Mi amado rey Sesshomaru

Capitulo 19. Decides si huir o luchar...

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE LEMON INTENSO, SI CONTINUAS ES BAJO TU RESPONSABILIDAD...

SI TE QUEDASTE GRACIAS POR LEERLO... 🙊🙊

A Yako le sorpendio la forma de hablar de su medio hermano, algo no estaba bien, sospechaba que el conujuro que habia puesto en Inuyasha, asi que llamo a Kai para colocarle un nuevo fragemento pero esta vez seria bañado con su sangre y veneno, asi tendria mas control de su medio hermano.

-Acercalo a mi, con este fragmento no podras dar ni un paso sin que yo lo sepa, escuchare tus pensamientos, y seras leal a mi, seras mi guardia personal esa es la condicion para que tu madre siga viva.- explico Yako.

-Sera como usted ordene, vendre a vivir de nuevo a su lado Amo Yako, no volveremos a hablar de cosas que le desagradan, estoy a sus servicio. - finalizo Inuyasha.

Una sonrisa de satisfaccion se dibujo en la cara de Yako, estaba sumamente feliz ya que sus planes estaban saliendo bien, ahora el unico punto cardinal que le faltaba era el Norte, y para eso utilizaria los tres que tenia a sus servicio.

En la aldea de la anciana Kaede se encontraba cierto monje pervertido, sentado delante de la anciana, su cara demuestra angustia, preocupacion y ansiedad, no sabia que estaba pasando con Sango.

-Tenemos que detener a Yako antes de que sea demasiado tarde, podemos retarlo, se que lo que le explicare es para pensarlo, pero no tenemos opcion, nos jugaremos la ultima carta.- explico Miroku.

-No entiendo a lo que se refiere, pero haga lo que haga apoyo su decisión.- explico la anciana.

-Yo me enfrentaré con Yako, solo con nuestra fuerza, si muero en el intento usted tiene que seguir con esta lucha.- hablo tranquilo Miroku.

La anciana simplemente se quedó callada, no sabía que decir, su boca se seco al imaginarse la muerte del monje, de regreso al castillo de Yako con Inuyasha a un lado.

-Estas contento por qué estás al fin con tu madre?.- cuestiono suave.

-Si maestro, muchas gracias, ahora dígame cuáles son sus deseos?.- cuestiono suave.

-Trae al monje, tenemos que negociar, pero no irás con tu madre, ella se quedará aquí.- finalizó con voz suave.

Inuyasha acepto con un movimiento de cabeza, llegó a la habitación en dónde Izayoi descansaba, entro sigilosamente, sabia que podria asustar a su madre.

-El Maestro Yako me exigio que no volveras a mencionar a nuestro padre, no quiero que te lastime, por favor entiendeme.- suplico Inuyasha.

-Hijo, esta bien, por el momento seran asi las cosas.- hablo Izayoi nerviosa.

No se habian dado cuenta que Yako esta escuchando detras de la puerta, y sin pensarlo dos veces entro a la habitacion logrando ganarse la mirada de terror de Izayoi, era como si hubiera visto a la muerte en persona.

-Espero una explicacion, mi padre te tenia aprecio, pero no te equivoques, ya no soy como mi padre, asi que es mejor que cierres la boca.- hablo Yako con tono intimidante.

-Acaso no quieres que explique la forma en volverte a encerrar, no quieres volver al sello de los 300 años? Recuerda que mi Señor fue el que explico como hacerlo.- explico Izayoi.

-Te prevengo, si abres tu estupida boca, primero moriras tu, para hacerle creer que fue el quien te asesino.- rio Yako al ver la cara de Izayoi.

De regreso a la aldea, Miroku estaba decidido a comenzar un entrenamiento arduo y dificil para poder soportar una corta y cruel batalla contra el demonio mas poderoso del Sengeku. Pero la anciana Kaede no estaba convencida, para ella ese plan era un verdadera locura, firmaria su sentencia de muerte.