Do I Wanna Know? | Mesut Özil x Sergio Ramos

04

Estaba entrando en pánico de nuevo, lo que tenía puesto, no era suyo.
Y cuando entró a las duchas solo tenía una toalla a la cintura...

— ¿Tu tra-traerme? — pregunto con una voz temblorosa.

El español volteó y suspiro para sentarse en el sofá que estaba a lado de la cama.

— Esto... Pues la verdad es me diste un gran susto, cuando te desmayaste tuve que reaccionar rápido para ver si no era algo grave, hace poco un doctor te revisó, me indicó que fue causa del cansancio o de emociones fuertes, no entendí mucho... Jeje —

Mesut se tapo la cara de vergüenza.

— Pero, lo importante es que ahora estás bien, no te preocupes ¿Okey?; Come un poco, vamos — Sergio tomo el plato de sopa con la cuchara y se lo acerco a Mesut.

Su corazón latía fuertemente, suspiro tratando de relajarse y comer un poco.

Sergio era muy amable con el, después de cuidarlo, lo llevo a casa y le pidió que tenga cuidado... Enserio debía aprender a controlar sus emociones.

[...]

Algo había en Sergio que le llamaba la atención, no sabía la razón; aquel hombre español lo volvía loco, con su manera de hablar, de jugar, hasta incluso su presencia hacia que se pusiera nervioso.

Sergio Ramos tenía un aura y una apariencia dominante, al mismo tiempo era caballeroso y agradable; después de aquella situación, de alguna manera se volvieron más cercanos.

— ¡Hey, Mesut! — volteo viendo como Sergio se acercaba a el.

— Hola, ¿Paso algo? — pregunto con una sonrisa haciendo que el español le desordenara el cabello.

— Vamos a comer algo juntos ¿Aceptas? — le sonrió.

Mesut sonrió sin disimular, ambos fueron a un restaurante que quedaba cerca del departamento de Sergio, disfrutó muchísimo su compañía.

— ¿Que te parece la estancia aquí en Madrid? Me imagino que fue un poco difícil ¿O no? — pregunto Sergio comiendo de su spaghetti, Mesut se tardó un poco en responder.

— Madrid es bonito, yo feliz de poder estar aquí con ustedes — Sonrió tímido mientras jugaba con sus dedos — Debo mejorar 'Español' — Sergio soltó una risa juguetona, amaba escuchar el acento que tenía el alemán.

— Eres tan agradable, Mesut — Sergio le sonrió con un tono coqueto y juguetón.

— Tu también me gustas —