𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘚𝘪𝘦𝘵𝘦

178 20 0
                                    

Temprano a la mañana siguiente, después de que Tom la volviera a vestir, la pareja estaba en camino una vez más. Por supuesto, ella dirigió todo el camino, pero Tom le había ofrecido un brazo para sostener su costado herido. Admitió que se sentía un poco engreído por poder abrazarla así. Se sentía cómoda en sus brazos, especialmente cuando él quitaba la presión de la sensación de ardor cada vez que ella le rozaba el costado.

Todavía estaba bastante preocupado por su estado ya que notaba su palidez y atención de vez en cuando. No pudieron hacer mucho por la pérdida de sangre, solo aliviar el dolor con la medicación que había empacado cuidadosamente. Alrededor del mediodía, los detuvo frente a un gran terreno vacío y la cara de Tom se contrajo por la confusión mientras esperaban.

-¿Por qué nos hemos detenido?

Ella hizo un gesto con la mano hacia afuera, atrayendo su línea de visión hacia las dos figuras que se acercaban a ellos en la distancia.-Llegamos al puesto de control".

-¿Cuándo cruzamos la frontera?-Se dio la vuelta, con las manos en los bolsillos.

-Hace aproximadamente una hora.-Ella notó, mirando hacia atrás a su expresión de asombro con una sonrisa.

-¿Por qué no me dijiste?-Una sonrisa tiró de sus labios-Podríamos haberlo celebrado de una manera que solo un hombre y una mujer pueden.

Dalia contuvo la risa, ahorrándose el dolor cuando golpeó su brazo en respuesta.-Exactamente por qué no te lo dije.

Un guiño salió en respuesta de Tom mientras ella caminaba hacia los hombres. Un saludo en español salió de sus labios, para sorpresa de Tom, ya que había hecho una doble toma.

-Hola caballeros. Gracias por venir. Este es mi compañero, Tom Bennett." Sus ojos se iluminaron al escuchar su nombre.

El doctor O'Connor había informado a sus socios del otro lado de su llegada y un acompañante británico.

-Encantado de conocerte. él es británico, dices?"-Preguntó el más cercano a Tom, mirándolo.

-Sí, la salvamos de Dunkerque. ¿A qué distancia está la casa de nuestro anfitrión de aquí? Perdóname, pero es urgente.-Agarrando su costado.

El hombre a su izquierda habló-A una hora de aquí .

Miraron a Tom, intercambiando miradas ante su silencio. Una risa brotó de su pecho cuando se volvió hacia los hombres una vez más.

-Lo siento, solo habla inglés. Soy su traductora y su enfermera."

-Deben estar cansados, vamos a seguir adelante.

-¿Que esta pasando?-le murmuró a ella.

-Estos hombres nos escoltarán a la casa de nuestro anfitrión. Vamos.-ella tiró de su brazo, el cansancio claro detrás de su sonrisa. Él asintió, colocando una mano en su cintura para sostener su peso mientras ella prefería un lado.

***

Al llegar a la casa de la joven pareja, una humilde cabaña al norte de la frontera, la pareja estaba preparada para colapsar. La joven pareja que los acogió tuvo la amabilidad de ofrecer una comida, la esposa los guió a una habitación singular. La habitación era bastante espaciosa con una cama en el medio, un tocador con espejo, así como una ventana grande que daba a un jardín. Una puerta contigua más cercana a la cama, supuso que era el baño.

-Oh -murmuró, mirando una vez más el singular dormitorio, sonriendo a su anfitrión. Ella aceptó la ropa limpia con humildad-Gracias.

-Supuse que estarían más cómodos juntos, ¿no?-ella sonrió con seriedad.

We Survived The Great War--Tom BennettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora