FINAL:

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Es un día especialmente caluroso y Minho deja que la brisa de ese día bañe su abochornado rostro desde la ventana de la sala. El cielo está despejado y el sol brilla en su punto más alto, la luz que asoma la habitación es perfecta.

—¿Qué haces? —rodea su cintura y besa su mejilla mientras fórmula la pregunta.

—Salí a tomar un poco de aire —responde sujetándolo de la nuca.

—¿Estás listo?

—Si, vamos

Tomados de la mano entran al estudio. Minho se coloca en la posición que le pide y se quita la bata que cubría por completo su desnudez. Chan le dedica una sonrisa y se sienta en su banco.

—¿Está seguro que quieres hacerlo? —pregunta antes de tomar su lápiz para comenzar a hacer el boceto.

—Te he dicho muchas veces que sí, pintame.

Vuelve a sonreír, concentra su mirada en sus herramientas, toma un lápiz y una goma y comienza a mover su mano con destreza en ese lienzo en blanco.

—Como usted diga, mi musa.

Tiempo después toma un pincel, mezcla varios colores y comienza a seguir aquellas líneas grises ya trazadas. Estas últimas semanas lo había pintado más veces de las que tenía planeado y aún así Minho se seguía entumeciendo cada que le pedía desnudar una parte de su cuerpo, le gustaba ser su modelo, le gustaba la mirada que le lanzaba mientras trabajaba. Chan le solía decir que tenía tan estudiada su anatomía que podía pintarlo con los ojos cerrados y aún así prefiere que pose para él. Mira sus manos y a su mente llegan recuerdos de cómo sus delgados dedos pasan por su cuerpo, como sus labios se adentran a zonas que no podría nombrar sin sonrojarse y como sus chocolates orbes se cristalizan llegando al más loco clímax. Lo quería tanto que juraba que su corazón algún día explotaría de todo el amor que acumulaba para Chan.

Sigue pintando por más de tres horas, eventualmente Minho se queja de sus piernas entumecidas, se disculpa y Chan comienza a guardar todo. Se pone la bata y corre hacia él, rodea su cuello y estira sus labios en un pico para besarlo.

—¿Por qué vuelves a vestirte? —dice, deshaciendo el nudo amarrado a su cintura. Introduce las manos y acaricia al menor hasta llegar a sus muslos. Un escalofrío recorre a Minho cuando sus dedos trazan figuras en su vientre y se pega más a él.

—Quería ver el cuadro —susurra entre risas.

—Todavía no, lo verás hasta que termine de sombrearlo

Resignando pega un resoplido y vuelve a besarlo. Chan ríe complacido y toma los muslos sobre la bata y lo carga hasta llegar a su habitación. La ropa del mayor comienza a volar por la habitación para ser esparcida por el piso. Jadeos y sonrisas recorren sus miradas ardiendo por toques de amor y así con el calor del día y el que sus cuerpos producían comienzan a amarse de la mejor forma y para nada complicada que pueden.

Cuando los dos tensan su cuerpo llegando al clímax Minho besa a Chan para ahogar sus gritos y mueve sus caderas en busca de una última fricción desenfrenada.

Tumbados en la cama y exhaustos, Chan recuesta su cabeza  sobre el vientre de Minho y lo besa por encima del ombligo.

—Te amo —repite sin dejar de besarlo.

—Y yo a ti, amor —corresponde con emoción.

—¿Te confieso una cosa?

—Dime —responde Lee extrañado

—No quiero perderte.

El menor acaricia lo mechones negros de su cabeza.

—No me perderás

—Júrame que no me alejaras nunca más. Temo que algún día te canses de lidiar con todo esto

—Eso nunca —exclamó con firmeza —Lamento haberte hecho daño. Tuve miedo al principio, pero elegí quedarme a tu lado y arriesgarme a sentir, te elegí para siempre ¿entendiste?

Chan se incorpora, se sienta sobre la cama y hace que Minho se coloque encima de él. Lo sujeta de la espalda y el menor echa sus brazos al cuello.

—Entonces demuéstrame que es para siempre –murmura mirando los ojos de Minho quien arquea una ceja confundido. —Se mi novio. Dejame tomarte de la mano con una etiqueta oficial de por medio, dejame robarte besos en la cafetería y presumirle al mundo que tengo al chico más inteligente, berrinchudo y maravilloso del mundo. Quiero estar a tu lado y ya no como amigos que confesaron sus sentimientos, quiero estar a tu lado y construir un hogar lleno de amor a tu lado Minho. —El menor quedó sin habla, sintiendo todo tipo de emociones sobre él como una avalancha. —¿Qué dices, Min?

—Yo... —titubea —No hay nada que quiera más que estar contigo —baja la mirada.

—¿Pero?

El menor alza su rostro a toda prisa y con unos ojos acuosos vuelve a mirarlo cuando las dudas y los miedos asaltan en él y acepta que él es todo lo que tiene que hacer para sentirse reconfortado.

—Si —la emoción quiebra su voz —Si quiero ser tu novio — toma su rostro con ambas manos y pega su frente con la de él.
Chan también llora, aunque de modo más discreto. Minho le limpia el rostro y une su boca con la de él.

—Supongo que ya podemos decirle a los chicos —habla con una sonrisa en sus labios acariciando el muslo desnudo de su novio.

Si llegaron hasta aquí en verdad quiero agradecerles por tener paciencia, creo que es la historia que más he tardado en subir asi como también es de las más cortas

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Si llegaron hasta aquí en verdad quiero agradecerles por tener paciencia, creo que es la historia que más he tardado en subir asi como también es de las más cortas. Espero que les haya gustado como a mi.

Les quiero muchooooo♡♡♡♡

~Mila♡.
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