Capítulo 23: Encierro: parte 1.

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Troy siguió el procedimiento del arresto, si bien no lo llevaban a una correccional, lo iban a tener en una prisión juvenil para esperar el juicio, él se negaba a hablar por lo que el juicio era la única opción de ser libre otra vez. 

El juicio tendría lugar el día 9 de septiembre, lo que significaba que tendría que estar encerrado durante una semana y sólo sus padres lo podían visitar. 

Le entregaron su ropa de recluso y al estar acusado por homicidio lo encerraron en una celda de máxima seguridad y no tenía derecho a salir. 

Troy cuando entró a su habitación sintió miedo y nunca había sentido claustrofobia pero esa habitación, con sólo una cama y un pequeño baño completo, era un espacio muy pequeño a lo que estaba acostumbrado por lo que sintió que todo sería una tortura. 

A partir de las diez de la noche las luces se apagaban y Troy se veía obligado a dormir, al día siguiente las luces se encendían a las siete de la mañana y eran muy molestas por lo que Troy despertaba de mal humor, a las ocho de la mañana le llevaban la primer comida del día, si no la terminaba en media hora entraban y le quitaban todo tal y como estuviera. 

Después le daban un tiempo libre y lo dejaban salir a un patio muy pequeño, sólo estaba él y había rejas por todos lados, si bien no era un parque era lo único que tenía y vaya que lo disfrutaba, el no hacer nada y respirar el aire fresco era algo muy grato de disfrutar. 

Su tiempo de relajación se vio acortado por una visita, un oficial lo esposó y lo acompaño hasta un cuarto que era parecido al lugar donde los interrogó el detective O'Connor. Al entrar vio a sus padres y un abogado. 

- No está permitido el contacto físico – Dijo el oficial antes de dejarlos solos y esperar afuera. 

- ¿Cómo estás?, ¿Te tratan bien? – Preguntó Jenna muy preocupada. 

- Los oficiales me tratan igual que a los demás y dado a mi estado de acusado por homicidio me tienen completamente solo – Dijo Troy con un tono indiferente, estaba tratando de no mostrar lo que siente para no preocupar más a sus padres. 

- ¿Cómo te están acusando a ti de esto?, ¿Hay pruebas? –Preguntó Héctor. 

- Sí, tienen muchos testigos de lo ocurrido en el desfile, mucha gente vio ese video, la policía siempre pensó que los culpables eran los amigos de Alex y siempre que ocurría algo allí estaban ellos además de la foto de Troy en el lago tóxico, aunque no es seguro que hayas hecho lo que dicen, ellos creen que si – El abogado explicó todo. 

- ¿Hay alguna posibilidad de que yo salga libre? – Le preguntó Troy al abogado. 

- Sí, existe la posibilidad de que el jurado tenga corazón ya que aunque hay pruebas de que haz hecho algo malo pero no son muy contundentes y no hay nada asegurado, con tu testimonio y el de tus amigos que demuestren tu inocencia y que sean cien por ciento sinceros puede que quedes libre y con un pequeño castigo – Troy entendió la importancia de la sinceridad pero si eran igual de sinceros como se lo pedía el abogado, tendrían que contar todo sobre K y eso implicaba decir sus secretos y eso no podía suceder, Troy sería el último de los cuatro en pasar al estrado por lo que él haría lo que ellos hagan. 

- Okey, ¿mis amigos ya saben esto? – Preguntó Troy. 

- No, después de esta reunión iré a verlos a ellos para contarles este plan si sus testimonios no funcionan tendremos que hacer un plan b – El abogado era uno de confianza para la familia Anderson por lo que todos le tenían mucha fe. 

- ¿Habrá más de una sola audiencia? – Preguntó el señor Anderson. 

- No, sólo está planeada una sola audiencia, por eso es importante el testimonio de tus amigos – Se dirigió a Troy –Todos contamos con ustedes – Troy se puso nervioso y sintió que la presión de su libertad dependía de su honestidad. 

La reunión siguió y terminó a los pocos minutos, después Troy fue devuelto a su celda, empezó a analizar su situación: si todos contaban lo que sabían de K y lo que los ha obligado a hacer podrían quedar libres pero existía la posibilidad de que la policía los llegue a considerar cómplices y la segunda opción era callar y continuar con la crueldad, la cual sonaba como una mejor opción. 

La noche llegó y la cena también, después de unos diez minutos desde que la cena terminó las luces se apagaron y Troy durmió. 

Al día siguiente Troy siguió la misma rutina y se reunió con sus padres y abogado más tarde que el día anterior. 

- ¿Ya hablaste con mis amigos? – Le preguntó Troy a su abogado. 

- Sí, contamos con ellos para el juicio, darán su testimonio y esperemos que todo salga bien – Después de esa reunión todo se volvió muy tedioso para él ya que toda la semana hizo lo mismo hasta que el juicio llegó y en medio del día se lo llevaron al lugar y el juicio dio inicio. 

Secretos y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora