Capitulo 17 Yako descontrolado Pt 2

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Por otro lado estaba Naraku buscando al joven lobo, cuando lo encontro este estaba sentado debajo de un arbol frondoso cubriendose de los rayos del sol, se acerco para encararlo, pero Koga no se altero por que sabia de quien se trataba. 

-Joven Koga, es necesario que venga conmigo, el Maestro Yako desea verlo y conversar con usted para llegar algun acuerdo. - mintio Naraku con habilidad. 

Koga cerro los ojos por unos segundos, en ese minimo tiempo Naraku aprovecho para colocarle un brazalete dorado en la muñeca derecha, con esto se volvio sumiso a las ordenes de Yako. 

 -Tenemos que ir al palacio del Oeste para reunirnos con el Maestro Yako. - ordeno Naraku con voz pasiva. 

Kai y Naraku habían logrado el objetivo, someter a Kohaku y Koga, pero era obvio que Kai lo hacía por un bien común, deseaba a Sango más que a nada en el mundo, su sueño era embarazar a ambas y sin dudas lo haría.

El primero en llegar al castillo del Oeste fue Naraku, quien llevaba consigo a Koga, al anunciarlo e indicarle que pasará, Koga lo seguía detrás guardando la distancia, al llegar frente a Yako Naraku se arrodillo.

-Levantate, no es necesario que te arrodilles por ahora, dime qué fue lo que pasó.- dijo Yako en tono pasivo.

-Como usted lo ordeno, aquí está el Comandante del Clan de lobos, por la seguridad de mi señor fue colocado el objeto que me dió, ahora es su fiel sirviente.- explico con voz pasiva.

Yako sonrió al ver el resultado de su plan, antes de hablar Yako anunciaron a Kai, quien venía con Kohaku, al estar delante de su amo, se arrodillo pero Yako no lo permitió.

-De pie, ambos han cumplido con su tarea, Kai haremos que la exterminadora caiga en una cruel trampa, así le colocarás un fragmento para que sea sumisa ante ti.- explico Yako con altanería.

El plan era simple, envíar a Kohaku para que hablara con Sango y obligarla a ser la concubina de Kai, se escuchaba facil, pero tenían un haz bajo la manga.

-Ve rápido y cumple tu sueño, terminando de esto, vamos a ir al reino Norte, tenemos que tener a los cuatro puntos cardinales bajo nuestro control.- ordenó Yako.

-Maestro Yako, quien será el Lord del Norte?- cuestiono Kai.

-No es obvio, será Naraku, el es de mi entera confianza, así que no tardes.- ordenó con voz ronca.

Kai y Kohaku fueron hasta la aldea de la anciana Kaede, en dónde se encontraba Sango con Miroku, al estar frente a frente Kai y Sango, Kohaku saludo a su hermana, para después decirle.

-Hermana, el Señor Kai tiene algo que decirte.- hablo pasivo.

-Señor?, Por qué hablas así de el?- cuestiono molesta.

-Veras mi hermosa dama, eh venido hasta aquí por qué deseo que tú seas mi concubina, si te rehusas tu hermano y el monje morirán, no en mis manos, si no en las del maestro Yako.- hablo altanero.

Sango estaba demasiado sorprendida, furiosa, se sentía humillada, al escuchar esas palabras de la boca del general del Oeste, Kai era un ser de poca paciencia, y se vio cuando se acercó a Kohaku desenfundando su espada y colocarla en el cuello de el.

-Si no quieres que tú hermano muera, será mejor que aceptes la propuesta que te hice.- hablo altanero.

Sango estaba observando cada movimiento de Kai, sabía que no estaba jugando, así que le hizo un pequeño corte en el cuello del cual salió un hilo de sangre, al ver esto Sango cerró los ojos, suspirando volteo a ver al monje.

-Cuida bien de la aldea, nos veremos pronto, tengo que ir, por el bien de ustedes dos.- hablo Sango con lágrimas en sus ojos.

-Buena desicion, mi hermosa dama, ahora vámonos.- ordenó Kai.

Un orbe blanco se formó al rededor de los tres para comenzar a elevarse, Miroku se quedó observando esa fatídica escena, su corazón dolía, ya que la mujer que ama fue obligada a convertirse en concubina.

Al llegar al palacio del Oeste, Kohaku se retiró a su habitación dejando solos a Sango y Kai.

-Vine solo por la seguridad de la aldea, y salvar la vida de las personas que más quiero en la vida, estás muy equivocado si crees que me rendiré sin dar pelea.- explico Sango con evidente molestia.

-Tranquila mi bella dama, no es bueno que te alteras de esa manera, podrías ocasionar una catástrofe.- explico Kai con voz pasiva.

Kai llamo a Kohaku para que obligará a Sango a ponerse de rodillas, al estar de rodillas delante de Kai se acercó para verla y confirmar que es hermosa, se quedó mirando sus bellos ojos, su cara, su tono de piel, recordó que dentro de su armadura estaba un pañuelo rojo escarlata dentro venia un fragmento de la perla, y levantando su flequillo lo acercó lentamente.

-Si no me amas, con esto lo harás de seguro, ahora tu vida me pertenece y no abra nadie que te libre de mi, tendrás un hijo mío para que mi linaje siga sirviendo al Maestro Yako.- explico con una sonrisa en su cara.

Kai introdujo lentamente el fragmento en la frente de Sango, su cuerpo comenzó a palpitar y el brillo en sus ojos se apagaba, después de algunos minutos se puso de pie.

-Mi señor, ahora soy suya en cuerpo y alma, todo lo que soy le pertenece a usted, soy sumisa ante las órdenes que salgan de su boca, mi amado señor.- dijo Sango con voz pasiva y dulce.

-Es hora de ir delante del maestro Yako, tu y Aoi son mías, deberán complacerme en todo lo que les.ordene, de ser lo contrario sufrirán un inimaginable dolor.- hablo Kai abrazando a Sango.

Aoi miraba como Kai abrazaba posesivamente a Sango, era obvio que ella se moría de celos, se había enamorado de ese hombre, y ahora tenía competencia, pero Kai no era un tonto, se dió cuenta de esta acción y acercandose a Aoi la tomo por la cintura para quedar más cerca uno del otro.

-No tienes por qué estar celosa amada mía, el primer hijo que tendrá me lo darás tu.- hablo con orgullo en su voz.

Aoi le sonrió, estaba feliz al escuchar esa noticia que no dudo en darle un cariñoso beso, Kai se sorprendió al sentir los labios de su amada esposa, estaba complacido por esa pequeña acción.

Llegaron al despacho de Yako para ser anunciados, al entrar y verlo sentado detrás de un escritorio, Kai se arrodillo para comenzar a hablar.

-Mi señor, gracias por cumplir mi más grande sueño, por fin tengo a mi lado a la exterminadora, de ahora en adelante podemos utilizar sus habilidades para expander nuestro territorio.- Explico Kai con altanería.

-Creo haberte dicho que no era necesario que te arrodillaras ante mi, ya que tú y Naraku son de mi entera confianza, si has logrado tu sueño, puedes retirarte, te enviaré llamar cuando llegue la hora de atacar al Este.- dijo en tono suave pero profundo.

-Le agradezco Mi señor, ahora me retiro.- dijo Kai con voz pasiva.

Salieron del despacho de Yako, Kai caminando delante de ellas dos, guiando sus pasos, antes de salir del eterno pasillo, Naraku se acercó a ellos.

-El Señor Kai ha obtenido una hermosa gema, sería una lastima si ese rostro se llenara de cicatrices.- hablo altanero.

Continuara.....

Gracias por todo el apoyo que le han brindado a este fanfic, por desgracia ya está a punto de terminar, si quieren que siga con los fanfics de este anime y pareja voten y comenten.

Nos leemos mis amores ❤️💘 que disfruten mucho su lectura

Mi amado rey SesshomaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora