Los jóvenes habían disfrutado de su ida al pueblo, primero habían ido por malteadas a un restaurante con temática ochentera, ahí había pasado algo gracioso ya que Hendery había intentado acercarse a Chaewon, pero Olivia lo había ahuyentado completamente y el chico quedó temblando ante las amenazas de, la cuatro años menor, Olivia.
Por suerte el ambiente se había relajado cuando fueron a un karaoke dónde los más grandes pidieron bebidas alcohólicas para todos. Hendery y Olivia incluso habían terminado cantando juntos troublemaker del dúo con el mismo nombre.
A pesar de que habían bebido, responsablemente decidieron volver antes del anochecer. Al llegar encontraron a los mayores preparando la cena, los pequeños corrían jugando con un balón junto a Johnny y Ten. Jungeun no podía ver a Jinsoul y Doyoung, así que decidió preguntar por su hermano y así daría con el paradero de la rubia también.
- Están en el lago. - le respondió la señora Kim. Jungeun trato de vislumbrar a los dos y efectivamente ahí estaban, los dos estaban sentados en la orilla, hombro a hombro, Doyoung hablaba animadamente de quién sabe que y Jinsoul reía como una estúpida. - Querida, ¿Podrías pedirle a tu hermano que vaya por más leña? Parece que ninguno de ustedes podría. - menciono la señora viendo el estado de ebriedad de los otros.
Jungeun: Yo lo haré. - dijo rápidamente.
- Está bien, pero pídele a Doyoung que te acompañe. - Jungeun nego.
Jungeun: Se lo pediré a Jinsoul. ¿Acaso no necesitamos cerveza? Doyoung podría ir por ella, es más pesada que la leña. - le sugirió.
La señora Kim llamo a Doyoung para que fuera por la cerveza, mientras Jungeun se dirigía hasta donde estaba Jinsoul.
Jungeun: ¿Lo disfrutas? - pregunto cómo si pudiera escupir veneno. Jinsoul se sorprendió un poco con su llegada, pero se relajo de inmediato al saber de quién se trataba. Tenía decidido no discutir con la castaña, ni siquiera iba a prestarle atención esa noche. - Te estoy hablando, Jinsoul.
Jinsoul: No se que quieres que te diga, Jungeun. ¿Quieres saber si disfruto de la compañía de tu hermano? Pues claro que sí, él es agradable, tú deberías ser un poco más como él y no una idiota que coquetea con imbéciles. - claramente su plan de no darle atención había fracasado.
Jungeun apretó sus puños y la mandíbula, Jinsoul era una idiota graduada con honores de la mejor universidad de idiotas.
Jungeun: No se de qué hablas si tú y yo sabemos que me prefieres a mí. - Jinsoul quería molestarla así que soltó una pequeña carcajada burlándose de Jungeun. - ¿No es así? Dímelo.
Jinsoul: No tengo idea de que hablas, lo único para lo que me pareces útil es para follar contigo, si no fuera por eso, hace mucho tiempo que me hubiera deshecho de ti, Kim.
Jungeun no pudo evitar la rabia que la estaba recorriendo de pies a cabeza, quería golpear a Jinsoul por las duras palabras que estaba diciendo. Sin embargo, no podía hacer algo así frente a todos.
Jungeun: Ven acá. - ordenó y tomo de la mano a Jinsoul haciéndola que se pusiera de pie. Jungeun guío el camino hasta que estuvieron un poco lejos, justo detrás de unos árboles un poco aterradores, pero no le importaba ni eso.
Jinsoul: Jungeun, basta, no es momento de jugar, están todos acá. - las palabras de Jinsoul sonaron mudas para Jungeun, no le importaba que estuviera el mismo rey de España ahí.
Sin musitar palabras, Jungeun comenzó a besar con hambre el cuello de Jinsoul y esta no tenía la fuerza para detener a la castaña y tampoco quería hacerlo. Las manos de Jungeun recorrían toda la piel de la rubia y eso la volvía loca, fácilmente podría asegurar que su entrepierna ya estaba mojada. Jungeun recostó a Jinsoul con cuidado contra un árbol y comenzó a bajar su mano por el abdomen bien definido de esta última logrando sacarle más que suspiros, al llegar al elástico de las bragas de su traje de baño, Jungeun se separó de los labios de la rubia y fue hasta su oreja.
Jungeun: Ahora te mostraré porque tú siempre me vas a preferir a mi que a quien sea. - susurro en su oído para luego morder el lóbulo de su oreja. De los labios de Jinsoul se escapó un gemido cuando la mano de Jinsoul entro en sus bragas, tal como lo había pensado, estaba completamente mojada. - Dios mío, aún así te atreves a decir que lo prefieres a él. - dijo mientras frotaba en círculos entre los pliegues de Jinsoul.
Para la rubia era difícil mantenerse de pie, por suerte o para su desgracia, Jungeun saco la mano de sus bragas y Jinsoul quería matarla con la mirada, pero cuando Jungeun llevó sus dedos llenos de los fluidos de Jinsoul hasta su boca, la rubia no se negó a abrir los labios para que Jungeun los introdujera. Jinsoul provocó un gemido de Jungeun con aquella acción. Al sacarlos de sus labios, los llevo hasta su propia boca dónde también lamió para limpiarlos bien y de nuevo los metió dentro de las bragas de Jinsoul para finalmente follarse a la rubia, quien seguro ya estaría en el piso de no ser porque Jungeun la sostenía con su mano libre.
Antes de que Jinsoul pudiera terminar, Jungeun detuvo las embestidas con sus dedos para situarse de rodillas frente a Jinsoul que audazmente subió una de sus piernas en los hombros de Jungeun dándole total acceso a su vagina.
Jungeun era una total maestra con su lengua, Jinsoul sabía que no iba a durar mucho más así. Sentía que estaba en el cielo cada vez que Jungeun la embestía con su lengua.
Jinsoul: Jungeun, ya... Ya casi... - decía entrecortada. Jinsoul enredo sus dedos en el cabello de jungeun, no sabía si quería alejarla o acercarla más, pero Jungeun no pensaba moverse hasta que Jinsoul terminará. - ¡Dios, Jungeun! Voy a terminar... Apártate. - pero su orden no había sido recibida. Jungeun había dejado que Jinsoul terminará en su boca. Con cuidado había lamido todo a su paso, sus labios estaban rojos y un poco inflamados, pero aún así beso una vez más a Jinsoul. - Lo siento... - dijo avergonzada.
Jungeun: ¿Por qué? Era lo que yo quería. - dijo dulcemente, le parecía adorable que la rubia estuviera ruborizada por la vergüenza. - Creo que fue suficiente para hacerte entender a dónde perteneces, ¿No? Puedes tontear con Doyoung, pero que no sea nada serio.
Jinsoul acomodo sus bragas, no planeaba responder, no tenía sentido. Jungeun se alejo un poco dándole espacio, estaba por regresar cuando recordó algo más.
Jungeun: ¡Ah! y... - dijo acorralando nuevamente a Jinsoul contra el árbol. - No vuelvas a decir nunca que prefieres a otro que a mí. - le advirtió.
Jinsoul: Pero yo nunca dije que prefiero a nadie más. - susurro. Jungeun sonrió un poco con su respuesta.
Jungeun: Tampoco vuelvas a compararme. - Jinsoul asintió obediente. - Eres una buena chica, mi Jindori. - dijo acariandole la mejilla para luego darle un último beso antes de volver.
Para su suerte ninguno de los presentes se había dado cuenta de la ausencia de las dos chicas pues todos estaban concentrados en la comida y la bebida.
Jungeun no había olvidado el mandado que su madre le había encargado, pero como no había tenido tiempo, solamente había llevado dos pequeñas ramas que había encontrado en el camino.
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Is it all my imagination.
Fiksi Penggemar- ¡Jamás admitiría que te amo! - escupió sin pensar, su enojo se había esfumado, ahora era vergüenza, vergüenza y miedo. - Dejemos de vernos. - hablo con desdén la castaña.