Capítulo 3.

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En la mañana, Jungeun despertó de mal humor por su pequeña discusión con Jinsoul la noche anterior, por suerte era sábado y no tenía que ir a la secundaria.

Volteó hacia el lado derecho donde tenía una mesa de noche, sobre ella estaba su celular y un reloj; 7:26, aún era muy temprano y no tenía nada en mente para hacer.

Olivia: Hey, inútil, mamá te quiere abajo ahora mismo. - hablo seria mientras secaba su cabello con una toalla blanca que luego de no recibir respuesta por parte de Jungeun, arrojo contra su rostro.

Jungeun: ¡Agh! Te voy a matar, Olivia. - le gritó molesta arrojando la toalla al piso y levantándose de golpe para ir tras la peli negra, quien ya estaba encerrada en su habitación riéndose a carcajas de Jungeun.

Antes de bajar a la sala, Jungeun decidió hacer una parada en el baño, en el camino se encontró con su padre que ya se encontraba arreglado o algo así, parecía que estaba usando ropa para ir a pescar, pero su padre nunca había tenido buen gusto.

Mientras bajaba las escaleras, vio a su pequeño hermano Junseo correr tras la pequeña Minji, tenían todo un alboroto y desde la cocina parecía estar sucediendo lo mismo.

Jungeun: Mamá, ¿Que sucede? - pregunto entrando en la cocina, tomo una manzana del tazón de frutas y su madre rápidamente la quito de sus manos. - ¿Hyejoo finalmente se muda con los perros de la calle? - bromeó con su prima, quien le mostró su dedo corazón con cuidado de no ser vista por la señora Kim.

- Jungeun, ¿Cómo puedes no estar lista? Hablamos de esto hace semanas, todos ya están listos y tú recién estás despertando. - la regaño, a las espaldas de la señora Kim, Olivia hacía muecas de burla. - Hoy vamos a la casa del lago, Jungeun. Te lo dijimos miles de veces, hija. - el cerebro de Jungeun se iluminó de repente, había olvidado aquello por completo. - Quiero que te des un baño rápido, Jungeun. No nos iremos sin ti, pero tampoco te vamos a esperar una hora entera, ¿Entendido? - Jungeun asintió, volvió a tomar la manzana que su madre le había quitado, le dió un mordisco y estaba dispuesta a salir de la cocina, pero su madre la interrumpió de nuevo. - Por cierto, baja los platos que usaste ayer en tu habitación, Jungeun.

Mierda, los había dejado en el techo de los Jung, todo gracias a la perra mal agradecida de Jinsoul. Salió corriendo escaleras arriba, dejando la manzana mordida sobre la mesa de centro de la sala.

Rápidamente saco unas cuantas blusas, shorts, un par de jeans, lentes de sol y unas sandalias que metió desordenados en un bolsón. Su madre le había dado mucho trabajo para hacer en menos de una hora.

Su baño había sido horrible, no había tardado más de diez minutos, su ropa no combinaba, pero aún así se miraba bien, de todas formas le hubiera gustado tener más tiempo. Ya casi estaba todo listo, solo le faltaba ir por el plato.

Con prisa salió por la ventana, cruzo el puente y camino hasta la ventana de Jinsoul, el plato no estaba afuera así que supuso que Jinsoul si había comido. Al llegar a su ventana pudo ver a la rubia abrochando su sostén, a Jungeun le gustó la vista, hasta logro olvidar porque discutieron la noche anterior. Con cuidado toco el vidrio, llamando la atención de Jinsoul.

Jinsoul: ¿Que quieres? - pregunto con disgusto mientras tomaba su blusa.

Jungeun: Vengo en paz, pececito, solo vine por el plato, ¿Lo tienes ahí? - Jinsoul asintió. - ¿Puedo entrar a tomarlo? - Jinsoul soltó un suspiro, ya no estaba tan molesta con la castaña, pero no tenía tiempo que perder, sus padres ya la habían retado por no estar lista temprano y si dejaba entrar a Jungeun, claramente era para perder tiempo con ella.

Jinsoul: Será mejor que no. Mis padres me matarán si me retraso más. - a pesar de sus palabras, Jinsoul abrió la ventana. - No entres, Kim. Te traeré el plato. - le advirtió señalandola con su dedo índice. Jinsoul se dió la vuelta y la castaña aprovecho para hacer exactamente lo que la rubia le había dicho que no hiciera.

Jungeun: ¿Van a salir? - pregunto curiosa yendo directo a la cama de Jinsoul, quien al darse cuenta que la castaña ya estaba dentro de su habitación, rodó los ojos.

Jinsoul: ¿Eres estúpida o solo te haces? - dijo mientras tomaba el plato de la mesa de noche. - Tus padres nos invitaron a su casa del lago. - Jungeun sonrió pícaramente y se recostó sobre el colchón.

Jungeun: ¿Así que vamos a pasar la noche juntas? - pregunto feliz.

Jinsoul: No te hagas ilusiones, Kim. No te perdono aún, no va a pasar nada entre tú y yo esta noche. - le advirtió y dejó caer el plato sobre el abdomen de la castaña. - Ya vete. - exigió.

Jungeun se puso de pie y camino hasta Jinsoul, con la mano izquierda sostenía el plato y con la derecha tomo la mano de la rubia, quien trato de alejarse de inmediato.

Jungeun: Lamento haberte golpeado con el balón, Jindori. Es justo que estés tan molesta conmigo, pero te extraño. - dijo dulcemente. A Jinsoul la derretía cuando actuaba así y sobretodo aquella forma dulce de llamarla; Jindori, nadie más que Jungeun la llamaba así y lo adoraba.

Jinsoul: Te perdono, Kim, pero realmente tienes que irte. - dijo más tranquila. Jungeun asintió y alzó sus labios, esperando que la rubia le correspondiera el beso. Jinsoul lo pensó un poco, pero finalmente cedió y dió un casto beso en los labios de Jungeun. - A veces eres linda, ¿Sabes?

Jungeun: Supongo que por "a veces" te refieres a todo el maldito tiempo. - hablo egocéntrica caminando hasta la ventana, Jinsoul la seguía de cerca. Cuando Jungeun salió, Jinsoul se apresuró a cerrar la ventana sin darle más tiempo a la castaña.

Jinsoul: Te veo en un rato, imbécil. - se despidieron con una sacudida de mano y Jungeun siguió su camino.

Ahora se sentía mejor, reconciliarse con Jinsoul siempre la hacía sentir bien.

Al llegar a la ventana de su habitación, escucho voces adentro y se apresuró a ver de quién se trataba. El gusto de sentirse mejor le había durado poco, pues al ver a Yves en su habitación platicando con Olivia, su estómago le dió vueltas y sintió náuseas.

Jungeun: ¿Qué haces aquí? - pregunto con incredulidad. Yves la observó con una mirada inquisitiva.

Sooyoung: ¿Así le hablas a las mujeres que traes a tu habitación? - bromeó. - Tus padres me invitaron a pasar el fin de semana con ustedes. - le recordó. Jungeun casi perdió el equilibrio y su rostro perdió todo color. - ¿Estás bien? Te pusiste pálida. - dijo extrañada.

Olivia: Seguro está embarazada. - Bromeó. Yves comenzó a reír y asintió. - Si tan solo los dedos embarazaran. - murmuró tan bajo para que Yves no escuchará.

Jungeun: ¿Entonces realmente irás con nosotros? - pregunto recobrando la cordura. - Si quieres safarte de esto, yo te apoyo. Yo lo haría si pudiera. ¿Sabes? En el lago hay mosquitos y muchos insectos, ya sabes, todo eso que es horrible. - trato de convencer a su amiga de prescindir del viaje.

Jungeun solo podía imaginarse todos los escenarios posibles en esta situación, solo de imaginar a Jinsoul y a Yves en una misma habitación la asustaba.

Yves sabía que Jinsoul era su vecina, pero desconocía la historia de que sus familias fueran amigos y mucho menos que las dos chicas pasarán tiempo juntas.

Sooyoung: Cariño, ¿Estás tratando de deshacerte de mí? Porque eso es imposible. Estoy ansiosa por pasar todo el fin de semana con tu familia. - dijo divertida y beso la mejilla de Jungeun. - Por cierto, ¿De dónde vienes con un plato? - pregunto curiosa y se asomo a la ventana.

Jungeun: Ningún lugar. - dijo impidiendo que Yves siguiera chismeando. - Vamos ya, es tarde.

Al llegar abajo se encontraron a los Jung junto con los padres de Jungeun, Olivia fue directo a Chaewon quien estaba junto a Jinsoul, cuando la rubia y la peli corto se vieron, ambas fruncieron el ceño y las dos buscaron respuestas en Jungeun. La castaña no pudo hacer más que darle una sonrisa nerviosa a su amiga.

Is it all my imagination.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora