8. Trabajo

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Arabella

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Arabella.
— Está todo complicado. - dijo Anya tomando asiento frente a mi. - Y sabes a la perfección como es Marcus. - había venido a visitarme al trabajo.
— Tu hermano hace un montón por esas niñas. - dije. - ¿quieres café?
— No, gracias. - respondió mientras ordenaba unas notas que yo había dejado sueltas por el escritorio, algunas decían "comprar pintura", "buscar libros en St. 35" o "No olvidar mandarle cartas a Ginny, Ron y los gemelos".
— Él hace un montón por Daphne y Astoria, les da lo que ellas quieren, pero no lo que necesitan, que es diferente.
— Supongo que no es fácil ser padre. - con un movimiento de mi varita atraje a mi un libro de Newt Scamander. - Ahora que lo pienso, ¿nuestros padres nos extrañaban cuando estábamos en Hogwarts? Digo es mucho tiempo y seguro que lo hacían, pero tu sabes...
— Creo que estaban contentos de mandarnos. - dijo divertida. Pense en todos esos momentos en Hogwarts, con Charlie, jugando al Quidditch, pasando tiempo en la biblioteca con Anya, mis sesiones de besos con Bill, mis charlas nocturnas con el, el s...
— ¿En que piensas? - cuestiono mi amiga sacándome de mis pensamientos.
— Nuestra época en Hogwarts - respondí brevemente concentrándome en el libro. Necesitaba corroborar si la fecha era exacta, para el informe.
— Fueron buenos tiempos. - aseguro. - recuerdo un noviecito que tuve en tercero año. Era divino. - reí por eso.
— Nunca me voy a olvidar de las clases de astronomia. Me encantaban. - asegure.
— Yo recuerdo cuando estudiabamos juntas en la biblioteca o cuando pasabas horas con el Weasley cerca del lago negro - Anya si sabía acerca de lo sucedido con Bill. Era la unica persona a la cual se lo habia contado, sabia cuanto lo había querido (y como lo sigo haciendo), todo lo que me producia. Pero no se entero en Hogwarts, luego de que el viajara a Egipto necesitaba hablar con alguien acerca de lo que me sucedía. Ella es mi mejor amiga, mi confidente. Ni siquiera se molestó porque no se lo había contado antes, simplemente me abrazó y llore en su hombro. Por eso tambien sabia que no sacaría el tema "Bill Weasley" a menos que yo lo hiciera, incluso después de haberlo visto en mi casa.
— Éramos jovenes sin preocupaciones - asegure
— Las cosas no eran tan difíciles en esos momentos. - comentó tomando su bolso. - debo irme linda, le prometí a mi hermano que lo ayudaria con algo de la casa, luego tengo que volver al trabajo. - me dio un abrazo de esos cálidos que solo las amigas dan y cruzo la puerta de mi oficina.

Mi cabeza latía, cada paso que daba era un pequeño golpe con un martillo en el centro del cráneo.
Terminé con los papales acerca del Ridgeback Noruego una hora despues de que mi amiga se fuera, pero me quedaba llevarle a Amos los informes sobre los otros dragones, los que estarian en la prueba del torneo de los tres magos, al ser traidos del exterior para actividades con ciudadanos teniamos que tener el registro de cada animal que entraba y salia de la región. Había sido un día largo recolectando datos, armando fichas y contactandome con diferentes divisiones del ministerio y exteriores.
Cerré la puerta de mi oficina. "Arabella Horan" decía la placa dorada, el orgullo que me produjo me lleno el pecho.
Mire los papeles sobre mis manos, estaba todo perfectamente escrito, perfectamente ordenado pero si había un mínimo error lo mandaban de vuelta para corregirlo porque...
Todas las fichas cayeron al suelo.
— Lo siento tanto, venía distraída. - comente recogiendo las hojas.
— Sueles ser bastante distraída. - dijo su voz.
— William. - rodó los ojos al escuchar como lo llamaba. - ¿qué haces aquí?
— Mi padre se olvidó unos papeles en casa y me pidió que se lo traiga antes de que termine su turno. - era un sobre amarillo con mucho papelerio dentro.
— ¿Te perdiste? - cuestione divertida
— No, para nada. - me ayudó a terminar de recoger todo.
— Oh, estas realmente perdido. - solté tratando de no reír. - estamos en el piso cuatro, que es el departamento de regulación y control de las criaturas mágicas en la división de Bestias.
— ¿Esa era tu oficina? - cuestiono mientras la dejábamos atrás.
— Esa misma. - dije. - sígueme, tenemos que bajar dos pisos.
— Así que mi padre está en el piso dos. - repitió para no olvidarse. Llegamos al ascensor y maldije internamente, ya que odiaba los ascensores y en especial los del ministerio que lucían tan antiguos.
— Si, solo que en la oficina contra el uso incorrecto de los artefactos Muggles, son dos pasillos a la derecha. La primera puerta, seguro encuentres a Perkins antes, es un señor canoso que te va a ayudar. - dije señalando una puerta. - hasta acá llego yo porque tengo que encontrar a Amos. - comente mostrándole los papeles.
— Cierto, me había olvidado el amor que compartes con mi hermanos por los dragones. - En la carátula decía con grandes letras negras "Dragones. Torneo de los tres magos."
— Yo amo a todos los animales, Charlie en cambio, tiene preferencia. - soltó una sonrisa ladeada que me estremeció el corazón. No las había olvidado, en mis recuerdos a veces aparecian, pero verlas en persona era sensacional.
— Hablando de mi hermano, el me dijo que saldría contigo el sábado por la noche junto a unos amigos. - mire mis pies nerviosa.
— Si, a un bar mágico. Algo tranquilo. - me miró pensativo. Cuando estaba por hablar, alguien me tomó por los hombros.
— Necesito que ya dejes de trabajar, el dolor de cabeza que debes sentir debe ser arrollador. - Jacob saludo al pelirrojo y volvio a concentrarse en mi. - Estas desde temprano.
— Por dios Jacob deja de hacer eso y comienza a anunciarte me diste un pre-infarto. - dije de manera exagerada.
— Seguramente nos veamos estos días. Después me cuentas cómo sigue tu mudanza. - dijo el pelirrojo mirando el pasillo que conducía a la oficina de su padre y sin terminar de hablar acerca de la salida- Nos vemos Ara.
Luego de despedirse de mi amigo, Bill desapareció por el pasillo. Jacob rió solo como un psicópata.
— No se que te causa tanta gracia. - comente seria, mientras nos encaminamos hasta la sala del primer piso donde se hallaba Amos después de una aburrida conferencia.
— Que se te cae la baba por ese pelirrojo. - afirmó divertido. - Entrega esos papeles y vamos a casa. Te invito una cena
— ¿Chef Jacob? - cuestione divertida
— El mismo.
— Me aterra como puede salir eso. - me dio un pequeño golpecito en el hombro.
— Confía en mí, además tengo vino y tiempo libre. Quiero saber todo el chisme acerca de lo que sucede entre el pelirrojo y tú.
— Se llama Bill y nada sucede entre nosotros. - asegure
— No te creo. - dijo mi amigo, sin rodeos. - hay algo entre ustedes, y si no es actual es porque algo sucedió. La tensión se percibe a metros de distancia y puede cortarse con una tijera. - trague en seco. Sabia que Jacob terminaria decifrando lo sucedido entre Bill y yo, mas cuando mis reacciones eran tan evidentes.
— Él es el hermano de mi mejor amigo, mi pronto ex-vecino, y está trabajando en Egipto, no hay nada sucediendo entre los dos.
— Lo conocías desde Hogwarts, ¿no? - cuestiono Jacob. Asentí. - y me dijiste que pasaste vacaciones con él cuando eran adolescentes.
— Si, ¿cuál es el problema? - pregunte sin entender a dónde quería ir.
— Uno vuelve a donde fue feliz. - dramatizo. Rodé los ojos divertida y un poco ruborizada.
— Vamos a entregar esto, chef Jacob. - comente mostrándole los papeles.

Invisible String ⟶ B. Weasley  [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora