Cap 12 | El entrenamiento

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-Créeme que ya lo sé.

-Muy bien que lo sepas.

Era una hora y media de viaje hasta el estadio, así que teníamos para rato.

Atrás teníamos a De Paul, con un parlante y a mi hermano, que estaba cantando.

Del otro lado estaban Dybala y Enzo. De Paul empezó a poner canciones y cuando había alguna buena todos se paraban en el medio del micro a bailar. En la de Quevedo, De Paul y Enzo se pararon y me dieron la mano para bailar con ellos.

Me puse a bailar mientras sentía la mirada de alguien clavada en mí.

-QUEEEEDATE QUE LAS NOCHES SIN TI DUEEEEELEN.- Estaba cantando De Paul y yo le seguí.

De Paul era uno de mis mejores amigos desde que empecé a ir a los entrenamientos. Siempre nos molestabámos y hacíamos bromas.

-TENGO EN LA MENTE LA' POSE Y TODOS LOS GEMIDOSS.

Julian solo me miró con cara de sorpresa.

-QUE YA NO QUIERO NADA QUE NO SEA CONTIGOO.- Siguió Enzo

No sé en qué momento alguien se paró y se puso a bailar conmigo mientras me agarraba la cintura.

-Bailás bien, linda.- Dijo la última palabra en mi oído.

-Gracias, lindo.-Dije de la misma manera.

Miré a Julian. Él me miró. Yo lo quería besar. Él me quería besar. Pero sabíamos que no podíamos. Estábamos a la vista de toda la Scaloneta.

-Antes del entrenamiento, quiero un premio, preciosa. - Susurró en mi oído.

Me limité a sonreirle. Todos seguimos bailando y cantando hasta que Scaloni nos dijo que nos calmemos porque ya estábamos llegando.

Llegamos y cuando bajamos un montón de flashes y cámara nos empezaron a cegar. Julian me agarró la mano y me guió ya que casi no podía ver. Y ahí me di cuenta.

Julian me agarró la mano en público. No significaba nada, pero eso para algunos paparazzis era como admitir que nos íbamos a casar o algo así.

Cuando entramos algunos jugadores se fueron adentro del vestuario mientras que yo, agarrada de la mano de Julian, notaba como él iba más despacio para poder quedar a solas conmigo.

-Quiero mi premio.

-¿Qué premio?-Dije con una sonrisa juguetona.

Él no dudó y se abalanzó sobre mi, besándome. Fue un beso largo y profundo hasta que nos separamos por falta de aire.

-Andá que Scaloni te va a matar.

-Otro, porfa.

-Si jugás bien, puede ser que consigas otro.

Él salió corriendo y entró a los vestuarios. Yo solamente caminé hasta las gradas en las que estaba Sara.

-Contame ya todo.

-¿Sobre qué?-Me hice la tonta

-Dale no te hagas la boluda. Hablá.

-Puede ser que me haya besado con él.

-Me voy a desmayar. Enserió agarrame que me desmayo.

-Te tiro si te desmayás.

Seguimos hablando con Sara. De vez en cuando miraba a la cancha y veía a Julian que, ya me estaba mirando. Se notaba que se estaba esforzando. Jugaba mejor, trataba de correr lo más que podía, esquivaba todo que sus piernas le permitían.

Se notaba que quería el premio.

El 9 celeste | T/n y Julian Alvarez. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora