Capítulo 7

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Hyunwoo volvió a enredar los dedos de ambas manos en su cabello

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Hyunwoo volvió a enredar los dedos de ambas manos en su cabello.

—Nuestras habilidades están ligadas a quienes somos. Espero no ser capaz de crear renacidos nunca.

Estremecido, Minhyuk le rodeó el torso con los brazos.

—¿Has conseguido habilidades nuevas en los últimos años? —Como lo conocía, sabía lo delgada que era la capa de hielo sobre la que caminaba. Poco tiempo atrás, Hyunwoo le había roto todos los huesos del cuerpo a un vampiro mientras la pobre criatura permanecía consciente. Había sido un castigo que Manhattan no olvidaría jamás—. ¿Hyunwoo?

—Ven. —Se elevó hacia el cielo.

Minhyuk soltó un grito y cambió de posición para aferrarse a su cuello.

—Podrías haberme avisado.

—Tengo fe en tus reflejos, Minhyuk. Después de todo, si no hubieras disparado a Namjoon, Nueva York podría haber acabado ahogada en sangre.

El soltó un resoplido.

—No fui yo. Creo recordar que eras tú quien le arrojaba bolas de fuego.

—Fuego de ángel —murmuró Hyunwoo—. Un mero roce de ese fuego te habría matado.

Minhyuk frotó la cara contra su pecho mientras Hyunwoo volaba sobre la bella y peligrosa cadena de montañas que rodeaba las luces del Refugio.

—No resulta fácil matarme —le dijo.

—Ten cuidado, cazador. —Descendió y voló hacia el borde de una cascada —. Aún pueden herirte.

Estaban tan cerca que Minhyuk pudo deslizar los dedos sobre la preciosa superficie del agua. Las gotas eran como diamantes atrapados bajo la luz de la luna. La admiración estalló dentro del cazador.

—¡Hyunwoo!

Tras elevarse, se acercó de nuevo al glacial cielo nocturno en el que las estrellas parecían talladas en cristal.

—Dijiste que un vampiro fuerte podría matarme —señaló Minhyuk, que sentía el frío en las mejillas y el viento que agitaba su cabello—. Y, al parecer, también el fuego de ángel. ¿A qué otra cosa soy vulnerable?

—El fuego de ángel es el método más fácil, pero los arcángeles que no pueden crear ese fuego tienen otros medios.

—No tengo pensado relacionarme con los miembros de la Cátedra, así que me da igual.

Los labios contrarios se acercaron a su oreja, y el roce le abrasó de la cabeza a los pies, pero sus palabras...

—Las enfermedades ya no son tus enemigas, pero hay también unos cuantos ángeles que podrían matarte. Eres tan joven que, si te desmembraran parcialmente, morirías.

Minhyuk tragó saliva con fuerza al visualizar semejante imagen.

—¿Eso ocurre a menudo?

—No. El método más habitual es cortar la cabeza y quemarla. Muy pocos sobreviven a eso.

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