La Omega del Emperador Kieran (SuperCorp)

Capítulo 15

"¡Abran las puertas!" ordenó Mon-el mientras jalaba del cabello a su ahora, ex esposa.

"¡Me lastimas! ¡Suéltame!" pidió llorando.

Las puertas se abrieron dejando ver el pueblo, algunas personas estaban ahí haciendo su trabajo pero los dejaron de hacer al ver la escena.

Mon-el aventó el cuerpo de la rubia afuera del palacio, Kara cayó de rodillas, volteo a ver a su ex esposo.

"¿Por qué me tratas así?" cuestionó.

"Eres una omega inútil, no eres fértil y jamás me darás herederos, no sirves para nada" habló con desprecio.

El rey se metió nuevamente a su palacio y las puertas se cerraron. Kara volteó a ver a los pueblerinos, los cuales se reían de ella, otros simplemente observaban.

Con mucha vergüenza, Kara se levantó del piso y corrió a casa de sus padres, tocó por más de una hora la puerta pero nadie abría, se iba a dar por vencida pero la puerta fue abierta.

"¡Mamá!" grito la rubia, lanzándose al cuerpo de su madre para abrazarla pero ella solo lá empujó.

"¿Cómo te atreves a venir a esta casa después de lo sucedido?" cuestionó enojada.

Kara negó levemente. "Mamá... Mon-el me exigió el divorcio, ¿Que podía hacer?"

"¡Obviamente negarte!"

El padre de la rubia hizo acto de presencia parándose detrás de su esposa. "Eres una decepción, lo único que tenías que hacer era aguantar todo y darle un heredero, ¿Tan difícil es?"

"Papá... Mi loba".

"¡Cállate! No quiero oír tus estúpidas excusas"  grito su madre.

La rubia agachó la cabeza con vergüenza. "¿Puedo quedarme con ustedes...? No tengo a dónde ir, Mon-el me corrió".

Sus progenitores se rieron. "Tú no vas a entrar a estás casa, eres una decepción".

"Que bueno que Mon-el te corrió, ese es tu castigo. Omega inútil" su padre la empujó con fuerza para cerrar la puerta.

Kara estaba llorando mientras veía la puerta de madera frente a ella, pensó que sus padres la iban apoyar.

Empezó a caminar sin rumbo por el pueblo, soportando burlas y malos comentarios de las personas.

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Lena traía en sus manos una charola llena de roles de canela, se dirigía a la biblioteca, lugar donde su esposa estaba leyendo un libro junto a la compañía de Bam. Entró a la biblioteca, sonrió en grande al ver a su esposa sentada en el sofá leyendo un libro, a pasos un tanto apresurados se acercó a ella.

Dejo la charola en la pequeña mesa frente a su omega. "Roles de canela para la omega más hermosa del mundo".

Kara dejo el libro a un lado para abrazar a su alfa. "Muchas gracias, Lee".

"No es nada, debo cumplir con los caprichos de nuestro cachorro y de mi omega".

"No son caprichos... Son antojos del cachorrito" la rubia hizo un pequeño puchero.

Lena soltó una pequeña risa. "¿Cómo te sientes? He notado que tu estómago ya está más abultado, ¿Pesa mucho?"

"Me siento muy feliz y de lo otro... Bueno, no pesa tanto mi estómago, tal vez el próximo mes mi pancita ya pese mucho" sonrió tiernamente.

"Cuando cumplas tres meses ya no te dejare salir de la cama, todas tus comidas te las llevaré a la habitación y Nia estará todo el tiempo contigo" habló Lena.

Kara negó. "No quiero estar encerrada, odio estar encerrada... Quiero estar en el jardín y en la biblioteca".

"Pero te vas a cansar y tus pies dolerán".

"No me importa, no quiero estar encerrada".

A la mente del emperador llegó la conversación que tuvo con su omega hace mucho, dónde le decía que Mon-el siempre la tenía encerrada y muy pocas veces la dejaba salir.

"Si te duelen los pies... Yo te los sobaré, puedes andar por dónde quieras, solo ten mucho cuidado" la pelinegra colocó su mano en el abultado vientre de la rubia. "No quiero que nada les pase".

Kara sonrió. "No me pasará nada, Lee".
 
 
 
 

 
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