Capitulo 8

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ALERTA: Descripción detallada de contenido sensible.

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     De regreso del restaurante mi estómago parecía querer explotar, hacía mucho que no comía tanto, y cabía resaltar que era la primera vez que lo hacía con amigos. Claramente decidí pagar mi propia cuenta, aunque Isabella no estaba muy de acuerdo con eso, ya que mencionaba que era la "invitada especial" pero no podría serlo por mucho tiempo así que ignoré sus quejas y pagué lo mío.

Íbamos camino al internado, cuando Isabella señaló que la luz de nuestra habitación. Sí, me parecía muy raro decir que era nuestra, pero lo era, y estaba encendida.

-Tal vez Pepper ya esté adentro-le comenté y esta asintió algo curiosa.

Robert, Patrick y Peter se fueron a su habitación e Isabella y yo continuamos nuestro camino hasta la nuestra.

- ¿Y qué te pareció el día de hoy? -preguntó alegre.

-Fue muy divertido, gracias por invitarme-.

-Si tienes que agradecerle a alguien es a Peter y Pepper, ellos son los que siempre planifican estas salidas, Robert y Patrick son unos ermitaños, enfermos a los videojuegos y pueden pasarse toda su vida encerrados ahí si no fuera porque Peter de vez en cuando los saca, así sea a patadas-reí.

-Son un grupo muy unido...-.

-Sí, probablemente, pero no te parece que has encajado bastante bien?-me sonrió amable y recordé a Pepper yéndose del restaurante.

-No realmente-bajé la mirada.

-Rachel no te sientas culpable por Pepper, a ella muchas veces le dan esos ataques de drama y celos. Todavía no me explico cómo Peter no se da cuenta, tal vez ciertamente es idiota como los otros dos...-comentó Isa mientras cruzábamos hacia nuestra habitación, y al hacerlo vimos como Pepper entraba a la habitación con Zoe apoyada en ella- ¡¿Zoe?!-exclamó preocupada Isabella corriendo hacia estas dos, yo adelanté mi paso para alcanzarlas algo intrigada por lo sucedido- ¡¿Qué pasó?!-preguntó histérica.

-Se encontraba fuera de la habitación, se estaba muriendo de frío-mencionó Pepper algo calmada mientras acostaba a Zoe en una cama.

Cerré la puerta a mis espaldas y encendí la luz, Pepper me miró por un momento sin gestos y volvió a dirigirse a Isabella quien, preocupada le acariciaba la frente a su hermana.

-La pondré en tu cama-mencionó Pepper a Isabella mientras se empezaba a quitarse su abrigo y comenzaba a toser algo con flema.

-Mi hermanita...-mencionó Isabella preocupada, puse mi mano en su hombro en señal de apoyo, no sabía que estaba pasando, tal vez Isabella ocultaba algo, pero no quería preguntar, no sentía que debía hacerlo.

-Rachel-me llamó Pepper haciéndome voltear de golpe-siento lo de esta tarde, no me sentía muy bien-comentó estremeciéndose sostenida en el marco de la puerta.

-Lamento mucho si te hice sentir mal-.

- ¡No! No es tu culpa, me estoy enfermando y soy algo dramática cuando me empiezo a sentir sí. No es tu culpa ¿Sí? -dijo con algo de miedo y le sonreí amablemente.

-Gracias...-esta asintió y se encerró en el baño.

-Deberíamos quedarnos despiertas esta noche ¿Qué te parece Pepper? -comentó Isabella en un tono lo suficientemente fuerte como para que Pepper escuchara.

- ¡Yo estoy algo cansada, pero creo que soporto! -dijo desde el baño, escuchándose poco después a la regadera abrirse.

-Entonces será una pijamada-me guiñó un ojo Isabella mientras se dirigía a su baúl a arreglar algunas cosas, yo reí en burla a lo bajo.

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