Ya llevaba un par de días con esa rutina. Ir a trabajar por la mañana, y volver por la noche. Kirumi siempre estaba allí antes que Kokichi, por lo que siempre estaba con él y le abría la puerta a la casa. Shuichi solía estar en su cuarto o trabajando fuera de casa, pero esté donde esté, kokichi nunca le veía. Se encerraba en habitaciones, le pedía a Kirumi que ella fuera con Saihara... Kirumi permitía esto, porque kokichi usaba el método de "soy muy tímida y me da vergüenza, puedes ir tú?"
Y le funcionaba muy bien, hasta hoy.-Oma, cielo, tienes que ir tú a ver qué es lo que quiere el señor Saihara. Ya llevas aquí unos días, tienes que quitarte la vergüenza.
-P-pero Kirumi!
-Nada de peros jovencita, ya sabes dónde está su habitación, ahora sube y pregúntale.
-Está bien...
Kokichi terminó cediendo, sabía que no tenía otra opción. Subió las escaleras con pesar, sabiendo que detrás de esa puerta se encontraba la persona con la que fue a la misma clase en primaria y secundaria.
Abrió la puerta después de un suspiro largo y pudo ver a Shuichi dentro de la habitación. Se giró a mirar al más bajo, algo sorprendido de que él estuviera allí y no Kirumi.
-¿Necesitas algo, señor Saihara?
El chico no respondió, pero desvío su mirada a la falda del más bajo, sin saber qué decir, tenía la mente en blanco de nuevo.
-Por favor, mírame a la cara cuando te hablo.
-¡A-ah! Sí, lo siento Kokichi...
El más alto desvió la mirada, dejando de mirar al pelimorado, con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-Sólo quería un café, si no es mucho pedir...
-Enseguida...
Salió de la habitación, cerrando la puerta tras él. Estaba sonrojado de la humillación, y bajó las escaleras hacia la cocina para hacer el café susurrando insultos hacia Shuichi.
-Kirumi, puedes por favor subirle este café a Saihara?
-Mh? Lo siento Oma, estoy ocupada, ¿No podrías dárselo tú?
-... Está bien..
A regañadientes, el pelimorado volvió a subir a esa habitación, tocando la puerta antes de entrar. Ahora que se fijaba en él más de cerca, podía notar que Shuichi tenía ojeras, como si no hubiera dormido bien esa noche. Parecía algo estresado, sentado en su escritorio con papeles de por medio.
La curiosidad de kokichi hizo que entrara a la habitación dejando el café sobre la mesa, mirando los papeles que estaban encima del escritorio de Shuichi. Pudo intuir que eran casos de asesinatos, pensó que quizá Shuichi tenía que resolverlos.Estaba centrado en los papeles, sin darse cuenta de que Shuichi le estaba mirando extrañado, pero no dijo nada hasta que fue kokichi el que habló primero.
-¿Son asesinatos? ¿Los tienes que resolver?
-Uhm... Sí, no he dormido mucho esta noche por eso...
-Oh, ya veo... ¿Podría ver los sospechosos de éste caso?
-¿Q-Qué? No puedo compartir esta información con nadie...
-Te ayudaré, puedo ser útil!
-Mh-... Está bien...
Shuichi no sabía por qué había cedido, si era por la falta de sueño, por la incomodidad que sentía al lado de Kokichi o si simplemente estaba admitiendo que necesitaba ayuda con esto.
Sacó una lista con nombres, fotos, información y coartadas de varias personas, a las que proclamaba sospechosos.Kokichi las analizó por un momento, y empezó una conversación con el peliazul sobre cada uno de ellos.
-... Dudo que este sea el asesino, seguía en un sitio alto el momento del asesinato, y aunque escuchó la bala, necesitaría un francotirador o algún arma de larga distancia, pero nada de eso fue encontrado en su piso, no?
-Uhh... No, pero había armas de fuego.
-Dudo que un arma de fuego normal pudiera acertar un tiro a esa distancia.
Gracias a eso, Shuichi se dió cuenta de algunas cosas importantes, que antes había dejado pasar.
Pasaban los minutos, y no dejaron de hablar sobre los casos en todo ese tiempo. Ya ambos se habían olvidado de que Kokichi era su sirvienta, no les importaba a ninguno de los dos. Kokichi tomó asiento, viendo cómo se alegraba la mirada de Shuichi al ir avanzando en el caso con ayuda del pelimorado.
Un par de toques en la puerta les sacó de su trance, viendo a Kirumi entrar a la habitación y ver cómo kokichi había cogido asiento al lado de Shuichi. Sonrió al ver a ambos tan unidos.
-Disculpen señor Saihara, señorita Oma, no quería interrumpir, me alegra que se lleven bien.
Y tras eso, la sirvienta cerró la puerta. Hubo un silencio por unos segundos, y después los dos chicos restantes en la habitación se miraron entre ellos.
-... Señorita Oma?
Kokichi le miró sonrojado, y rápidamente se levantó de su sitio, dirigiéndose hacia la puerta a paso rápido.
-E-Espera! No quería ofenderte, es sólo que- todo esto me confunde, y-..
-Agh, cállate detective, no sé porqué vine aquí en primer lugar.
Y tras eso, el pelimorado cerró la puerta de un portazo.
El peliazul no entendía nada, ¿No se supone que Kokichi era un chico? ¿Es que ahora era una chica? ¿O siempre ha sido una chica?
Pero no se iba a quedar de brazos cruzados, era un detective e iba a descubrir qué pasaba con Kokichi. Pero por el momento, iba a dormir, no podía pensar con claridad más, necesitaba un buen descanso.______________
Cuando despertó de su siesta, fue directo a su escritorio. Por poco que le gustara, tenía que seguir trabajando. Había hecho grandes progresos gracias a Kokichi, y tenía que poner fin a este caso.
Aunque cuando miró su escritorio, se sorprendió al ver una nota escrita a mano, que decía una teoría de lo que podría haber pasado en el caso y quién era el asesino. Era... Muy acertado, encajaba perfectamente. ¿Kokichi había hecho esto? Necesitaba agradecerle si ese era el caso.
Salió de su cuarto rápidamente y bajó las escaleras, buscando a Kokichi.
-¿Necesita algo, señor Saihara?
-Kirumi! ¿Dónde está Kokichi?
-Oh, lo lamento, pero se fue hace unos minutos... Si tiene alguna petición yo podría cumplirla.
-Muchas gracias, pero no es eso... Hablaré con él- ¡ella! mañana...
-Está bien, buenas noches señor Saihara.
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1031 palabras
Siento actualizar tan tarde, pero bueno, aquí está.
Amor amor ❤️❤️
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Maid Service - Saioma
RomanceDesde pequeño, kokichi Oma fue tratado como una mujer por parte de sus padres, que siempre desearon tener una hija para poder emparejarla con alguien adinerado. Este plan no funcionó como sus padres lo tenían pensado, por lo que obligaron a Oma a t...