[ CAPÍTULO 23 ]

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Habían pasado unos días desde el altercado ocurrido. Aquella era una noche importante, toda su familia volvía a estar reunida en Clock. Esa misma noche, salvaje, competiría en su primera carrera con coche propio. La reliquia que había estado restaurando durante días junto a su tío y su primo era merecedora de una buena acogida. Estaba entusiasmado, se quedaba noches seguidas inmerso en el capo del vehículo mejorando cada detalle. Su padre se sentía orgulloso de él y que decir de Joaquín, el castaño se había quedado en el taller muchas de esas noches junto a su hijo.

Ya estaban todos allí. Sus tíos y sus primos lo apoyaban cómo los que más. Se montó en su coche y se aproximó a la línea de salida esperando por sus contrincantes. Estacionó el coche y Emilio se acercó a él apoyándose en la ventanilla bajada.

- ¿Recuerdas todo lo que te he dicho? - Enzo asintió - Intenta no quemar el motor, no mantengas la segunda marcha mucho tiempo, pero tampoco la quites demasiado pronto. Eso te dará velocidad

- Lo sé, hace mucho que no conduzco un coche

- Bueno, la primera vez que agarraste el coche de tu padre lo estampaste contra un árbol... Tenemos suerte de que en Clock no haya árboles

- Papá... - dijo Enzo rodando los ojos

- Estoy bromeando hijo, lo harás bien

- ¿Te defraudarás sino lo hago?

Emilio observó el rostro apenado de su hijo, sabía que aquella respuesta iba a influir mucho en su estado de ánimo. Nunca se defraudaría de su hijo, se sentía el padre más orgulloso en la faz de la tierra.

- Antes que salvaje eres mi hijo y no puedo estar más orgulloso de tí

Enzo asintió, aquella respuesta le ayudó más de lo que el mayor pudo imaginar. Acarició su cabello y se alejó hacía su marido, dejando que su hijo tuviese su momento de tranquilidad antes de iniciar la carrera.

Joaquín lo recibió con su sonrisa cálida particular, llevó sus manos a su espalda relajando la tensión que había en ella. Jamás se cansaría de aquel gesto.

- ¿Quién está más nervioso de los dos? - Emilio sonrió ante la pregunta de su marido

- Ambos lo estamos, no quiero que se sienta mal si no lo hace bien

- Es tu hijo Emilio, claro que se sentirá mal sino lo hace bien

- Es mi hijo sí, por eso sé que lo hará bien

- ¿Está preparado? - preguntó Eduardo interrumpiéndolos

- Evan estuvo anoche con él en todo momento - dijo Nikolás - Ha llegado ésta mañana, estaba agotado

- Está preparado y lo vá a hacer bien - dijo Joaquín

Su primo se acercó a su coche antes de que la carrera comenzase. La noche anterior había sido agotadora. Se habían quedado hasta altas horas de la madrugada perfeccionando el vehículo. No querían sorpresas, ni tampoco querían que no estuviese preparado.

- ¿Nervioso primito?

- Bastante - respondió bufando el rizado - ¿Quién compite?

- Mauricio y Agnes

- Mauricio... - bufó de nuevo Enzo

- Eh, si te sirve de consuelo, tu prima te apoya a tí

Rieron y antes de separarse chocaron sus puños. Enzo se quedó de nuevo sólo. Escuchó el motor de dos coches aproximarse a él y a través de los retrovisores los pudo observar. A su derecha se encontraba Mauricio, el tipo que siempre se lo ponía todo difícil. Era fiel y seguidor de Clock, pero intentaba acaparar toda la atención insinuando que Enzo no era lo bastante valiente cómo para ser salvaje. A su izquierda se encontraba Agnes, una pelirroja de metro sesenta. Considerada la mejor corredora de carreras de coches.

Esa noche Enzo tenía que demostrar que eso no iba a seguir siendo así. Un chico pasó entre los coches. Se colocó frente al vehículo de Enzo y levantó las manos. Los 3 motores rugieron violentamente. El rizado apretó la mandíbula y aceleró profundamente cuándo el chico bajó los brazos.

Empezó mal, ambos contrincantes lo adelantaron rápidamente. Enzo se maldijo así mismo. Agnes iba la primera y le sacaba una gran ventaja a Mauricio. Estaban llegando a la valla del final de la calle y el rizado recordó lo que su padre le había dicho el día anterior.

- Aprovecha la valla, he observado a Agnes y se abre mucho en las curvas. Mauricio no es buen corredor, hará lo mismo. Toma la curva a mucha velocidad, pisa el freno y, al mismo tiempo, echa el freno de mano - le explicó su padre

- ¿Qué conseguiré con eso?

- Tu coche no se abrirá tanto, pasarás pegado a la valla y podrás adelantarlos sin problema

La primera en pasar fué la pelirroja y su padre tuvo razón. Tomó la curva demasiado abierta y casi se le vá el coche. Mauricio estaba a punto de tomarla y el rizado aceleró en profundidad. Su padre tuvo razón. Adelantó sin problema a Mauricio y se quedó a la par que Agnes. Aceleró rápidamente, sacando unos segundos de ventaja a la chica. Quedaban escasos metros para la llegada. Miró a su derecha, podía observar la parte delantera del vehículo de Agnes y cuándo cruzó la zona de meta había ganado.

Derrapó rápidamente y cuándo detuvo el coche salió rápidamente, todos se agolparon cerca de él para celebrarlo. Observó a sus padres al fondo, los cuáles se besaban celebrando su triunfo. No fué consciente de que lágrimas de felicidad corrían por sus mejillas hasta que abrazó a sus primos.

- Lo sabía, sabía que ganarías - dijo Yoselín

- Estoy orgulloso de ti enano - dijo Evan

- No lo habría hecho sin tí - respondió Enzo

Corrió hasta sus padres y los abrazó sintiendo de inmediato, besos sobre su cabeza.

- Lo he hecho papá - dijo mirando a Joaquín

- Ha sido increíble cariño - susurró acariciando su cabeza

- Estamos muy orgullosos de tí hijo - dijo Emilio con lágrimas en los ojos

- Gracias por apoyarme siempre

Se volvieron a abrazar y después fué hasta dónde sus tíos, los cuáles también le estrecharon entre sus brazos.

- Está claro quién es salvaje - alagó Eduardo

- Estaba aterrorizado

- Lo has hecho genial Enzo - dijo Nikolás - Me has puesto los pelos de punta

- Me has recordado tanto a tu padre... - dijo Eduardo emocionado

- Eres su viva imagen, cariño

- ¿Creéis que está orgulloso de mí? - preguntó en un susurro

- Por supuesto que lo está - respondió rápidamente el rubio - Ambos lo están, todos lo estamos

Sonrió y procedieron a festejar el triunfo. Habían pasado unos minutos cuándo observaron el auto de Emir llegar. Enzo se acercó a él entusiasmado, necesitaba contarle lo que había ocurrido, pero se calló cuándo observó bajar del asiento del copiloto a Andrea. Así que ahora lo único que le importaba era llegar a dónde ella rápidamente y abrazarla.

Corrió hacía ella y la estrechó entre sus brazos con fuerza. Escuchó su risa y sus manos apoderarse de su espalda acariciándola de arriba hacía abajo.




 Escuchó su risa y sus manos apoderarse de su espalda acariciándola de arriba hacía abajo

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Nos vemos AlbertXioW.

Despite Everything // Adaptación Emiliaco // Enzo OsorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora