[ CAPÍTULO 6 ]

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El rizado no se quedó más tiempo, arrancó su moto y sin darle tiempo a reaccionar, desapareció de Clock Street. Bastian lo observó desde lejos, no era normal que su amigo se marchase sin despedirse.

Enzo agradecía la suave brisa chocar contra su rostro, necesitaba despejarse de alguna manera. Dió varios rodeos antes de llegar a su casa. La noche era fresca, pero no excesivamente, se podía permitir ir con una ligera cazadora sobre su cuerpo sin sentir demasiado frío. Llegó hasta lo alto de una colina, desde la que pudo apreciar la noche estrellada que caía sobre Londres. Sintió su celular vibrar varias veces en su bolsillo, pero no quiso prestarle atención, sabía quién era la persona que llamaba.


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Pasó poco más de media hora cuándo regresó a su casa, por suerte ésta vez no había nadie levantado. Llegó hasta su habitación y comenzó a desnudarse. Sacó un paquete de tabaco que llevaba siempre en su cazadora. Alargó los dedos hacía un cigarrillo prendiéndolo, dejando salir toda la frustración en el humo. Sabía que no estaba bien fumar, pero le hacía sentir tan jodidamente tranquilo. Rápidamente, fué hasta la ventana de su habitación para dejar salir el olor. Sus padres no tenían la menor idea de su pequeño vicio. Sacó el celular de la única prenda que llevaba puesta, su pantalón y observó cómo las llamadas perdidas se agolpaban entre ellas en la barra de notificaciones. La última llamada llevaba un mensaje con ella, decidió escucharlo.

"Me dá igual quién seas, me dá igual la doble vida que lleves. No sabía quién eras ésta mañana, pero me has ayudado y no sé porqué no puedo sacarte de mi cabeza. Sé que la estoy cagando y es una mierda" - Enzo borró el mensaje.

Se terminó su cigarrillo y acabó de desnudarse para meterse bajo las sábanas.

Se despertó ligeramente mareado, la luz que entraba por la ventana lo cegó cuándo abrió los ojos. Observó cómo su padre recogía las cosas del suelo sin pararse un segundo.

- Papá - dijo Enzo con la voz rasgada

Pero su padre no le dijo nada de vuelta. Salió de la habitación dejándolo sólo, entonces pudo observar la cajetilla de tabaco sobre su mesilla. "Mierda" estaba tan metido en sus pensamientos que no se acordó de esconder el tabaco de vuelta en su armario. Agarró una camiseta y unos boxers y bajó a la planta inferior de la casa, en la cuál Joaquín no paraba de ir de un lado hacía otro, poniendo lavadoras, recogiendo ropa, haciendo la comida.

- Papá - repitió de nuevo intentando que lo mirase

- No me hables Enzo, no lo hagas para mentirme

- El tabaco es mío - Joaquín lo miró por primera vez

- No me lo puedo creer Enzo

- ¿Prefieres que te mienta? ¿Qué te diga que es de un amigo?

Despite Everything // Adaptación Emiliaco // Enzo OsorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora