CAPÍTULO 2

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Kokichi empezaba a trabajar ese mismo día, y contempló la enorme casa que tenía enfrente. Parecía una mansión, sin duda, los propietarios de esta casa tenían dinero. Pero no podía ser tan difícil, verdad? Tenía más sirvientas y sirvientes trabajando allí, por lo que no tendría que hacerlo todo solo. Lo único que tenía que hacer era limpiar y seguir órdenes, no podía ser demasiado complicado.

Sin esperar más, tocó al timbre, y una de las sirvientas le abrió la puerta. Era alta y tenía el pelo verdoso, su flequillo cubría uno de sus ojos, pero lo que más llamó la atención de kokichi fue su vestido. Ella tenía un vestido largo, llegaba hasta el suelo, entonces, ¿Por qué kokichi tenía que llevar uno corto?

-Buenas tardes, tú debes de ser la nueva maid.

-Oh! Sí, soy Kokichi Oma, encantada...

-Encantada igualmente señorita Oma, mi nombre es Kirumi Tojo, pase por favor.

Kirumi se hizo a un lado para dejar pasar al pelimorado. Miró a su alrededor, la casa era muy amplia y espaciosa, a de más de que tenía un ligero toque rústico.
Aunque empezó a pensar que quizá sería más difícil de lo que pensó, no por el trabajo, si no por el hecho de que tendría que ser tratado en femenino todos los días.

Kirumi le enseñó la casa, y le explicó un poco sobre el detective del que estaban a cargo. Al parecer, la gente para la que trabajaba tenía una agencia de detectives, por lo que nunca estaban en casa, y sólo estaba en casa su hijo, el cual ejercía un trabajo como detective a la edad de 17 años. Tenía la misma edad que Oma, y al parecer, era muy talentoso en lo que hacía.

No le dijo su nombre, pero siempre le trataba con mucha cortesía, seguramente por el hecho de que Kirumi llevaba trabajando para ellos mucho tiempo. Casi desde los 16, hasta los 20 que tenía actualmente.

-No estés nerviosa Oma, estoy segura de que lo harás bien, el señor Saihara es muy bueno con nosotros.

-Sí... ¿Ese es su nombre? ¿Saihara?

-No, ese es su apellido.

Juraba haber escuchado ese apellido antes, pero no podía recordar el dónde...

En ese momento, sonó un timbre. Kokichi miró a su alrededor, intentando identificar la proveniencia del sonido.

-Oh, el señor Saihara nos está llamando, eso es que tiene un pedido que hacernos. Deberías ir tú, tienes que ir quitandote la vergüenza.

-¿Y-yo? No, mejor que vaya otra, yo aún no sé qu-

-No te preocupes, yo te diré qué tienes que hacer si tienes alguna duda. Pero como maid, tienes que aprender a acatar órdenes sin tener vergüenza.

Kirumi tenía razón, tendría que acostumbrarse a eso, pero, ¿No era demasiado pronto?
No tuvo opción de rechistar, porque ya estaba siendo guiado escaleras arriba, en dirección a la habitación de ese tal Saihara.

Miró por un momento a Kirumi, algo nervioso, pero ella simplemente le sonrió y se dió la vuelta para volver escaleras abajo.
Titubeó un poco antes de tocar dos veces la puerta y después entrar.

Vio una habitación bastante grande, con una cama de matrimonio, y un amplio escritorio, en el que estaba sentado al otro lado de la mesa el que supuso que sería Saihara, pero no necesitó preguntar su nombre.

-Kirumi, ¿podrías- eh...?

Hicieron contacto visual, los dos estaban sin palabras. El chico al que estaba mirando era Shuichi Saihara, y ese chico había ido con él a clase durante muchos años. Si tenía que servir a ese chico, iba a ser un suplicio estar allí. No porque fuera mal chico, de hecho, no le conocía de nada, si no por el hecho de que él sabía que era un hombre, y ahora mismo kokichi no tenía una ropa especialmente... Masculina.

Estuvieron un tiempo quietos, mirándose en completo silencio, hasta que Shuichi bajó la mirada hacia la falda del contrario. Kokichi se llevó ambas manos a la falda, al notar la mirada de Shuichi allí, y no pudo decir nada antes de que se fuera corriendo, dando un portazo al salir de la habitación. Se daba por perdido, Shuichi era un chico con muchos amigos en la escuela, y ahora estaba trabajando para él. Con tan solo decirle a todos lo que acababa de ver, la reputación de kokichi podría ser incluso peor. Ya se había arrepentido de haber aceptado el trabajo.
Bajó corriendo las escaleras, en dirección a la sirvienta que acababa de conocer, para después sólo abrazarla con fuerza.

K-KIRUMIIII! ¡WAAHH!

-Oh! ¿Qué pasó, Oma? ¿Te encuentras bien?

Le preguntó la más alta con preocupación, mientras acariciaba el cabello del pelimorado.

-E-es que- es que- ¡M-me puse muy nerviosaaa! ¡Waahahhh!

-Sshh, sshh, ya pasó, yo iré a ver qué quiere el señor Saihara, vale? Quédate aquí y cálmate. Mientras tanto, pasa el plumero por los muebles, si?

Kokichi asintió y soltó a la mujer de su abrazo, la que le entregó un plumero y se fue escaleras arriba, para acatar la petición de Shuichi.

Kokichi obedeció a la orden de Kirumi, empezando a pasar un plumero con sumo cuidado por los muebles de la casa.

Le pareció un poco extraño tener que usar plumeros, en conjunto de estos vestidos tan cortos, lo primero que pudo pensar es que ese tal "Shuichi" era un salido.

Sólo de pensar en la situación que acababa de tener con él le sonrojaba.
Menudo primer día...

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Fue un día largo para kokichi, pero cuando por fin terminó, se fue de esa casa a paso rápido. No iba a mentir que estaba un poco asustado, había rechazado la oferta de vivir en esa casa. Prefería empezar su turno temprano, y volver a casa tarde por la noche. Aunque, quizá se estaba arrepintiendo de esa decisión. Seguía con su corto vestido, y estaba caminando solo por las calles vacías. Tenía mucho miedo, así que empezó a correr hasta llegar a su casa. No le gustó tener que caminar sólo por la noche en un vestido. Aunque, ¿Era eso mejor o peor que dormir en la casa de Shuichi?

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1023 palabras

Aquí el segundo cap, espero que no esté muy mal... Y aún me podéis dar más ideas de más historias!!
Amor amor ❤️❤️

Maid Service - SaiomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora