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Todo estaba listo, la vieja máquina del avatar sin usar desde hace una década, ahora seguía cumpliendo con su función.

— Oye _____, si no te sientes preparada, lo entendemos. Jake tomó ligeramente mi hombro.

— Lo hago por Spider, estaré bien.

Me recosté sobre esa máquina, no lo niego, era demasiado cómoda.

— Bien _____, ahora cierra tus ojos. Habló Norm mientras me ayudaba a tener una posición más cómoda.

— Y pon tu mente en blanco. Interrumpió Jake. Esto me trae tantos recuerdos...

Había cierta nostalgia en el tono de voz de Jake, todos estaban presentes, me sentía algo rara.

Mi avatar solo tenía una bata, estaba en una camilla, casi al lado de mí, literalmente me doblaba en estatura.

— ¿Estás lista?

Asentí y me relajé, puse mi mente en blanco, obedeciendo a Jake.

Cerraron la tapa de la máquina y comenzó a funcionar

Ví destellos, me mareé un poco y mi corazón se aceleró.

Abrí los ojos, pensé que no había funcionado.

— ¿Qué pasó? Chicos, creo que no funcionó.
Dije mientras me sentaba poco a poco, veía borroso.

— _____, ¿Cómo te sientes? ¿Puedes escuchar bien? ¿Cuantos dedos ves? Dime si algo te duele. Dijo Norm, al lado de mí.

— Me siento bien, te escucho bien y veo dos dedos... Te hiciste pequeño.

Miré a los Sully.

— Ustedes se ven igual de azules como siempre.

Algo tocó mi hombro y me espanté, hizo que me levantará rápido.

— QUÉ MIERDA. Dije al notar que era una cola.

— Necesito que te relajes. Dijo Norm mientras intentaba sentarme.

— No jodas que funcionó. Exclamé mientras veía mis manos, eran azules.

— Bueno... También funcionó conmigo el otro día.

— Oye _____, que bien te ves. Susurró Neteyam al ver mis piernas, descubiertas.

— Eres un maldito.

Me levanté poco a poco, despacio.

— Carajo, ¿Cuánto mide ésta cosa?

— Más de dos metros. Contestó Norm.

— Estoy mareada, quiero vomitar.

— Tranquila, es normal.

Al pasar un rato, después del chequeo médico que me realizó Norm, los Sully se fueron, menos Kiri y Neteyam.

— Realmente conservas las mismas facciones que en tu cuerpo humano. Neteyam me observó atentamente

— ¿Por qué será?

— Te ves muy linda _____. Comentó Kiri.

— Si, hasta parece que es más agradable, si no la conociera, pensaría que es una chica divertida y no una aguafiestas.

Rodé los ojos ante el comentario de Neteyam.

— ¿Si no me conocieras? Literalmente empezamos a hablar hace una semana... Y eso porque se llevaron a Spider, tú no sabes absolutamente nada de mí.

— Bueno, ahora ya sé lo necesario.

Neteyam se acercó con una sonrisa ladeada.

— Y yo tampoco sé nada de tí, y no me importa saberlo.

— Bueno... Vamos a pasar varios meses juntos, así que deberíamos empezar por lo más básico, ¿No lo crees?

Sentía cierta rivalidad hacia él, creo que era mutuo.
Se acercó demasiado hacia mi rostro, ambos estábamos enojados, había tensión en el aire.

— En realidad no soy una aguafiestas, ese apodo me lo puso Spider porque siente envidia de mi carisma.

— ¿Ah sí?

— Sí.

— Entonces demuéstralo.

— ¿Cómo?

— Uhm, no lo sé, tal vez podrías...

Neteyam puso su mano en mi mentón, ahora lo veía proporcional a mí.

Era cierto que no tenía experiencia en el ámbito romántico de la adolescencia, pero no era estúpida.

Quería besarme.

Mordí su brazo.

— ¡Auch! ¿Que te pasa? Estás demente.

— Eres un vulgar, Neteyam.

— ¡Me mordiste! Y dices que el salvaje es el pobre de Spider.

— Oigan, me la estoy pasando bien raro. Dijo Kiri.

— Yo también... Necesito dormir.

A quién engañaba, me estaba muriendo de la vergüenza, no quería que mi primer beso fuera con un na'vi.

Piénsenlo, Spider le dijo a Neteyam que nunca he besado a nadie y que tampoco soy fan de los na'vi.

Solo lo hace por joderme.

— Nunca has besado a nadie, ¿Cierto? Ternurita, en verdad que eres una aguafiestas. Dijo al salir, después de Kiri.

— Ya cállate, maldito gato azul.

Logró escuchar lo que dije y dió media vuelta.

— Cállame, gatita.

— ¿Qué?

— Tienes el cuerpo de una na'vi, ahora eres una de nosotros, tu también eres una gatita.

— Eres un imbécil.

— Descansa, gatita.

Hola! Quería agradecerles por el apoyo, en verdad me inspiran a seguir escribiendo.
Debido a ello, debo informar que, publicaré de manera más constante, no quiero que esperen demasiado.

¡Muchas gracias!

Te veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora