Your Essence | j.jk [+18] [Omegaverse] EN PAUSA

Capítulo 5

Jin se paro frente a mi mientras una luz me ilumina de frente. Puedo verla seriamente preocuparse por hacer un buen trabajo, mientras los hermanos se encuentran a sus espaldas intentando ver que hacia el en mi. Volvió a revisar mis dientes una vez más, pero ahora anotaba todo en su libreta color verde oscuro. Tomó mi menton e iluminó mis ojos para verlos.

— ¿Tiene anteojos? — cuestionó.

— Estan rotos.

— Tu vista es una mierda verdad.

— Lo és.

Timbrazos intensos hacen que Jin aprete sus ojos molesto y mire hacia la dirección de Areum.

— ¿Qué tipo de sangre eres? — me cuestiona ignorando el ruido hasta que se detiene.

— Cero positivo.

Quitando su mala forma de comportarse almenos conmigo, parecía ser un doctor muy bueno y atento.

Presiento que hay más gente en la casa cuando escucho murmullos y risillas. Me tenso por completo y sé que Jin lo nota cuando apenas emboza una sonrisa de costado.

— Hye, Hye.... ¿Qué será de ti? — más que una pregunta, parecía ser para el. Giro mi cabeza para toparme con más hombres con alturas intimidantes, excepto por uno. Trago saliva cuando de inmediato todos tiene sus ojos posados en mi. Pensamientos oscuros no dejan de pasar en mi cabeza.

— Espero que esto sea importante. — habló un hombre de lente y un peinado elegante.

Grandes, intimidantes, y hermosos.

Bajo la mirada hacia cualquier otra cosa. Me encuentro el alerta ante cualquier cosa y me siento aún más tensa cuando los siento cerca, rodeandonos.

—  Lo es. — soltó un suspiro y corrió los mechones de su frente. — Jungkook trajo a un humano.

Nadie dijo nada, excepto por uno de ellos que se río pero por la incomodidad de ser el único se detuvo cabizbajo.

No era una pregunta constante la que invadía mis pensamientos. Todos allí no podía ponerse de acuerdo para jugar me una broma pesada.

Sus ojos cambiaron de color por completo cuando me miran. Era como si aquellos colores afé, negros... Dorados y plateados demostraran algunos cambios emocionales en ellos.

Necesito a Areum. Por el simple hecho de ser la única mujer entre hombres desconocidos.

La idea de "quedarme en casa" De ellos, no resulta de la más buena para mi. Me sentía asustada de esa gente extraña, de esos monstruos.

Lobos, un cuento bizarro y fantasioso. Pero, este resultaba diferente a lo que podría aparecer en una película de hombres lobos, no sabría decir si aún más tenebrosa.
Recordar el momento en el que escuche los huesos de Areum tronar y verla convertirse en un jodido lobo grande... Es... No encuentro las palabras para expresarlo.

Pero, lo ironíco es que para ellos soy el monstruo.

— ¿Entonces no puedes convertirte en lobo? — cuando estaba por contestar esa pregunta que debía tomar como "normal", aquel chico que trago su serpiente de golosina se adelanto — Wow, esto es tan extraño. ¿Puedes controlarte tu misma? Eso es tan genial. Mi lobo es tan molesto en ocasiones.

— ¿Solo tu lobo?. — cuestionó en un tono burlón aquel chico pálido mientras mostraba una pequeña sonrisa para el chico curioso.

Desde que Jin había dado unos pasos atrás, no dudó un solo segundo en correr su silla a mi lado y bombardearme con extrañas preguntas.