CAPÍTULO 2: NO SIEMPRE LOS INDICADOS SON LOS BUENOS

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Al día siguiente, la tormenta ha cesado y las nubes grisáceas e imponentes se han movido de lugar, dejando como resultado un luminoso y dorado crepúsculo. Aunque también significa que un nuevo día comienza y por ende las clases junto a todo el trabajo que conlleva deben continuar.

Austin se arregla temprano para las clases, estas comienzan a las ocho y media de la mañana. Por lo que este se coloca el uniforme y sale junto a lo que es su nueva amiga dentro de este entramado moribundo y sin control que es la academia realmente.

Estos caminan entre las calles, mientras conversan de temas relativamente normales, hasta que la muchacha le entrega un periódico; casi que estrellándolo contra su pecho. Austin lo revisa ante los comentarios de Agnes.

—Página 7, parece que están ocultando algo bastante turbio sobre tu hermana.

Austin llega a la dicha página, encontrándose con la noticia de la muerte de un abogado conocido, esto hace ruido inmediatamente en su cabeza; debido a que es el abogado que trabajaba para su familia.

—¿De cuándo es?. —Dice él, completamente perturbado por ver el titular de la noticia.

—De hoy, lo conseguí está mañana. —Le responde ella.

El titular era precisamente: "Tormenta se lleva la vida de reconocido abogado". El resto de la noticia explicaba la supuesta secuencia de hechos, tratando de imprudente al profesional al viajar en aquellas condiciones climáticas; dando como causa de muerte oficial un accidente producto de la lluvia y la tormenta eléctrica.

Esto pone más nervioso a Austin, ya que este sabía que el abogado iría en estas fechas a la academia, con el objetivo de lograr algún trato para no entrar a la corte con la academia, ahora todo apunta a que ese trato no favorecía en nada a los poderosos.

Collins se guarda el periódico en su bolso, para continuar en el camino a las clases, debido a que están a punto de empezar. Ahora tocaba matemáticas, una asignatura más del agrado de este, por lo que no se le hace mucho problema.

Las horas pasan nuevamente, aunque; en otra parte de la academia. Específicamente en la rectoría. Archer Berman acude a un llamado a la oficina de la vicerrectora; ella es una señora de cuarenta y cinco, bastante elegante y compartiendo los rasgos caucásicos de su hija; la apodada por el resto Princesa Palmer.

Esta le grita que puede pasar, por lo que ambos empiezan a tener una conversación a puertas adentro. En un principio Berman se nota con una pose arrogante con la cabeza hacia arriba y mirando por sobre el hombro, sin embargo, poco a poco se iría transformando en una encorvada pose de sumisión y timidez.

—Archer, querido. ¿Cómo estás?. —Empieza la mujer, dejando sus lentes sobre el escritorio y levantándose de este.

—Bien, ¿Por qué sería de otra forma?. —Dice él, mientras camina hacia todas partes por la oficina.

—¿Leíste lo del abogado de la familia Collins?. —Menciona ella, introduciendo el tema del que de verdad busca platicar al respecto. Archer observa un tanto nervioso a la mujer antes de responder.

—Sí, una verdadera lástima. Igual... Fue negligente viajar con este temporal, uno nunca sabe lo que puede ocurrir afuera, ya que es muy peligroso. —Dice él, haciéndose el tonto y siguiendo la corriente de la versión oficial.

—Es una autentica lástima, pero eso decía la versión oficial... La que nosotros escribimos. —Menciona ella mientras se dirige hacia el muchacho, quien yace un poco nervioso, como si le hubieran pillado en su travesura. —Sabemos que fuiste tú quien asesinó al abogado, no hace falta que trates de ocultárnoslo, envié a mi equipo a limpiar la escena y borrar toda participación tuya.

ACADEMIA VERHALEN: AMBICIÓN CORROSIVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora