44: "¿Este es el final?"

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Sol

Soy la persona más asquerosa y estúpida que existe en este planeta.

En serio ¿Quién le hace daño a una personas como Luna? La gente que es una mierda como lo soy yo.

Me aferro a la almohada llorando desconsoladamente mientras Marte intenta consolarme con preocupación. No he parado de llorar desde que Luna se fue, me siento horrible. 

Ella me odia. La personas que más amo me odia y tiene el corazón roto por mi culpa.

Mierda ¡Le prometí que no lo haría! Soy un asco.

Hice que creyera en el amor ¿Para qué? ¿Para romperle el corazón luego? Soy una estúpida. Ojalá no hubiera aceptado ir a esa estúpida fiesta.

—Sol, intenta respirar—Marte me acaricia la espalda haciendo círculos—. Ya, tranquila.

—Soy una horrible persona. ¿Cómo pude hacerlo eso? —apenas puedo hablar debido al llanto, tampoco puedo respirar muy bien.

Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y evitar que todo esto pasara. Ahora estaría disfrutando mi tiempo con Luna y seríamos felices. Pero soy una idiota de mierda que se equivoca siempre.

—Claro que no, Sol. Ella solo necesita pensar ¿sí? Sabe que tú no harías eso porque no la amas o porque no te importa. Luna confía en ti y te conoce.

Mi respuesta a sus palabras son puros llantos y gritos ahogados con la almohada.

Ella me dejará, perderé a la persona que más amo por ser una imbécil que aceptó un vaso con droga y se besó con su amiga. 

Luna se merece algo mucho mejor que yo, porque lo único que sé hacer es hacerle daño mientras ella me dan puro amor.

Primero con mis estúpidos traumas y problemas psicológicos, luego cuando tuve que irme a vivir a Australia y tuvimos que mantener una relación a distancia, cosa que hice que fuera mucho más duro por internarme en un hospital psiquiátrico. Y ahora esto. Cada cosa que hago siempre termino haciéndole mal a ella y arruino nuestra relación. 

Entiendo completamente si no quiere volver a verme nunca más en su vida, aunque me dolería tanto. 

No la merezco.

—Soy una idiota—repito.

—Sol, créeme, Luna solo necesita pensar un poco y luego volverá ¿sí? Ella entiende que tú no hiciste esto con mala intención, estabas drogada y no sabías lo que hacías, es más, ni siquiera la besaste fue ella quien lo hizo y tú la apartaste. 

—Ella no sabe eso.

—¿Qué cosas?

—Que yo estaba drogada. No le conté como fue la situación.

—¡¿Qué?! Sol, ¿Cómo pudiste omitir eso? —me pregunta, sobresaltada. 

—Es que no se me hizo relevante porque no merezco su perdón. Lo que hice fue algo horrible. Ella merece a alguien mejor.

Veo el semblante de Marte, quien me mira con la boca abierta.

Perseo me dijo que le cuente a Luna meticulosamente todo lo que pasó esa noche, pero a mí no se me hizo necesario porque aun así lo que hice fue horrible. 

—Llamaré a Luna ¿sí? Debiste habérselo dicho, Sol.

Marte se va de la habitación dejándome sola.

Lo único que hago es taparme mucho más con las matas y llorar.

Luna

Llorar me ayuda mucho.

Ya Que el Destino Nos SeparaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora