La Omega del Emperador Kieran (SuperCorp)

Capítulo 02

"¡Esa bruja tenía razón! ¡Mi omega es muy linda!" exclamó el emperador con una gran sonrisa en su rostro.

"Su alteza, no debería gritar eso y no es bruja es una vidente" hablo Sam acercándose a la pelinegra.

"Cuando lleguemos al imperio asegúrate de mandarle su pago a esa bruja" ordenó mientras se acercaba a la ventana de aquella residencia real. "¿Cómo le haré para tenerla a mi lado?"

"Podemos hacer que se divorcien, majestad" opinó Sam.

Lena volteo a ver a su amiga y mano derecha. "¿Y como haré eso?

"Majestad, usted gobierna un imperio, uno muy poderoso y aquí solo es un simple reino..."

"Ya entendí por dónde va esto".

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Imra tomaba el té con el rey en el jardín real, solo ellos dos, sin estorbos ni nadie más.

"Mi rey, he estado pensando un poco la situación de la reina" comenzó hablar.

"¿Que situación? Explícate"

"La reina la noche de ayer me confesó que es infértil, nunca le dará herederos y eso sería un problema, ¿No?"

"¿Kara te confesó eso?" su concubina asintió. "Debería hablar con ella más tarde".

"Pero eso no es lo único que le quiero decir, sino que también su pueblo a estado esparciendo rumores de eso y se están burlando de usted" fingió preocupación

"¿De mi? ¿Por qué? ¿No deberían burlarse de Kara?" interrogó.

"Se burlan de usted por estar casado con una omega inútil..."

Mon-el miro las galletas frente a él mientras pensaba una solución para solucionar aquel problema.

"Debería divorciarse..."

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Casi se cumplía un mes desde que fue hechada del castillo como si fuera una escoria, después de divorciarse de Mon-el fue a buscar el apoyo de sus padres pero lamentablemente estos no querían saber nada de ella ya que era una vergüenza para la familia, el pueblo se burlaba de ella.

"Haz bien tu estúpido trabajo si quieres comer, omega inútil" hablo un señor de avanzada edad.

Kara asintió mientras empezaba a jalar con fuerza aquella carreta de verduras.

El señor al ver como la omega hacia mal su trabajo se levantó de su asiento y se dirigió hasta donde estaba para golpearla.

"Omega inútil, no sabes hacer nada" le pegó con un palo en la espalda, la omega se retorció de dolor. Iba a continuar pegándole pero un alfa no se lo permitió. "Su majestad... ¿Que la trae por aquí?"

"Vengo a llevarse a esa omega" señaló a Kara.

"Pero no puede irse, me debe varias monedas por alimentarla" habló.

La alfa volteo a ver a la omega, lucía más delgada que la última vez, volvió a mirar al viejo. "Dije que vengo por ella. Dígame cuanto le debe, no creo que sea mucho ya que está en los huesos la pobre".

El anciano hizo una mueca. "Solo llevesela".

Lena se quitó su saco de aquel costoso traje y lo coloco en los hombros de la rubia. "Tú vendrás conmigo".

La rubia no entendía nada, solo miraba a la pelinegra. Solto un pequeño jadeo cuando la alfa la cargo al estilo nupcial.

"Su alteza, estoy sucia" mencionó.

"No importa, estás muy débil" habló. "El carruaje está un poco lejos".

Kara con algo de timidez recargo su cabeza en el pecho de la pelinegra, sentía mucha tranquilidad estar con aquella alfa.

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"Traigan a Kara" ordenó Lena a uno de sus sirvientes.

No pasó mucho tiempo cuando la omega ya estaba entrando a la oficina de la alfa con mucha timidez.

"Su alteza, ¿Me necesita?"

"Te vas a casar conmigo dentro de unos días" avisó.

"¿Qué? ¿Por qué?" cuestionó.

"Hace mucho fui con una bruja para preguntar cómo era mi predestinada y como iba a encontrarla" empezó hablar mientras miraba fijamente a la rubia. "Y da la casualidad que tú eres mi predestinada, así que nos vamos a casar".

"Pero... Se burlaran de usted".

"¿Y? No me importa, lo único que me importa es que tú seas mi omega, mi emperatriz. Todos te van a respetar, de eso me encargo yo" dijo acercándose a la omega para acariciar su mejilla con suavidad.

Kara no sabía que responder, pensó que aquella alfa la había ayudado porque era una buena persona, pero ya vio que no. ¿Que debía responder? No, no debía responder nada, la alfa solo le estaba avisando que se casarían. Además, ella era una omega, las omegas solo deben obedecer.

"Va venir la costurera en la tarde, elige el vestido que más te guste" hablo besando con delicadeza la mejilla de la rubia.

Kara asintió mientras hacia una leve reverencia antes de salir de ese lugar.

"Me voy a casar con ella" Murmuró.

Inmediatamente a su mente llegó la imagen de la alfa dandole un beso en su mejilla, con cierta vergüenza tocó la zona y sintió un leve cosquilleo.

Su loba ha estado muy feliz desde que Lena la trajo aquí.
 
 
 
 
 
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