Alfa Idiota

Sin libertad

Ichigo esperaba ansioso. Por fin de largos días podía visitar a su madre. Toshi no había querido que lo viera hasta que sus golpes no se notaran tanto, no quería perturbar más a su pequeño debido a su apariencia. Muy temprano llegaron al hospital. Ichigo recorrió cada detalle con la mirada, contando las manchas de las paredes, el olor a medicina, las enfermeras y doctores; todo hasta llegar a la habitación asignada al omega. 

-¡Mami! 

- ¡Mi amor, ven!

El pequeño fue hasta su madre, quien lo recibió en brazos con una sonrisa. 

- Oh, Ichigo, mírate con esas ojeras

- Mami, tuve mucho miedo de ya no verte

- No cariño, eso no va a pasar. Yo estaré aquí para ti siempre, mi amor

- Mami, ¿Papi venda con nosotos a casa?

- No lo sé, cariño, es que--

- ¿Cómo que no lo sabes, Toshi?- Exclamo el gorila sin subir la voz para no asustar al niño- En estos años los omegas han podido avanzar mucho en las leyes

- Leyes que realmente no sirven para nada, Kondo-San, puse la denuncia ¿Y que dijo el juez o la fiscal? 

El beta apretó los puños recordando las horribles palabras ofensivas que le dedicaron al omega, por el simple hecho de ser omega más la "famita" que tenía. No les importo incluso si el asunto había involucrado al cachorro.

"Es muy joven el cachorro, lo olvidara"

"Hay casos más graves, no nos haga perder nuestro tiempo"

"No es una violación, es el esposo, no cuenta" 

- Puedes quedarte en el cuartel, estarás a salvo

- Gintoki podría meter una denuncia por abandono de hogar y me quitarían a Ichigo, no puedo irme al cuartel 

- Ichigo es lo que más amas, lo entiendo, pero... Se trata de tu vida, Toshi, no puedes continuar en ese lugar

- ¿Qué carajos le estas diciendo a mi esposo?

Gintoki había sido liberado. Su abogado pago para que lo soltaran y pese a la denuncia, lo soltaron. Ichigo en cuanto lo vio, se aferro al pecho de su madre. Tenía miedo, no quería tener cerca a ese hombre, aunque fuera su padre. 

- Vete de aquí, gorila o no te gustaran las consecuencias de atosigar a mi omega 

Kondo se mantuvo en su sitio, pero al ver la mirada del omega supo que lo mejor era irse. Estaban en un hospital y había un cachorro, seguro el muy cobarde Gin no se atrevería a hacer algo impulsivo, no con los miembros del Shinsengumi y enfermeros alfas al rededor. 

— I-Ichigo hoy te levantaste temprano... ¿No hay abrazo para mí?

- No- Se restregó más contra el peliverde- mami

- Tranquilo bebé, mami esta aquí contigo cachorrito 

- Toshi, lo que pasó fue... No me pude contener, esa es la verdad y lo lamento

- ¿Cómo siquiera puedes pedirme perdón?- Sollozo abrazando más a su pequeño- L-lo hiciste con Ichigo presente... Eso no te lo voy a perdonar nunca, ¡Nunca, me oíste! 

- ¡Lo sé! ¡Fue estúpido, pero en verdad lo siento mi amor!

Toshi continuo llorando, no podía con el dolor, con el terrible recuerdo de su cachorro llorando y pidiendo por él. Era demasiado doloroso todo eso.