Your Essence | j.jk [+18] [Omegaverse] EN PAUSA

Capítulo 2

Cada parte de mi cuerpo arde como los mil infiernos. Mis pies, de arriba a abajo, es doloroso y no puedo soportar soltar un sonido de frustración en cuanto volteo para chocar mi rostro contra una suave almohada con un exquisito aroma.

Siento aquella pesadez invadiendo todo mi cuerpo, el malestar. Aunque fuese un lugar cómodo me siento completamente desencajada. Un cosquilleo en mi cuello, es lo que comienza a despertar cada uno de mis sentidos. Aun con los ojos cerrados, siento la comodidad de una cálida cama. Un aroma a chocolate me hace estremecer mientras estiró mis piernas y siento la calidez de colchas y almohadas que rozan con mi rostro de una manera suave. Cada golpe en mi cuerpo se veía agradecido por sentir aquella sensación, mis rodillas arden de los raspones hechos en el césped, seguramente luego de haberme clavado piedras y ramitas.

La imágen de Donghae frente a la ventana deseándome suerte me hace abrir los ojos con sorpresa. Como si hubiese olvidado por completo que había escapado y que estaba en una jodida camada cuando debería estar posiblemente tirada en el césped del bosque. Lo único que puedo ver es la espalda, definitivamente de un hombre, durmiendo en lo que parece ser un sofá que no era de su estructura corporal. Trague saliva y me escondí aún más en las colchas cálidas, como si eso fuese a hacer algo. Mire mi cuerpo de inmediato para asegurarse de estar vestida y era así, aún tenía la ropa algo húmeda que traía en la noche.

Unos extraños sonidos provenientes de la boca de aquella persona me paralizan por completo y decido hacerme pasar por dormida. Él está despertando. Le doy la espalda y me tapó un poco el rostro. Siento mi cuerpo algo molesto por la ropa húmeda pero he decidido ignorar la picazón y concentrarme en quedarme completamente tranquila.

Los pasos de pies descalzos acercándose hacia mi me hacen tragar saliva y acelerar las pulsaciones de mi corazón. Miles de extrañas imágenes y escenarios pasan por mi cabeza; ¿y si nunca escape? ¿Y si estoy en casa?. No, no lo creo, apenas había logrado echar le un vistazo y nunca había conocido un cuarto como este.

Siento como se sienta en la cama, justo a mi lado. Una respiración tranquila de su parte y escucho como abre un cajón y lo vuelve a cerrar. Doy un respiro profundo y este parece quedarse quieto también en ese mismo instante, fue entonces que comencé a sentir aquella tensión ¿y si sabe que estoy despierta?. Puedo oír como parece abrir una botella y beber de ella, lentamente, dejándola desposar nuevamente en su lugar y quedarse helado.

— Salta, golpealo y corre. — dice mi cabeza y es algo que no puedo negar que parece ser un buen plan en este momento.

— Si que te diste una golpiza ayer. — escucho como habla detrás de mí y entonces siento una gran parálisis en mi cuerpo que me aterra. Su mano toca mi hombro y con cuidado me voltea para quedar mirando hacia el techo. Aun mantengo mi papel de bella durmiente, pero de verdad ni siquiera creo que se lo esté tomando enserio. Escuchó ruidos dentro de una caja y me aterrorizó aún mucho más.

Mi cuerpo da un sobresalto cuando siento arder una herida en mi frente. Suelto un quejido de molestia y en ese instante me siento en la cama mientras toca aquella zona. Estaba intentando curar mis heridas.

Nuestros ojos se comentaron por primera vez, pude ver su rostro. Un rostro tan encantador que hizo que mis mejillas se calentaran de vergüenza. Su cabello es oscuro, brillante, con pequeñas ondas y mechones rebeldes que caen en su rostro. Bajo mis brazos lentamente y entonces él parece intentar querer decir algo, solo que se ve muy nervioso.

¿Estoy soñando o algo así? Porque se ve jodidamente irreal. No pude controlar mi cara en ese momento, simplemente me paralice cuando sonrió de nuevo y corrió los mechones de cabello que caían en su rostro. Un rostro encantador.

— Lo siento, creí que tenías un sueño muy profundo. — sus manos venosas bajaron para descansar en sus muslos grandes. Demonios Hye, no veas eso, estúpida. — ¿Te sientes bien?, — cuestionó tomando un mechón de cabello mío y dejándolo detrás de mi oreja mientras sonreía levemente. — ¿Tienes frío?.