Gintoki es un alfa. Hijikata es un Omega. Las cosas no salen bien en el celo del subcomandante, y todo se pone de cabeza cuando el peliplateado lo marca.
- Y nosotros de venir a verte, Toshi y al pequeño Ichigo
Kondo y Sougo habían ido a visitar al azabache, con el permiso de Gintoki, porque una cosa era no pegarle y otra muy diferente a dejarlo solo con otros hombres sin su conocimiento, porque ¿Qué tal si se lo llevaban de su lado? Gintoki había prometido algo pero, amaba demasiado a Toshi como para dejarlo ir.
- ¿Cómo te está tratando?
- Es un poco tosco, pero es mucho mejor que antes. Me besa, es amable y ya hasta... Bueno, eso
- ¿Te lastimó?
- N-no, fue muy cuidadoso conmigo
- ¿Te gustó?
- Fue diferente a otras veces, fue suave y si, me gustó
- Toshi.... No creo que deberías volver a vivir aquí- Le dice Kondo- es peligroso para ti y el cachorro
- Gintoki no lastimaría a nuestro bebé- Defendió al alfa- si, me lastimo pero no lo volverá a hacer- Les sonrió- él me ama
- No te ama- Dijo el alfa menor en voz baja sin poder creer lo que decía su ex-superior- de amarte nunca te habría puesto la mano encima
- Todos nos podemos equivocar y reconocer nuestros errores
- Pero no él- Kondo tomo las manos del omega- confía en nosotros Toshi, esta vez no te fallaremos
- No. estoy bien aquí- Se soltó del agarre de su amigo- váyanse de aquí
- Toshi, escúchanos--
- Por favor, váyanse
Beta y alfa se fueron. En la tarde llegó Gintoki con un ramo de rosas rojas, mientras Toshi estaba en la cocina, con el cachorro en una mecedora con conejitos colgantes. Hijikata cocinaba un poco de sukiyaki. Tarareaba una canción rodeado de todos los ingredientes sabrosos para el platillo, cuando sintió unas manos en su cintura.
- Hola Gin
- ¿Cómo sabías que era yo?
- Tu olor
- Debo suponer que harás sukiyaki
- Así es, ya casi termino
- Pero, eso preparaste ayer
- S-si, pero sobraron muchos ingredientes y no hay que desperdiciar la comida, cariño- Dice con una sonrisa que se va borrando al ver la expresión de su esposo- ¿No te gusta el sukiyaki?
- Si, pero no dos días seguidos
- Te prometo que mañana te haré un poco de carne, ¿Un filete quizás?- Sugirió
- ¿Puedes costear un filete de res?
- S-si, Kondo-San vino hoy, con tu permiso obviamente y... Me pagó bien por corregir unos informes
- ¿Sólo fue por los informes, cierto?
- Claro amor, ¿Qué más po--?
Gintoki le dio un puñetazo, sacándole sangre de la nariz. El cuerpo del pobre omega tembló.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.