Saqué mi teléfono de mi bolso y viendo la hora algo desesperada lo volví a guardar cruzándome de brazos. Tosí algo molesta. Había dejado mi llave dentro de la habitación y a pesar de haberle pedido a Isabella que me abriera llevaba ya 15 minutos afuera.
Toqué la puerta con brusquedad, algo que no había intentado antes dado el hecho que le había escrito a mi amiga y esta se suponía que se había comprometido conmigo. Peter abrió la puerta algo miedoso y entré del golpe a la habitación frustrada.
- ¡Isabella! -tiré mi bolso al suelo y la empecé a llamar.
-Está en el baño-me contestó Peter algo perdido, lo miré algo herida y pasando de él empecé a tocar la puerta del baño hasta que un rato después esta salió.
- ¡¿Podrías dejar de hacer tanto escándalo?!-preguntó molesta.
- ¡Me dejaste esperando afuera por 15 minutos! -le reclamé.
-Pudiste haber tocado desde hacía rato ¿no? -se recostó en el borde de la puerta con algo de burla.
-Me habías prometido abrirme-esta rio y me dio un abrazo.
-Perdona Pepper, me estaba bañando-le recibí el abrazo y mientras tanto miré de reojo a Peter quien se encontraba montándose (como siempre) en la cama de arriba de la litera de la izquierda.
- ¿Qué hace el aquí? -le susurré molesta al oído a mi amiga.
- ¿Qué ya no te importa? -me quedé perpleja y soltó una pequeña risita-Está leyendo como siempre, tú lo conoces, prefiere esta habitación a aquella madriguera de juegos de Robert-dijo con gracia.
Me separé de mi amiga y me quité la chaqueta mientras tosía con constancia. Agarré algunas cosas del baúl y me metí al baño. Me di una ducha rápida, el agua se encontraba fría, después de todo, hoy iban a arreglar la calefacción y estábamos en finales de otoño.
Mientras me vestía unas voces desconocidas se escucharon del otro lado de la puerta ¿Isabella había traído invitados? Lo dudaba, las únicas personas las cuales Isabella se tomaría la molestia de invitar éramos sus amigos de siempre, por lo que me hubiese sido fácil de reconocer.
Me acerqué a la perilla de la puerta intentando ver a través de esta. Una chica de cabello largo y enrollado se encontraba hablando con Isabella de forma muy amistosa, nunca la había visto en mi vida ¿Qué hacía aquí? Traía maletas y un hombre joven se encontraba detrás de estas viéndolas de forma alegre.
Apuré en vestirme y abrí la puerta de golpe, mis cabellos rojos todavía goteaban agua y mis pies descalzos tocaban el frío suelo. Todos se voltearon a mí y rápidamente enrojecí bajando la mirada.
- ¡Ah, Rachel! -dijo Isabella alegre trayendo su amiga hacia mí-Ella es Pepper, también duerme aquí-.
Vivo aquí, me parecía ofensivo que solo resaltara que duermo en esta habitación.
-Un placer, Rachel Taylor Brown-me dio la mano amable y con algo de duda la agarré.
-Pepper Glenn, el placer es mío-hacía mucho que no me presentaba con tana formalidad, la última vez fue a mi profesora de primaria, eso me causaba algo de gracia.
- ¡Va a vivir aquí Pepper! -dijo con emoción Isabella.
-Perdona no entiendo muy bien a qué te refieres-le dije algo apenada mientras ponía mi ropa sucia en la cesta y sacaba zapatillas de mi baúl.
-Me refiero que estará estudiando en el internado, y que esta será su habitación-.
- ¿Ah sí? -dije sin mucha importancia y miré al hombre que estaba al lado de la puerta.
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Eliminando Errores
Science FictionUn grupo de adolescentes dentro de un internado con secretos viven momentos difíciles por una pandemia que amenaza con acabar a casi todo ser vivo. La extraña enfermedad le otorga a quién la padece habilidades sobre-naturales, con un inevitable fina...