Capítulo 18: Alianzas.

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Troy estaba disfrutando de su día, hoy cumplía dos semanas en Interser. Desde que llegó se volvió amigo de Izan, quien resultó ser su compañero de cuarto, pasaban todo el día juntos. 

Troy estaba curado de su bulimia, le advirtieron de una posible recaída por lo que era necesaria la tercera semana para mantenerlo vigilado y en cuanto a Izan su trastorno estaba controlado. Ambos se hacían bien y los doctores lo notaron pero temían que cuanto Troy se fuera Izan volviera a actuar tal y como llegó. 

Izan tiene el trastorno obsesivo compulsivo que lo obliga aquerer que todo esté en un orden que el deseé, afortunadamente para él llegó a Interser justo cuando empezaba a presentar signos pero pasar tres años allí sin comunicación con el exterior era muy duro para él. 

Troy y él iban a todos lados juntos y hacían todo juntos, Izan es un chico un año menor a Troy pero con quince años tiene una mentalidad muy madura, es un chico delgado pero no es alto, tiene una estatura promedio, su cabello le llega a los hombros,es color negro, tiene rulos pero no es completamente chino, sus ojos son color azul y su piel es blanca, al llevar ya dos años de su tratamiento se le fue asignado un conjunto de ropa cómoda y ha estado usando eso por un tiempo ya. 

Ambos se dirigen al comedor y en el trayecto Troy voltea hacia una puerta que guarda los archivos de los pacientes, por alguna razón ese lugar le llama la atención. 

- ¿Qué es lo que tanto vez? – Preguntó Izan caminando a un lado de Troy. 

- Tengo que entrar a ese lugar – Troy no le quitó la mirada a esa puerta hasta que la pasaron y entraron al comedor. Después se formaron en la corta fila para servirse algo. 

- ¿Para qué quieres entrar? – Preguntó Izan sentándose en su mesa preferida, a pesar de haber muchas les gustaba sentarse en la mesa que está cerca de la ventana. 

- No lo sé pero creo que allí adentro hay algo que puede ayudarme a mí y a mis amigos – Troy se acomodó en su asiento y volteó a ver la ventana. Lo que más deseaba era estar afuera con sus amigos pero no podía. 

- Entonces yo te ayudaré – Dijo Izan llevándose un bocado de su sopa de arroz a la boca. 

- ¿De verdad? – Troy volteó a verlo – Eso significa mucho – Troy lo agarró de la mano. 

- ¿Cuál es el plan? – Preguntó Izan. 

- Lo mejor es actuar de noche, pero debemos conseguir las llaves de la habitación y del archivero – Troy comió un poco y dirigió su vista hacia uno de los guardias, todos los guardias y enfermeros tenían llaves pero no tenía la certeza de que fueran las llaves que él quería. 

Terminaron de comer y llevaron sus bandejas con las que están sucias, al caminar a la puerta Troy se tropezó y se lastimó su tobillo, los dos guardias se acercaron a ayudarlo 

- ¿Estas bien? – Un guardia le tocó el tobillo y Troy gritó. 

- No, me duele mucho – Troy se retorció por el dolor. 

Justo cuando nadie veía Izan le quitó las llaves a uno de los guardias. Troy fue llevado a la enfermería pero sabiendo que su plan había funcionado. 

Cuando la noche estaba llegando y el cielo se volvió rojizo Troy llegó a su habitación. 

- Me asustaste, creí que el guardia ya se había dado cuenta de que no tiene sus llaves – Izan guardó las llaves – Puedes dejar de fingir el dolor de tu tobillo – Troy se sentó en su cama pero en el trayecto cojeó un poco. 

- No es mentira, si me lastime de verdad pero eso no me va a detener – Troy estaba muy determinado, pasó el rato y siguieron con sus rutinas hasta que llegó el encierro. 

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