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(Recuerden la dinámica, cuando vean ****** por favor, coloquen "con la brisa",  que se encuentra en la playlist, igual que las demás canciones en este fanfic, por favor, estén atentas)

¡Este capítulo es largo!

Caminé hacia donde Neteyam y yo habíamos quedado en reunirnos, eran las seis en punto, no me gustaba llegar tarde, estaba nerviosa, tenía frío, no estaba acostumbrada a usar ropa na'vi.

A lo lejos, pude ver a Neteyam... ¿Volando su ikran?

Aterrizó frente a mí.

— Te vez hermosa.

Sonreí ante el cumplido.

— Bueno, ya que ha pasado tiempo, debo adaptarme, ¿No lo crees?

Neteyam sonrió, se acercó y me dió la mano, para que pudiera tomar impulso y subir junto a él.

— Así que... Un paseo en ikran, eh. Dije al despegar.

— Creo que es algo romántico.

Sentí mi cara arder, maldito, ¡Escuchó nuestra conversación!

No dije nada, tan solo aguanté mi vergüenza.

En el camino, el ikran de Neteyam volaba muy despacio, no importaba, me sentía libre, el cielo estaba rodeándonos, sus tonos, ahora eran rosáceos debido a que era el atardecer, era hermoso.

Volamos alrededor de diez minutos, hasta toparnos con unas rocas enormes, estaban por encima del mar.

— Señorita, déjeme decirle que hemos llegado a nuestro destino.

Aterrizamos, entre risas.

Las rocas eran lisas de la parte superior, dónde nosotros estábamos.

Ahora, el cielo ya era nocturno, era precioso, estrellado e iluminado.

— Espero que te gusten las sorpresas.

— En realidad no. Bromeé.

Me entregó un ramo de flores, era pequeño, pero hermoso, también me guío hacia... ¿Un mantel en el suelo?

Era un picnic nocturno.

— Papá suele hacer ésto con mamá, a ella le fascina.

— ¿Dices que me parezco a Neytiri? Si que estás jodido de la cabeza, gato.

Neteyam rió ante mi comentario.

— En realidad... Siento que él lo hace mejor, siempre ha sido así. Dijo en un tono triste.

— Oye, ¿Por qué dices eso?

— Simplemente trato de impresionarlo cada que tengo la oportunidad, a veces siento que vivo a su sombra.

— Es cierto que Jake a veces puede ser muy duro, pero... El te ama, Neteyam. Y se que está orgulloso de tener un hijo como tú.

Neteyam sonrió leve, su actitud cambió de pronto, a una más positiva.

— Bueno, se supone que ésto es una cita, ¿Verdad?

Eso me tomó por sorpresa, pero me gustó la forma en cómo lo dijo.

Se levantó, animado.

— Oh, bella dama, ¿Me haría el honor de pasar éstas horas a mi lado?

Neteyam hizo una reverencia.

Sonreí ante su acción.

— ¿De dónde sacaste esas palabras? Dije riendo.

— Según el diccionario para caballeros que me dió Spider hace algunos meses, garantizaba que funcionaría.

Te veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora