[ CAPÍTULO 16 ]

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La enfermera de la universidad le curaba las heridas mientras la morena observaba. Los nudillos de Enzo estaban completamente destrozados. La enfermera le obligó a realizar unos ejercicios con su mano, los cuáles le dolían cómo si cientos de hierros se clavasen en su piel, pero al menos la mano no estaba rota. Tras curarle, Enzo quería marcharse a casa, pero la clase que tenían a continuación daba la casualidad que iban juntos. Gracias a aquello, el rizado se quedó, ya que si no no habría dudado en marcharse de allí cuánto antes.

La morena fué la encargada de agarrar las pertenencias del oji-café, puesto que no quería que hiciese el mínimo esfuerzo, siquiera sostener un par de libros. Entraron al aula y de nuevo todos se detuvieron a observarlos detenidamente. Bastian, desde su asiento, los vió entrar y no dudó en acercarse rápidamente a ellos.

- ¿Qué ha pasado?

- Se ha resbalado y se ha torcido la muñeca - inventó Andrea porque todos los miraban

- ¿Estás bien hermano? - Enzo asintió y se abrazaron - Quiero una explicación más convincente que un resbalón - le susurró

Procedieron a acercarse junto a Bastian, cuándo Dominic se plantó en medio impidiéndoles el paso.

- Vaya Osorio, ahora no podrás conducir tu motito - hizo el gesto de acelerar y todo el mundo comenzó a reír

- No podré conducir Prentiss - se acercó amenazante - Pero puedo seguir golpeándote hasta hacerte llorar

Andrea se colocó en medio de ambos, empujando suavemente por la cadera al rizado, el cuál se dejó guiar dócilmente. Se sentaron en sus respectivos pupitres uno al lado de otro. Dominic y su grupo no dejaban de mirarlos e intentar captar su atención. En medio de la clase, Enzo iba a anotar unas cosas en su cuaderno cuándo se golpeó accidentalmente en la mano emitiendo un quejido en voz alta.

- ¿Estás bien? - dijo Andrea preocupada sosteniendo el bolígrafo que se le había caído

- Sí, me he dado sin querer

- ¿Quieres una tirita, Osorio? - preguntó Dominic provocando un estallido de risas

- ¿Quieres un ojo morado, hijo de puta? - se colocó de pié el rizado

- ¡Señor Osorio! - Gritó el profesor haciendo que todo el mundo se callase - ¡Siéntese ó me veré obligado a enviarle a dirección!

Enzo se sentó de golpe, apretando la mano vendada, haciéndose daño. Andrea colocó su mano encima de la del rizado haciendo que dejase de apretarla.

- No le hagas caso - le susurró - Ésto es lo que quiere, provocarte

- Se merece un buen puñetazo, preferiblemente uno de los tuyos

Andrea sonrió agachando la cabeza. Enzo tenía la capacidad de restar la tensión en cualquier momento. Eso era algo que, desde que lo conoció, le había gustado. Podía estar enfadado, pero en un segundo era capaz de soltar algún comentario gracioso para restar importancia. Se miraron detenidamente el uno al otro y no se dieron cuenta de que se estaban acercando peligrosamente cuándo la presencia de Bastian los interrumpió.

- ¿Toco el violín? Es que me siento un poco sujeta velas - las chicas que estaban tras ellos rieron tiernamente

- Ahí tienes tu público Bas, aprovéchalo - dijo Enzo

Después se volvió a acercar a la morena, ésta vez robándole un tímido beso. Enzo no pudo evitar observar cómo Dominic imitaba el gesto de vomitar. Rodó los ojos mientras se limitaba a seguir besando a su pareja.

La mañana continuó tranquila. La última clase, los tres amigos se habían encontrado separados. Una vez sonó el timbre, Enzo salió al aparcamiento dónde estaba su moto y se limitó a esperar a Andrea. A lo lejos la observó acercarse a él sonrientemente y cuándo la tuvo entre sus brazos soltó todo el aire que había mantenido retenido dentro de él. Con su mano, no lisiada, recorrió el cuerpo de la morena intentando eliminar cualquier resto de tensión sobre su cuerpo y ésta lo agradeció. Se separaron del beso después de unos segundos y Andrea observó la mano herida del rizado.

Despite Everything // Adaptación Emiliaco // Enzo OsorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora