura que llevará a todos los protagonistas a intentar reparar sus corazones rotos