- ¿Qué? - pregunta el castaño confundido.
- Que a Harry le gusta el de la mesa dos - repite Niall - se llama Louis.
- Si, ya lo sé, a estado viniendo estas últimas semanas. Pero, ¿que te hace pensar que a Harry le gusta?
- ¿Por qué soy el único que nunca vio a ese chico aquí? - responde el con otra pregunta.
- Dime por qué se supone que el le gusta - insiste Liam.
- Eva me dijo que conoce a su perro y que a Harry le gustan sus ojos - dice con una sonrisa divertida - ¿encerio? ¿sus ojos? - Liam suspira de forma dramática antes de hablar.
- Niall, no porque le gusten sus ojos le tiene que gustar todo el - reponde - además a veces viene con su perro, es posible que lo haya visto, es todo.
- ¿Y entonces por qué el entusiasmo por atenderlo? - Liam lo mira confundido - estaba yendo yo y me frenó para ir el - explica.
- No lo sé, además nos lo habría contado, somos sus mejores amigos.
- No estaría tan seguro - insiste Niall.
- Tengo que trabajar, tu también deberías hacerlo - se queja Liam.
- Te probaré que si le gusta - dice Niall sin quitarle la mirada de encima.
- Bien, diviértete jugando a los detectives - responde Liam antes de volver a su trabajo.
♡
El día está nublado y el frío se siente en el aire, incluso dentro del hogar de Harry y Eva, quienes están viendo uno de los capítulos de la serie favorita de la niña, sentados sobre la suave alfombra de su sala de estar frente a la chimenea que larga un agradable calor, almorzando nuggets de pollo que se encuentran sobre la pequeña mesita de café en el centro de la sala.
No había realmente una razón por la cual estaban comiendo en el suelo en lugar de la mesa en el living, simplemente a Eva se le ocurrió la idea y Harry es tan dulce que no se atrevería a negarle tal cosa a su pequeña. Ama cumplirle los caprichos. Y tal vez no era la mejor forma de educarla, pero era su forma y estaba satisfecho con ello.
Haber criado una hija el solo habia sido un trabajo duro, y más teniendo en cuenta a la corta edad que la había tenido. Pero estaba feliz por como había resultado.
La niña es simplemente perfecta para el. Es dulce y amable y sabe aceptar los "no" como respuesta cuando los obtiene, aunque sean pocas las ocasiones en las que su padre respondía de dicha forma ya que le es casi imposible negarle cualquier cosa a su adorable pequeña.
Ante los ojos de su padre, ella se merece todo, y se lo daría siempre que tuviera la oportunidad.- Amor - la llama Harry haciendo que ella desvíe la mirada del televisor para mirar a su padre - tengo que ir al trabajo - agrega sintiéndose algo culpable, y la niña no tarda en hacer un pequeño puchero con sus labios que la hace ver extremadamente tierna para su padre, quien rápidamente muere de ternura.
- No vayas... - suplica acercándose a su padre para abrazarlo y apoyar su cabeza sobre el pecho del mayor - podemos hacer maratón de las chicas Gilmore y cocinar galletas con chispas de chocolate.
La idea es demaciado tentadora para Harry, que abraza con ternura a su hija sabiendo que, por mas de que quiera, no podría aceptar su propuesta.
- Me encantaría, princesa - comienza a decir - pero tengo que ir al trabajo, no puedo faltar.
- Es injusto, papi - la menor se separa de su cuerpo para poder verlo a la cara y continuar hablando - todos los días tienes que ir a trabajar y yo no puedo estar nunca contigo.
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The boy with the blue eyes || Larry Stylinson
FanfictionHarry es un papá soltero que trabaja como mesero en su propia cafetería. Una mañana cualquiera atiende a un chico de hermosos ojos azules, que tiempo después comienza a ir cada mañana a su cafetería solo para verlo a él antes de sus entrenamientos. ...