Cuando terminó el entrenamiento yo estaba decidida para salir por mi cuenta. Me iba a ir al hotel a descansar.
Seguía pensando en por qué ni mi hermano me había dicho feliz cumple años. Solo Julian.
Dejé de pensar y caminé hasta la puerta hasta que un brazo me paró que conocía muy bien me paró.
-¿Te vas sin darme mi premio?
-Puede ser...- Dije juguetona.
Él ni lo pensó y me besó. Estábamos en la entrada del estadio donde alguien podía vernos, pero a él no le importó, y a mi tampoco.
Seguimos con el beso hasta separarnos por falta de aire. Los otros ya se habían ido por otras puertas así que éramos los únicos que quedábamos.
Antes de que pudiera decir algo, Sarah me llamó.
-¿Qué pasó?
-Hoy quiero ir con vos al centro ya que tengo que comprar algunas cosas, y quería saber si me acompañás.
-Dale. Ahora voy al hotel, me cambio y voy directo.
-No. No vayas al hotel
-Por q-
-No vayas. Encontrame ahora en el centro.
-Bueno...
Dije y le corté.
-¿Sarah?-Preguntó Julian mirándome
-Si. ¿Cómo sabías?
-Intuición.
-Bueno me tengo que ir. Si seguís entrenando y jugando así vas a tener más premios.
La guiñé un ojo y salí de ahí. Fui directamente al centro y me encontré con Sarah esperándome.
Me dijo que íbamos a pasar todo el día ahí porque tenía que comprar ropa, blah blah blah. Era raro porque ella, era la que menos necesitaba ropa pero aún así la acompañé.
-Mirá esta remera. Te quedaría re bien.-Dijo Sarah extendiéndome una remera corta que decía "Rock Model".
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-Si.
Más o menos era todo. Ella me daba ropa que le gustaba para que me comprara y yo lo hacía. Ella también se probaba alguna que otra cosa.
En un momento después de ir de una tienda a otra, me llevó a un lugar de vestidos dónde te los hacían a medida, con el color que querías, el estampado, etc.
Sarah se alejó de mi un momento y fue al mostrador a pedir algo. No entendí que dijo pero vi como la chica que trabajaba ahí se fue y volvió con un hermoso vestido rojo.
Mi amiga se me acercó y me lo mostró.
-T¿e gusta?
-Si, es hermoso Sarah.
-Que bien, porque ya lo pagué.
-Ni me lo probé.
-Yo lo mandé a hacer a medida. Si querés probalo por allá.
Me señaló unos vestidores. Y fui directo hacia ellos. Me puse el vestido que sorprendentemente Sarah tenía razón y estaba hecho a medida. Me quedó perfecto.
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-Si no me gustara Enzo, me casaría con vos.
Solté una carcajada. Pagué por el vestido, me lo puse y nos fuimos. Eran como las 7 de la tarde. Sarah me dijo que teníamos otro lugar para ir.
Yo ya estaba cansada pero acepté. Cuando llegamos, vi un hermoso bosque decorado con luces.
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Vi como de atrás de los arboles, salían todos los jugadores gritando al mismo tiempo una cosa.
