La Omega del Emperador Kieran (SuperCorp)

Capítulo 22

Kara veía aquella pintura que colgaba en el salón mientras las personas bailaban y disfrutaban del ambiente. En la pintura estaba plasmada ella cargando a sus dos cachorros mientras Lena estaba atrás de ella con una enorme sonrisa.

"Muy linda..." Murmuró.

"Cariño, todos aman a nuestros cachorros. Los quieren conocer" hablo la pelinegra mientras sujetaba la mano de su esposa.

"Ya los vieron dos veces, ya es suficiente. Los cachorros lloran al sentir tantos olores a la vez" se quejó la rubia.

Lena empezó a beber de su vino. "¡Hey, son de la emperatriz!" se levantó de su trono y corrió a la mesa de bocadillos dónde algunos invitados comían roles de canela que fueron preparados especialmente para su omega.

Kara se sintió avergonzada por la actitud de su esposa, al parecer el alcohol estaba haciendo efecto, su esposa se la había pasado bebiendo todo lo que encontraba a su paso.

Ahora Lena estaba hablando con el Duque Edge muy felizmente.

"Es muy hermosa, tiene los ojos más bonitos que he visto" hablo con una boba sonrisa.

"Sus ojos son muy bonitos" dijo el Duque con una sonrisa.

"Ella es la definición de la perfección, todo en ella es perfecto, su aroma, su cuerpo, su piel, su cabello, todo en ella es perfecta" soltó un suspiro. "Gracias a ella nuestros cachorros son hermosos".

"¿No piensa tener concubinas?" pregunto el Duque.

Lena negó. "Para que quiero estar con otras omegas, si tengo a esta belleza como esposa" apunto la pintura dónde estaba su esposa pintada entre todas esas flores, cuadro que ella misma pinto.

"No me tomé a mal, Emperador... Pero la emperatriz no siempre será joven".

El semblante de Lena cambio. "¿Que tratas de decir, Morgan?"

"La emperatriz perderá su belleza algún día, también perderá fuerzas... Y estoy seguro usted tendrá necesidades, lo mejor será tener una concubina"  sonrió.

Lena sin pensarlo dos veces golpeó el rostro del Duque "¡¿Cómo te atreves hablar así de la emperatriz?! ¡¿Acaso quieres morir?!"

"¡Perdóneme! ¡Perdóneme, solo bromeaba!" grito con miedo.

Las personas solo miraban la escena, unos hasta se burlaban, ya todos sabían en el imperio que hablar o mirar mal a la emperatriz haría que el Emperador Kieran no tuviera piedad con quién osaba hablar mal de su omega.

"Estás arruinando la fiesta de mis cachorros e insultas a mi omega..." Lena tomo del traje al Duque. "Mereces un castigo. ¡Guardias!"

Morgan negó. "Perdóneme, por favor perdóneme, se lo suplico".

Cuando dos guardias llegaron hasta donde estaba el Emperador, Lena volvió a golpear el rostro del Duque. "Llevenlo al calabozo, más tarde tendrá su castigo".

Kara al ver tal escena se levantó de su trono, le pidió a Nia que cuidara de sus cachorros, después se dirigió a su esposa, quien estaba gritando tonterías.

"¡Nadie va hablar mal de mi omega!"

"Kieran, deja de hacer un escándalo, vas asustar a los cachorros" hablo con voz neutral y firme la rubia.

Lena se acercó a su esposa y la abrazó antes de volver a gritar. "¡Yo no le doy órdenes a la emperatriz, ella me ordena a mi!"

La omega se sintió avergonzada y solo jalo el cuerpo de su esposa hacia un lugar privado.

"Lena, estás muy borracha".

"Cariño, ¿Por qué no fuiste a proteger lo que es tuyo?" hizo un puchero mientras se acurrucaba en los pechos de su omega.

Kara alejo a la alfa. "¿De que hablas?"

"Una omega me estaba tocando mucho y se me insinuaba, debes marcarme, rápido márcame" intento quitarse su traje pero la omega no se lo permitió.

La rubia soltó una pequeña risa. "Ya tienes mi marca, tonta".

Lena tocó su marca. "Ah... Soy tuya y tu eres mía".

"Así es, soy tuya y tú eres mía" tomo el rostro de la pelinegra. "Dios, estás muy borracha, hoy no vas a entrar a mi nido".

Lena soltó un quejido. "No, cariño, déjame entrar a tu nido por favor" suplico con un puchero.

"Está bien, pero báñate. Apestas horrible, tienes el aroma de casi todos los invitados y a los cachorros no les gustará eso".

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Kara estaba en la cama acostada con sus dos cachorros mientras esperaba a su esposa, está entro a la habitación minutos después ya bañada.

"¿A qué huelo?" cuestionó sentándose a lado de Kara.

"A coco y almendras".

Lena hizo un puchero. "¿Estás enojada?"

"¿Que te hace pensar que estoy enojada?"

"No me has dado besitos... A veces siento que me dejaste de amar" confesó.

Kara abrazó a su esposa. "No te he dejado de amar, Lee, solo que estos días me he sentido extraña y no se como comportarme contigo" soltó un pequeño suspiro. "Me he sentido muy insegura con mi cuerpo, gracias a qué estuve comiendo en exceso roles de canela durante mi embarazo subí mucho de peso, ya no estoy delgada como antes y siento que dentro de poco vas abrir de nuevo tu harem... No quiero eso" la rubia empezó a llorar, llevaba semanas queriendo desahogarse.

Lena se aferró al cuerpo de su omega. "Nunca te voy a cambiar, eres mi predestinada, mi omega, mi emperatriz, la madre de mis cachorros... No me importa si subes de peso o si bajas, te seguiré amando sin importar que" se separó un poco de la rubia para verla a la cara. "Me he enamorado completamente de tí y seguiré enamorada de tí hasta el día que muera".

"Lee..."

"No tengo ojos para nada más, ante mis ojos eres la obra de arte más bella de este imperio y eso lo puedes ver en mis pinturas".

Kara sonrió levemente. "Mi loba se siente muy feliz, gracias por tus lindas palabras".

"Te amo. No quiero que dudes de mi amor, recuerda que te pertenezco" bajo un poco su blusa para que su omega viera su marca.

Kara se sentía muy feliz y tranquila. "Te amo, Lee... Te amo mucho".
 
 
 
 
 
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